Para la historia quedará como actos de piratería dejar sin combustible a un país de 11 millones de habitantes
Ricardo Arenales
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, envió el pasado primero de enero un saludo al pueblo de la isla, felicitándolo con ocasión de cumplirse en esa fecha, el 61 aniversario del triunfo de la Revolución cubana sobre la oprobiosa dictadura de Fulgencio Batista. “Hay todas las razones para festejar. En el año 61 de la Revolución nos tiraron a matar y estamos vivos. Vivos celebrando y empeñados en seguir ganando”, dijo el mandatario en un trino en su cuenta de tuiter.
En un pronunciamiento oficial el gobierno cubano por su parte llamó a la población a festejar “el triunfo con alegría y con nuevas victorias”. A pesar de que Díaz-Canel fue breve en su mensaje, la idea de que “nos tiraron a matar”, fue ampliada en detalle, en un discurso pronunciado en la sesión de clausura del periodo ordinario de sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), donde se refirió a las durísimas circunstancias que debió afrontar la población para superar los efectos del bloqueo económico y comercial impuesto por Estados Unidos, que se vieron incrementadas el año pasado por decisiones de presidente Donald Trump.
El obstáculo más abarcador
En esa sesión parlamentaria, celebrada en diciembre, Díaz-Canel dijo que “Cuba (vivió) un año cargado de retos, de agresiones. Ha sido duro el año 61 de la Revolución, pero nunca tanto como los días de la Revolución, cuando hubo sabotajes, incendios, vandalismo. Aquellos hechos fueron superados y nos enorgullecemos. Con el pueblo y junto al pueblo, todo es posible”.
Particularmente el año pasado, Cuba vivió una de las etapas más difíciles al enfrentar las medidas de Trump que afectan el comercio, las finanzas, la salud, el turismo. Más de una medida sancionatoria por semana, para asfixiar la economía cubana, fueron adoptadas por Washington durante 2019.
Por esta circunstancia, Díaz-Canel calificó el bloqueo como “el peor obstáculo y el más abarcador de todos”. “Cuando se escriba la historia de estos días, habrá que guardar un capítulo por la escalada de la agresión contra Cuba”, puntualizó el gobernante antillano.
Contra la colaboración médica cubana
A lo largo de doce meses, se cancelaron cruceros, vuelos, transporte de combustible, seguros… “no hay un área libre de la persecución”. Las medidas sancionatorias de Washington se orientan a sabotear el comercio internacional de Cuba, pagos, créditos, así mismo buscan afectar el comercio nacional. El jefe de Estado cubano denunció algo más perverso: “Estados Unidos ha desarrollado una intensa campaña contra la colaboración médica, cuestionando la profesionalidad de nuestros médicos”
Otra conducta sin precedentes en el derecho internacional fue la amenaza contra más de diez compañías que transportaban petróleo a Cuba. “Para la historia quedará como actos de piratería dejar sin combustible a un país de 11 millones de habitantes”, precisó el presidente de Cuba.
Crecimiento
La Asamblea Nacional cubana planteó como clave, la resistencia, la lucha, la emancipación, para superar las consecuencias del bloqueo imperialista, mientras el presidente Díaz-Canel llamó a fortalecerse ideológicamente y convertir la resistencia en aprendizaje.
El mandatario mencionó cifras que muestran que el pueblo resistió y se sobrepuso a las penurias económicas. Se logró superar los apagones, producto de un racionamiento forzado de energía. “Todo el país se apretó el cinturón, pero no se tomaron medidas de ajuste que afectaran al pueblo”, puntualizó el mandatario cubano.
A pesar de este cuadro de penurias, Cuba obtuvo el año pasado un modesto crecimiento en su economía, previsto en 0.1 por ciento para 2019 y del 3 por ciento para 2020. El PIB crecerá en 0.5 para 2019 y en uno por ciento para este año. Ese discreto avance no es una excepción, cuando la Cepal y el FMI hablan de desaceleración generalizada en América Latina.