Cuando se cumplen 90 años de lucha del Partido Comunista Colombiano, rendimos un homenaje póstumo a todos los comunistas que murieron luchando en nuestras filas, simbólicamente en los nombres de Gilberto Vieira, Yira Castro, Jaime Pardo Leal, Manuel Cepeda, Carlos Lozano, Bernardo Jaramillo, José Antequera, Manuel Marulanda, Jacobo Arenas y un gran aliado Camilo Torres Restrepo.
Ratificamos nuestro compromiso perenne, de continuar la lucha para “alcanzar un alto grado de socialismo democrático…que impulse el desarrollo de las fuerzas productivas, incluyendo el respeto a la naturaleza y el medio ambiente, para alcanzar un óptimo equilibrio en las relaciones entre los seres humanos y la naturaleza… que ponga el desarrollo económico en beneficio del conjunto de la sociedad”.
El objetivo permanente de los comunistas ha sido procurar la unidad de todas las fuerzas de oposición, en su objetivo de construir un nuevo poder popular, democrático, constituyente y un Gobierno que gestione una administración de la sociedad incluyente, que rescate la soberanía, los recursos naturales y los ponga en beneficio de toda la nación y no al servicio de la oligarquía y del capital extranjero.
En el pasado surgieron movimientos con los cuales los comunistas establecimos vínculos que permitieron desarrollar acciones conjuntas. Entre ellos están las alianzas con el MRL, organización de izquierda liberal que, en sus inicios, llegó a levantar consignas antiimperialistas, la defensa de la revolución cubana, las luchas contra el Frente Nacional y la defensa de regiones campesinas agredidas como Marquetalia. Infortunadamente, la conducción del movimiento en manos de López Michelsen con sus posiciones entreguistas y anticomunistas condujeron al fin de ese movimiento.
La alianza de los comunistas con el Frente Unido de Camilo Torres, el diseño conjunto de su plataforma de lucha, las movilizaciones de masas y su organización inicial mostró las grandes perspectivas que tiene la política unitaria. Entre comunistas y anapistas se realizaron, especialmente a nivel de base y dirigentes intermedios, múltiples acciones conjuntas. La Anapo en la etapa inicial se proyectó como un proyecto de radical oposición al régimen, pero luego cayó en el oportunismo que la llevó a su desaparición.
En las elecciones de 1974 se produjo la unión de diversos sectores de la oposición en torno a un candidato único y un programa mínimo. Los comunistas valoramos a la UNO como una de las experiencias más importantes en la política de alianzas; su programa logró integrar objetivos claros y definidos y se materializó la conformación de un comando nacional y comandos departamentales y de base que funcionaron regularmente. La UNO permitió mostrar al movimiento de masas la posibilidad real de un frente de la oposición con perspectivas de triunfos.
En medio de los desmanes militaristas del Estatuto de Seguridad de Turbay Ayala, el XIII Congreso de los Comunistas, realizado en 1980 lanzó la consigna de la Apertura Democrática, que se abrió paso a golpe de la lucha popular. El 28 de marzo de 1984 se materializaron los acuerdos de la Uribe (Meta) entre el Gobierno de Belisario Betancur y las FARC, de ahí surgió la Unión Patriótica, que significó un paso adelante en la convergencia de un arco iris de fuerzas en la lucha por el reconocimiento efectivo de la oposición. El genocidio de la UP, sin embargo, no pudo sepultar el anhelo de paz y lucha por la democracia y la inclusión que sigue siendo un objetivo político fundamental del pueblo.
El proceso de unidad política y de acción de la izquierda colombiana ha sido complejo. La creación del Polo Democrático Alternativo logró en 2006 una votación histórica con la candidatura de Carlos Gaviria. El PDA ha sido una importante experiencia de la unidad de la izquierda, lamentablemente sufrió serios reveses; el punto de ruptura lo marcó el contubernio con las mafias capitalistas que capturaron la contratación pública en la Alcaldía de Bogotá, esto lo resquebrajó internamente y destruyó su acumulado político.
Para las elecciones de 2018 se conformó la convergencia Decentes con los progresistas-Colombia Humana; se proyectó la fórmula Gustavo Petro-Ángela María Robledo que logró sintonizarse con el sentir del común y recoger una plataforma producto de las incontables movilizaciones y protestas sociales. La presencia de las masas, especialmente juveniles, se convirtió en un hecho político que afectó notablemente a la ultraderecha y logró un resultado electoral de los sectores alternativos que constituye un gran capital electoral que contará en las próximas elecciones, si se actúa en función colectiva, con audacia y atinadamente. En las condiciones actuales, la unidad ha devenido un imperativo histórico y a este compromiso convocamos a concurrir con voluntad y decisión.
Avanzar en la unidad de todas las rebeldías y esperanzas de cambio es la tarea inmediata. Los resultados de la Colombia Humana amplia y multicolor, con su lista de la Decencia y sus logros, a pesar del fraude y las violencias, en las elecciones presidenciales hace dos años, nos mostraron que sí es posible avanzar. Constituye una experiencia histórica de unidad democrática, progresista, ciudadana y avanzada para tener en cuenta. La unidad sigue vigente, para éste periodo la perspectiva esta dirigida a la construcción de una convergencia que permita conquistar un cambio democrático como base necesaria para la búsqueda de las soluciones sociales que requiere el país, y contribuir a la derrota de las élites que persisten en la continuidad de la guerra sucia y su modelo económico destructor de la vida. Una alianza de este tipo abre las posibilidades de una lucha para reformar más radicalmente el capitalismo, con perspectivas socialistas.
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