Otra puja por la dignidad: Negocian pliego en Cerro Matoso

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Planta de Cerro Matoso.

Trabajadores por un lado y empresa por otro, se mueven en función de sus intereses. Los obreros solo buscan mejores condiciones laborales, entre las que está la declaratoria de esta actividad minera como de alto riesgo

Juan Carlos Hurtado Fonseca
@Aurelianolatino 

Los dirigentes sindicales de Sintracerromatoso expresan que de no lograr votar por una huelga, ante la negativa a negociar por parte de Cerro Matoso, prefieren retirar el petitorio y volverlo a presentar, antes de ir a un tribunal de arbitramento; mecanismo en el que no confían porque dicen: “En ese tribunal el que define es el Gobierno, que siempre ha sido sesgado en favor de las empresas”.

Y es que las negociaciones aunque ya se encuentran en su segunda etapa, la de prórroga, no han dejado acuerdos sobre los temas de mayor importancia puestos en la mesa por parte de la organización de los obreros.

Las conversaciones iniciaron el pasado mes de enero, luego de que en diciembre se presentó el pliego de peticiones y las negociaciones avanzan, aunque con pocas esperanzas por las distancias que hay en los temas clave, como el nuevo régimen de contratación creado por la empresa en el año 2010, que ha afectado el poder adquisitivo de los nuevos obreros: “Lo principal es cerrar la brecha salarial que hay entre ellos y nosotros, eso a largo plazo apunta a acabar con la convención colectiva, porque cuando queden solo nuevos se van dejando de aplicar los derechos convencionales. Ya son como 220 quienes están así, y ese punto debe discutirse en la mesa”, explicó a VOZ el negociador y fiscal de la organización, Néstor Fabio Montañez Oviedo.

Por su parte, la empresa ha rechazado las peticiones, argumentando que para ella no es viable retroceder en el modelo en cuestión.

La puja

Cerro Matoso es una empresa del grupo australiano South32, con un complejo minero-industrial que transforma mineral de níquel, a partir de un proceso intensivo en energía, para producir ferroníquel. La planta está ubicada en el departamento de Córdoba, a 20 kilómetros del municipio de Montelíbano, y su operación lleva 32 años. Según su presidente, Ricardo Gaviria, en 2018 produjeron 39 mil toneladas de níquel.

Cuenta con 874 trabajadores directos y 700 contratistas, encargados del acarreo y procesamiento de metal, hasta la refinación y empaque. La convención se aplica solo a los directos, de los cuales son 600 convencionados. El resto son directivos.

En Sintracerromatoso hay 380 afiliados: “Lo que pasa es que con apoyo de la Central General del Trabajo, CGT, se creó otro sindicato que dividió la base. Ese es de carácter patronal llamado Sintramineros”, explicó Néstor Fabio Montañez, al hablar de la baja sindicalización.

El otro tema grueso es la exposición a un metal de alto riesgo: “Ya está comprobado que el níquel y sus compuestos son cancerígenos; entonces, estamos exigiendo que nos coticen el alto riesgo por estar expuestos y la empresa ha dicho que no. Si no conseguimos eso, nos va a tocar iniciar procesos de demandas individuales”, comenta el fiscal del sindicato. Los otros temas como salarios, se convierten en secundarios frente a la importancia de los temas mencionados.

Ante la negativa por parte de los representantes de la empresa y al no tener la mayoría de trabajadores afiliados, no pueden votar por una huelga. Negocian y afilian a más trabajadores para conseguir la cantidad necesaria, sin embargo, la empresa hace lo propio y también ha vinculado a más trabajadores con contratos cortos, con el objetivo de aumentar el número de obreros, que a su vez suben el umbral requerido por el sindicato para poder votar por un cese de actividades. “Estamos viendo cómo conseguimos la mitad más uno para sentarnos a negociar con un poquito más de fuerza”, expresó Néstor Fabio Montañez.