En medio de una caravana de centenares de campesinos que viajaron horas desde sus corregimientos para escuchar a la presidenta de la colectividad, la alegría por su presencia y la simpatía que despierta, hicieron de esa visita una de las más coloridas en toda la correría por Bogotá.
La candidata de la Unión Patriótica al Concejo de Bogotá, visitó el pasado 4 de octubre el páramo de Sumapaz, la localidad que lleva el mismo nombre y se realizó un emotivo acto político con la compañía de los integrantes de la lista a la Junta Administradora Local, JAL, por la UP.
En medio de una caravana de centenares de campesinos que viajaron horas desde sus corregimientos para escuchar a la presidenta de la colectividad, la alegría por su presencia y la simpatía que despierta, hicieron de esa visita una de las más coloridas en toda la correría por Bogotá.
Toda una caravana propia de la cotidianidad campesina. Caballos, banderas y música le dieron la bienvenida a Aída Avella. La fuerza de la UP se siente en el Sumpaz, decía la candidata a su arribo a San Juan, el principal corregimiento de la localidad rural del distrito. “Aquí vine a ratificar el compromiso por la defensa del agua del páramo que resulta ser un patrimonio intocable para los intereses de la mega minería y sus alfiles políticos”, explicó Aída Avella.
“Le doy un agradecimiento a ustedes los campesinos de Sumapaz por la defensa que han hecho del ecosistema, sin ese esfuerzo Bogotá padecería de sed. Ustedes son los verdaderos héroes, no como los que están construyendo batallones cada vez más arriba de las montañas para defender el interés de las multinacionales que ya pusieron sus ojos en el recurso líquido de la capital”, dice Aída Avella, ante tres centenares de personas que la acompañaron. La lucha, anti neoliberal por excelencia es por el agua.
“Lo más gratificante es que son las banderas de la UP, la militancia de nuestro partido la que organiza la defensa por el agua y en mí van a encontrar una más en el cabildo distrital para seguir batallando por la vida de los capitalinos. Eso somos, luchadores por la vida y la paz”, subrayó Aída Avella.
Allí mismo se quejó por el descarado delito electoral que se viene denunciando desde el inicio de la campaña. La trashumancia electoral que convirtió al corregimiento de la localidad en el escenario de delincuencia electoral al trasladar desde la localidad de Usme casi 500 personas para votar. Lo que hizo que creciera la población votante del municipio en un 300%, es decir allí hay más personas para votar que habitantes. “Vinieron con buses, todo pago y con incentivos económicos. La lucha por el páramo resulta estratégica para Bogotá, para la salud de los bogotanos, para la vida de los capitalinos. Se quieren apropiar de la JAL para tener la puerta abierta las multinacionales de apropiarse del agua del páramo, y la UP dice, no. aquí estamos”, expreso Aída Avella.
De acuerdo a la denuncia hecha por los habitantes del corregimiento de Betania, los nuevos votantes representan a los partidos Liberal y Cambio Radical. La Unión Patriótica ha venido denunciando los hechos y hasta ahora ni el Consejo Electoral, ni la Fiscalía General de la Nación, ni las autoridades del Ministerio Interior y sus programas para la protección de las elecciones han dicho alguna palabra.
Lo cierto es que la defensa del agua para los bogotanos es una bandera prioritaria en el programa político de la lista al Concejo de Bogotá por la Unión Patriótica.