Ahed Tamimi: El palpitar de la resistencia palestina

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Alberto Acevedo

Con unos ojos grandes y azules, su pelo rubio y ensortijado y unas facciones hermosas, que se apartan del color cobrizo tradicional de los hombres y mujeres de su pueblo y de dan un perfil más occidental que a los demás vecinos del barrio en que vive, en la martirizada Cisjordania, a sus 16 años, Ahed Tamimi es considerada hoy por el gobierno sionista de Israel, la mayor potencia militar y nuclear del Oriente Medio, una ‘amenaza’ para su seguridad nacional.

Tamimi, una niña de mirada tierna, pero de convicciones firmes, a pesar de su corta existencia, se ha hecho famosa en el mundo porque hoy está en prisión, y enfrenta 12 cargos criminales por conspiración, que deberán ser absueltos por un tribunal militar, juzgamiento que no se da en ningún otro país del planeta, pues la Convención de Ginebra prohíbe que un tribunal castrense juzgue a civiles, como si fueran criminales de guerra y menos a una niña menor de edad.

Los cargos por los que deberá comparecer ante la corte marcial son terribles. Uno en especial, tirarles piedra a los soldados israelíes que a altas horas de la noche irrumpen en su casa, derribando puertas y ventanas, agreden a su hermanito y a sus primos y amenazan con expulsarlos de su tierra.

Paranoia

Ahed vive con su familia en la aldea Nabi Saleh, a 20 kilómetros de Ramallah, en Cisjordania, una zona ocupada por tropas israelíes. Las incursiones militares sionistas son frecuentes, casi diarias, lo que provoca frecuentes enfrentamientos y manifestaciones de resistencia a la ocupación de las tierras que históricamente han pertenecido al pueblo palestino. Hace poco, los soldados sionistas se metieron hasta el patio de su casa, lo que produjo una fuerte discusión entre uno de los uniformados y la pequeña Ahed, que abofeteó en la cara al militar.

El tribunal militar que la juzga, le formuló cargos el pasado primero de enero, entre los que se incluye asalto a un soldado israelí e interferencia con los deberes de un soldado; anteriormente se le acusó de lanzarle piedras a los uniformados. Un vocero de los grupos de solidaridad con el pueblo palestino resaltó el hecho de que el ejército sionista posee armas nucleares, tiene uno de los más sofisticados servicios de inteligencia y un personal con un entrenamiento en tácticas de guerra, que se cataloga entre los más modernos del mundo. Y en esas condiciones, tratar a una niña de 16 años como “enemigo público” de extrema peligrosidad, es simple y llana paranoia.

Su ejemplo trae esperanza

Pero, tal vez, la inteligencia militar israelí tenga razón. Ahed Tamimi puede ser un peligro, y muy grande. Porque en sus cortos años de vida ha demostrado tener dignidad, y honor, y entereza, y valor, y sentido de patria. Y eso es lo más peligroso para el poder sionista, porque con su ejemplo trae esperanza y alegría de lucha para las nuevas generaciones palestinas.

Eso ya lo ha logrado Tamimi. Que se ha convertido en nuevo símbolo de la resistencia palestina, en el rostro de lucha milenaria de los palestinos por tener una patria, un estado soberano, una tierra fértil que les permita cultivar sus frutos. Es símbolo de una generación que se niega a reprimir su ira. Una generación que desafía la ocupación, y a la que no le importan los peligros, las detenciones y las ejecuciones.

La detención de Tamimi ha provocado una oleada de solidaridad en el mundo. Ya es considerada una heroína internacional. Y el tribunal militar que la juzga, no se atreve a dar nuevos pasos. La audiencia de juzgamiento ha sido aplazada en seis ocasiones. La cobardía ronda sus decisiones.

Drama humanitario

El caso Tamimi ha puesto en evidencia uno de los dramas de la lucha del pueblo palestino: y es el tratamiento de guerra que las tropas de ocupación dan a los niños palestinos. Un informe reciente del Fondo de Las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, dice que el 97 por ciento de los niños de Gaza ha sufrido la violencia del ejército israelí.

El 70 por ciento de los niños de Cisjordania ha sufrido violencia de las tropas israelíes. Más del 40 por ciento de los niños palestinos ha perdido a algún familiar en la última guerra. Otro 40 por ciento de los niños palestinos ha tenido a un familiar preso. El 28 por ciento de los niños palestinos tiene al menos un hermano en prisión.

El 85 por ciento de los niños palestinos ha sido víctima de allanamientos nocturnos; el 96 por ciento ha sido expuesto a gases lacrimógenos; el 37 por ciento ha sido herido por munición real del ejército invasor; el 50 por ciento ha sido detenido alguna vez por tropas israelíes. Más de 370.000 niños de la Franja de Gaza requieren de manera inmediata atención psicosocial, primeros auxilios y cuidados especiales como consecuencia de la agresión israelí. Semejante drama humanitario ha sido puesto en evidencia tras la cobarde detención de una niña de 16 años, que por arrojar piedras contra los usurpadores de su tierra es acusada de abominables crímenes de guerra.