In-Des es una obra con lenguaje flamenco que narra una historia de vida atravesada por la injusticia y la desesperanza, como miles que existen en nuestra sociedad. Una historia donde recogiéndose de las cenizas puede y debe renacer la esperanza. “Lo que sucederá si entre todos nos sentimos y nos damos cuenta que solos no podemos, debemos como sociedad tejer y tejernos para poder avanzar y cambiar, construir, ofrecer el corazón y nuestra esencia”, explica Silvana Reyes, directora de la obra.
También comenta que el nombre obedece a los prefijos In y Des usados en términos como inhumano, innombrable, injusticia; y desesperanza y desaparecidos relacionadas con la temática de la obra que se basa en la relación de los individuos y la sociedad con la violencia y la indiferencia. “Es ver la manera como la sociedad normaliza y acoge todos los tipos de violencia, las desigualdades y las injusticias. La obra hace esa reflexión en nuestra sociedad”.
In-Des, que en una hora y diez minutos pone en escena a dos bailaores y cinco bailaoras, utiliza la fuerza expresiva y técnica del flamenco para comunicar emociones universales. Se compone de diez escenas en las que narra una historia: “Hay un momento que se llama Realidad y distancia, en el que mostramos cómo normalizamos ciertas cosas para poder seguir con nuestra realidad. Hay otro momento que se llama Desamparo en el que se evidencia que ya no nos importa ni siquiera ver a un niño en la calle. Luego viene el Amparo, que es la madre acogiendo al hijo, es decir, que haya protección a la infancia ya que una infancia saludable puede cambiar al mundo”, argumenta Silvana.
La obra se presenta desde el 19 hasta el 28 de agosto, en funciones que van desde las 7 de la noche los jueves, viernes y sábados, en la Factoría Tino Fernández en la carrera 25 # 50 – 34 de Bogotá. Para mayor información en Instagram @silvanareyesdiazflamenco.
Lo que buscan los artistas de In-Des es conmover e invitar al desahogo, a la reflexión y hasta a llorar por sus realidades sociales, algo que ni se ha podido hacer. E inclinar un poquitico la balanza en el otro sentido, empezar a sanar tanta injusticia y frialdad, tanto desamparo. Así lo señala su directora.
La artista aduce que In-Des surge de un sentimiento de impotencia, de la angustia que les genera el querer aportar y no saber cómo hacerlo. “Queremos como artistas ofrecer nuestro quehacer y nuestra vocación a la construcción, la reflexión y la exteriorización de muchas emociones que no hemos podido como sociedad asimilar. Como mínimo que sea un desahogo que empiece a drenar tanto acumulado. Creemos que es urgente la acción, la conciencia y la presencia de todos los sectores que estamos involucrados directamente o indirectamente en los conflictos complejos y diversos de esta Colombia, y el arte no puede ser indiferente”.