Durante seis décadas, los daños ascienden a 147.853 millones de dólares a precios corrientes. Por más de 25 años, los países han calificado el bloqueo a Cuba como una violación flagrante del Derecho Internacional y a la Carta de las Naciones Unidas
Alberto Acevedo
“Una vez más, desde Naciones Unidas, el mundo dice no a la agresión y a las políticas fracasadas de Estados Unidos contra Cuba”, dijo el canciller de la isla caribeña, Bruno Rodríguez Parrilla, en su primera reacción tras conocerse la votación de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el pasado 23 de junio, condenando el criminal bloqueo norteamericano contra la isla, y exigiendo el levantamiento de las sanciones económicas que la afectan.
El informe titulado “necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos contra Cuba” recibió el voto favorable de 184 países, mientras que tres se abstuvieron y dos votaron en contra.
Los países que votaron en contra del levantamiento del bloqueo fueron Estados Unidos e Israel. Los que se abstuvieron fueron Colombia, Brasil y Ucrania. De nuevo la diplomacia colombiana muestra su hostilidad hacia el gobierno revolucionario cubano y esgrime una actitud cínica frente al papel solidario que Cuba ha asumido en la construcción de la paz en este país.
Decisión vergonzosa
Ante la postura del gobierno de Duque, hubo una serie de reacciones en el país. Uno de los primeros en expresarse fue el expresidente Ernesto Samper Pizano: “En vergonzosa decisión, el gobierno de Colombia se abstuvo, con dos países más, de acompañar a los 184 países que pidieron en la ONU levantar el inhumano bloqueo económico que mantiene Estados Unidos contra Cuba desde hace varios años. Un aporte a la historia negra de la política exterior colombiana”, dijo el expresidente en su cuenta de twitt.
Diferente a la posición de Colombia fue la de los representantes diplomáticos de los casi doscientos países que votaron en contra del bloqueo, que una vez finalizada la votación se pararon de sus asientos y fueron a saludar al canciller cubano y a su embajador ante las Naciones Unidas. Esa misma tarde, comenzaron las reacciones de importantes medios de comunicación en el mundo y de mandatarios de varios países, que calificaron como un triunfo diplomático de Cuba el resultado de la votación.
Desde 1992, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha respaldado cada año, excepto en 2020, que no se llevó a cabo por la pandemia del coronavirus, las resoluciones que piden el fin del embargo de Washington contra Cuba; sin embargo, Estados Unidos mantiene esa política criminal sobre la isla. En este sentido, analistas coinciden en señalar que, salvo algunos avances en la política doméstica norteamericana, la administración Biden se parece cada vez más a la de Trump en el manejo de los asuntos internacionales.
Piedra en el zapato
En esta ocasión, evidentemente Biden consiguió su primera derrota internacional en las Naciones Unidas; el tema de Cuba se le atraviesa como una piedra en el zapato, y la Casa Blanca desaprovecha una oportunidad histórica de rectificar su funesta política frente a la isla caribeña.
La posición del vocero de Estados Unidos ante la ONU para justificar el bloqueo a Cuba, es una desfachatez inaudita: “Estados Unidos se opone a esta resolución” en tanto “las sanciones son una medida legítima de lograr la seguridad nacional y una serie de herramientas para promover la democracia y el respeto a los derechos humanos y ayuda al pueblo cubano a ejercer las libertades fundamentales”.
En su intervención ante el foro mundial, para sustentar la propuesta de la resolución de condena a la política norteamericana de sanciones contra su país, el canciller cubano Bruno Rodríguez se refirió a los daños causados. “Esa política genocida ha ocasionado solo entre abril de 2019 y diciembre de 2020, pérdidas en el orden de los 9.157 millones de dólares”, dijo el diplomático.
“Durante seis décadas, los daños ascienden a 147.853 millones de dólares a precios corrientes. Por más de 25 años, los países han calificado el bloqueo a Cuba como una violación flagrante del Derecho Internacional y a la Carta de las Naciones Unidas y la consideran el principal obstáculo para el desarrollo de la nación caribeña”, precisó el canciller cubano, quien dijo también que “como el virus del covid-19, el bloqueo asfixia y mata, y debe cesar”.