Alberto Maldonado Copelo
Reinaldo Ramírez García en artículo titulado “Consideraciones sobre la ley del valor (I)”1, señala que no pudieron entender los alcances del enfoque sustancialista del valor y la pertinencia de la crítica planteada por Miguel C. Espinosa en artículo publicado en la edición 2968. Quiero tratar de contribuir a estas reflexiones.
Dice Ramírez que “la fuerza de trabajo es una mercancía. Es la sustancia del valor”. Según Marx la sustancia del valor es el trabajo humano general o abstracto. Sin embargo, Ramírez corrige su primera afirmación cuando a continuación dice “Su valor de uso (de la fuerza de trabajo) la constituye ser la única fuente del valor”. Es decir, la sustancia o la fuente del valor no es la fuerza de trabajo, es el uso de la fuerza de trabajo, es el trabajo mismo. Me parece que en este punto no habría diferencia con Espinosa.
Mercancía sin valor
La crítica a una teoría sustancialista del valor que plantea Espinosa en su artículo se fundamenta en un libro de Michael Heinrich2, pero se encuentra también Rubín3. Estos autores consideran que algunos autores interpretaron que tanto el valor de uso como el valor eran propiedades naturales propias de la mercancía. En el caso del valor de uso esto es algo evidente (una mercancía tiene una forma, un peso, un color, etc.), pero no en el caso del valor; como dice Marx podemos tomar una mercancía y darle vuelta por todos lados y no encontrar el valor.
Desde esta perspectiva “naturalista” se considera que una vez que alguien ha trabajado en la producción de una mercancía, gastando una determinada cantidad de tiempo de trabajo en una actividad concreta, se ha materializado este trabajo en la mercancía y por tanto adquirido un valor específico. Pero si la mercancía no se vende, es decir si no logra que el precio esperado se concrete en dinero, realmente no tiene valor; sigue siendo un valor de uso pero no logró adquirir el carácter de valor de cambio. Esto pasa también con la fuerza de trabajo, si el trabajador no logra venderla pues no se convirtió en valor de cambio. Entonces el fundamento del valor es el trabajo pero no cualquier tipo de trabajo; en una sociedad de comunismo originario o en una familia patriarcal se gasta tiempo de trabajo pero el objeto no adquiere valor.
Trabajo social
El valor es una propiedad social no una propiedad material. La sustancia del valor es el trabajo, pero es el trabajo humano general abstracto y cuantitativamente un tiempo de trabajo socialmente necesario, que solo existe en la medida en que el trabajo de un productor individual, aislado concreto, se materializa en un valor de uso que se cambia, que se vende. El trabajo creador de valor solo se materializa en la medida en que se vuelve parte del trabajo social por medio del intercambio. Por tanto, se trata de una sustancia social no de una sustancia material, pero evidentemente dicha sustancia social tiene como fundamento el trabajo concreto.
Por tanto, el valor se genera tanto en la producción como en la circulación, no pueden separarse las dos esferas; en la medida en que el producto concreto satisfizo la necesidad de otros productores de mercancías y lo hizo cuantitativamente según las técnicas de producción normales y cubriendo la necesidad social, su trabajo se hizo parte del trabajo social, lo cual solo ocurre cuando se vende y el producto se convierte en mercancía. Hacer énfasis en esto tiene como propósito contribuir a la comprensión de los aportes de Marx que le dio especial relevancia no solamente al contenido del trabajo (la sustancia del valor y la magnitud del valor) sino a la forma en la cual esta sustancia y esta magnitud se manifiestan, a la forma del valor, algo que los clásicos descuidaron.
Fetichismo de la mercancía
Marx se hizo preguntas que no hicieron los clásicos, de aquí que su teoría no sea una simple continuidad de Smith y Ricardo sino una revolución teórica. En el apartado sobre el fetichismo de la mercancía Marx lo dice expresamente; los clásicos descubrieron el contenido de las formas pero no se preguntaron por qué el trabajo adopta estas formas, por qué el trabajo aparece bajo la forma del valor. Aquí el análisis no va desde la forma, el valor de cambio, para encontrar oculto el valor, la sustancia del valor y los determinantes de la magnitud del valor; por el contrario el enfoque de Marx parte del trabajo, de una forma específica de organización del trabajo, la producción por parte de productores aislados, privados, autónomos, que se vinculan solamente por medio del cambio. Desde esta perspectiva, el análisis de Marx muestra que en este tipo de organización productiva el trabajo solamente puede presentarse bajo la forma del valor.
Las fuerzas del mercado
Este es un punto muy importante para Marx. Los seres humanos han creado una forma de organización donde la sociedad se constituye no apartir de una decisión consciente y colectiva, donde cada individuo tiene un lugar específico y determinado a priori en la producción y la distribución, sino que se conforma a partir de dicha interacción, es resultado del proceso de cambio y de la competencia. Esto es lo que conduce a Marx a plantear que una creación humana, este tipo de organización y sus formas, la mercancía, el valor, el dinero, escapa a su control consciente y termina dominándolo, dado que las fuerzas del mercado determinan sin su voluntad su lugar y situación.
Para Marx esto es fundamental para entender la sociedad capitalista y la forma específica de explotación. Desde el Manifiesto Comunista ya Marx sabía que había división en clases, conflicto entre ellas y explotación de unas clases por otras. Pero el mecanismo de explotación capitalista es específico, diferente de la explotación en otros modos de producción; no es claro y transparente, se opera mediante el mercado. Por esto, para poder entender el plusvalor era necesario entender primero el valor.
1 Publicado en la edición de 24 de abril de VOZ
2 Heinrich, Michael, ¿Cómo leer El Capital de Marx?, Escolar y Mayo Editores, 2018; Heinrich, Michael, Crítica de la economía política. Una introducción a El Capital de Marx, Escolar y Mayo Editores, 2008.
3 Rubin, Isaac, Ensayos sobre la teoría marxista del valor, Cuadernos de Pasado y Presente, 1975. Para los interesados en profundizar en la teoría del valor este texto de Rubin y los dos mencionados de Heinrich, son un excelente material.