4 de octubre de 1957: entre el universo y el socialismo

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Afiche soviético sobre la puesta en órbita del satélite Sputnik 1 en 1957.

En medio de fuertes tensiones entre el imperio norteamericano y la Unión Soviética por la carrera armamentística y espacial, se dio inicio a una nueva etapa de la guerra fría. Recordar esta fecha es interponer el carácter revolucionario de la ciencia a las visiones más oscurantistas del conocimiento social y científico

JUCO Universidad Nacional

A partir de la implantación del socialismo en la naciente Unión Soviética, se planteó como meta la industrialización de la economía para transformar al país en una potencia industrializada, especialmente en el campo de la industria pesada. “Por eso Lenin recalcó la necesidad de construir fábricas, talleres y centrales eléctricas. Se trataba de una tarea ardua y compleja, puesto que Rusia era un país relativamente atrasado” (Lelchuk, Poliakov y Protopopov, 1977, p. 109). Desde sus inicios, las autoridades soviéticas comprendieron las aplicaciones prácticas de la ciencia y la tecnología orientadas hacia la transformación social y económica de un país: “el progreso tecnocientífico […] no se efectúa aisladamente de la vida social, sino en estrecha conexión con el progreso social” (Tapeznikov, 1974, 9. 63).

Sputnik 1

El 4 de octubre de 1957, la URSS lanzó con éxito el Sputnik 1, el primer satélite artificial en alcanzar la órbita, y comenzó la carrera espacial. Por sus implicaciones militares y económicas, el Sputnik causó miedo y provocó debate político en Estados Unidos. Al mismo tiempo, el lanzamiento del Sputnik se percibió en la Unión Soviética como una señal importante de las capacidades científicas e ingenieriles de la nación

El satélite llegó a orbitar la tierra a una distancia de 938 kilómetros, y obtuvo información acerca de la densidad de las capas altas de la atmósfera y la propagación de las ondas de radio en la ionosfera. Unos meses después, el 4 de enero de 1958, se incineró durante su reentrada.

La Unión Soviética tiene el mérito de haber colocado al primer hombre en el espacio, Yuri Garin (1934-1968), en 1961 y a la primera mujer, Valentina Tereshkova (1937) en 1963 y fue un cosmonauta soviético, Alexei Leonov (1934), quien efectuó la primera caminata espacial el 18 de marzo de 1965.

Ciencia y emancipación

El hecho de que la disputa entre dos formas de producción distintas, haya sido la carrera espacial, denota la importancia que la ciencia en sí misma tiene para los propósitos emancipatorios de la humanidad. Recordar y conmemorar el 4 de octubre, es interponer el carácter revolucionario de la ciencia a las visiones más oscurantistas del conocimiento social y científico. El 4 de octubre es una fecha que debe ser recordada por las y los revolucionarios que buscan ser alternativa de poder, darle sentido histórico a la actual disputa por la dignificación de la vida humana.

Pensar hoy en la necesidad de avanzar en materia científica para las y los comunistas debe ser una tarea de carácter estratégico. Pues, así como lo manifestó Nikola Tesla, “la ciencia es una perversión en sí misma, a menos que tenga como objetivo final el mejoramiento de la humanidad”. Este compromiso es el principio que debe guiar a todas y todos los científicos revolucionarios del mundo entero.