“La fe como servicio, no solo como devoción”: Tulia Barreto

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Tulia Barreto, madre de Claudia Gurisatti y candidata por la Colombia Humana a la alcaldía de Buga.

La candidata por la Colombia Humana para la Alcaldía de Buga, habla sobre su trabajo político y sus propuestas para una de las principales ciudades vallecaucanas

Redacción política

El 27 de abril de 2018, la campaña Petro Presidente logró conectar un hit mediático en un momento neurálgico de las pasadas elecciones presidenciales. Tulia Barreto, madre de la conocida periodista de extrema derecha Claudia Gurisatti, daba su apoyo público a la candidatura del líder progresista en un evento masivo en Cali.

Luego de casi un año de este curioso acontecimiento, Tulia Barreto ha decidido competir bajo la bandera de la Colombia Humana en las próximas elecciones por la Alcaldía de Buga. En entrevista para VOZ, habla de su vida política y de las propuestas para una de las principales ciudades en el Valle del Cauca.

–¿Quién es Tulia Barreto?

–Tulia Mercedes Barreto es una mujer con vocación de servicio público, cívico y social, disposición que viene incubándose desde el colegio, mi paso por la Universidad del Valle y en general en la vida cotidiana. Es una vocación que viene desde niña y a lo largo de medio siglo, de la mano de mi padre quien me enseñó que se debe hacer todo lo posible por servir a la comunidad de Buga.

–¿Ha tenido algún tipo de trabajo político?

–Claro que lo he hecho, específicamente desde un movimiento católico “Laicos por Colombia” cuya naturaleza es llevar el mensaje de Cristo a la política. Desde ahí hemos luchado en distintas etapas de la vida política del Valle del Cauca. Una lucha con la doctrina social de la iglesia, basados en el principio de la dignidad por el ser humano, una dignidad que iguala en el respeto al mendigo como al poderoso. Eso me lo enseñó mi padre cuando él trataba por igual a cualquier ciudadano y al alcalde. De modo que esa es la guía para trabajar en la política, que no solo es la electoral, es la política social, la de servicio y eso hoy lo podemos traducir en participación ciudadana o democracia participativa.

Servidora pública

–¿Alguna experiencia como servidora pública?

–Fui Secretaria de Salud a principios de los años noventa luego de la reinserción del M-19 siendo testigo del paso de los excombatientes de la vida militar a la civil para hacer política. En ese periodo trabajamos con procesos de construcción comunitaria en salud que a la larga dieron grandes resultados. Estuve en la política a pesar de las coyunturas violentas en donde se apagaban los procesos sociales por cuenta del paramilitarismo, en fin: todo un quehacer político. Nuestra premisa era construir ciudadanos actuantes, proponentes y decisorios.

Siendo secretaria pudimos hacer el primer plan de salud, estábamos estrenando la ley de Planeación y pudimos sentar las bases de una salud pública al alcance de las comunidades de base. Dejamos un hospital de primer nivel, Divino Niño, el hospital popular. No lo construimos, pero quedaron los planos, el diseño y la aprobación de los recursos por parte del Ministerio de Salud. Otro logro fue derrotar la Ley 100 con la participación ciudadana en los Comités de Participación Ciudadana en temas de salud.

–¿Alguna otra participación pública?

–En la gobernación de Angelino Garzón también logramos consolidar talleres de participación ciudadana que entregaron diplomados a muchos ciudadanos del Valle sobre asuntos de naturaleza pública y salud. Siempre pensando en la participación ciudadana, la construcción colectiva para la comunidades de base. El ejemplo es ver a una mujer que no tenía formación académica mínima sentarse con otras mujeres y hacer derechos de petición, conocer los asuntos públicos desde el ámbito ciudadano.

Buga

–¿Cuáles son sus propuestas para la ciudad de Buga?

–Yo entiendo la fe como servicio, no solo como devoción. Yo quiero pasar a la acción de la devoción. Si nosotros los católicos hiciéramos de la devoción una acción y vivir como Cristo, amando al prójimo y dando la vida por el otro. Ese principio de fe católico debería ser aplicado por los colombianos y seguro el país sería muy distinto, más igualitario.

Buga es un centro de caminos importante para el desarrollo y capital del turismo que logra irrigar de desarrollo en ese sector a otros municipios vecinos. Buga tiene una variedad de climas, pues limitamos con el Cauca, con el Páramo de Las Hermosas, tenemos una zona montañosa con campesinos, pero ahí tenemos un problema y es que los jóvenes no quieren trabajar en el campo y por eso nos enfocamos en acciones para el retorno de los jóvenes al campo.

Queremos para Buga una verdadera democracia participativa para la solución de los problemas que vive el municipio, pero también enfrentar problemas específicos como el del agua. El acueducto municipal ya está pequeño y por lo tanto deficiente. Tenemos que pensar en la población de Buga, que en el año 1993 había 115 mil habitantes y hoy cuenta con 20 barrios nuevos, señalando por parte de las autoridades los mismos habitantes, de tal manera que ni la planeación ni las acciones de gobierno servirán hasta que no tengamos un censo claro de la población.

Tenemos que pensar en la salud del municipio, hay problemas en la alimentación de los niños en la escuela. Tenemos que actuar para favorecer el medio ambiente, proteger el agua, preservar la cuenca del rio Guadalajara o el rio Cofre que además alimenta a Tuluá, de manera que no es un asunto solo de Buga.

–¿Cómo quiere que la recuerden por su paso por la alcaldía?

–Yo quiero ser una facilitadora de soluciones que la comunidad defina. Soy una servidora de la comunidad.