José Ramón Llanos
Si ya sabemos que la historia se repite como comedia o como tragedia. Si además sabemos que los políticos descendientes de quienes rubricaron y aplicaron la consigna de “a sangre y fuego”, están vivos y defendiendo políticas aún más violentas, es insensato que los líderes auténticamente progresistas permitan que por egolatría e intereses mezquinos, igual que Jorge Eliécer Gaitán y Gabriel Turbay, en 1946, hoy vayan divididos cometiendo el mismo error que en aquella ocasión produjera esos resultados tan catastróficos en términos humanos e institucionales. Recordemos que la sumatoria de los votos de Jorge Eliécer Gaitán y Gabriel Turbay, superaron la votación de Mariano Ospina Pérez que apenas fue de 565.939 sufragios, la votación de los liberales fue de 800.156 votos. Los errores políticos de 1946, nos condujeron al magnicidio y a la barbarie del 48.
Memento. Mariano Ospina Pérez y Laureano Gómez, convirtieron la institución policial, en una Policía conservadora, generadora de violencia y muerte de liberales, demócratas y comunistas. No solo asolaron los campos de Colombia y las pequeñas ciudades, en Bogotá incendiaron hasta su total destrucción las residencias de los líderes liberales.
1946, es un año nefando para la Historia de Colombia. Hasta la Iglesia Católica, identificó su bandería con la ideología violenta de los conservadores. En unos casos los sermones eran más voces del averno que discursos clericales. En otras ocasiones, el silencio frente a tanto atropello y muerte, se convertía en manifiesta complicidad. La paz, la democracia real y el pueblo colombiano, las instituciones internacionales como la ONU, la Unión Europea, la Cruz Roja Internacional, exigen de los líderes auténticamente democráticos que asuman con responsabilidad la decisión de propiciar una alianza progresista que evite que la extrema derecha encabezada por Álvaro Uribe Vélez y Vargas Lleras con sus secuaces, incluso algunos togados de las Cortes, impongan la guerra y sus secuela de infamia y muerte.
Piedad Córdoba, Humberto de la Calle, Sergio Fajardo, Clara López, Claudia López, Gustavo Petro, Jorge Robledo, tienen el ineludible compromiso con la patria y la historia de impedir que se repita la hecatombe de 1946. Sin vanidades ni egolatrías, ya se debería estar dialogando para consensuar un programa y el método para elegir el presidente.
El Partido Comunista Colombiano, en su Congreso determinó apoyar la alianza o coalición que incluya en su programa la defensa de la paz y la democracia El nuevo partido, la FARC, ya decidió apoyar la alianza que defienda la paz e implemente rápidamente los acuerdos. Los líderes políticos mencionados, deben asumir su responsabilidad histórica, es la hora de evitar que la derecha, una vez más enlute la patria.