Otro vuelo alto del “Supermán”

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Supermán López en prueba contrarreloj. Foto ESPN.

Lo hecho por el pedalista nacional es otra proeza, aunque no sea visto así por una afición y una prensa triunfalistas, a quienes solo les sirve el primer puesto en una de las tres grandes: Italia, Francia y España

Juan Carlos Hurtado Fonseca
@Aurelianolatino 

Que a sus 25 años Miguel Ángel “Supermán” López haya hecho podio en dos grandes como la vuelta a España y el Giro de Italia, en 2018; ganado dos etapas de esa prueba española y obtenido el octavo lugar en la clasificación general, en 2017; ganado la Vuelta a Suiza y la Milán-Turín, en 2016; la camiseta como mejor joven en los dos Giros en los que ha participado y ganado el Tour del Avenir, en Francia en 2014 son solo algunos de los logros que evidencian que el mundo ciclístico está ante otro súper humano.

Para la edición que acaba de culminar en Italia, Miguel Ángel había sido llevado como el capo de uno de los mejores equipos del mundo: Astana, de Kazajistán, y por su palmarés era uno de los favoritos junto al holandés Tom Dumoulin, al esloveno Primoz Roglic y al italiano Vincenzo Nibali. Seguramente el objetivo de la escuadra kasaja era mejorar lo hecho el año anterior, sin embargo, los resultados obtenidos son muy buenos.

Este año el Giro también contó con la participación de los colombianos Esteban Chaves, del Mitchelton Scott; Sebastián Molano y Fernando Gaviria por el UAE Team Emirates e Iván Sosa y Sebastián Henao por el Ineos, antiguo Team Sky.

Los otros nacionales

La carrera se caracterizó por contar con tres contrarreloj individuales, pruebas que no favorecen del todo a los nacionales, pues estos se caracterizan por sus capacidades como escaladores. Aun así Gaviria fue ganador de una etapa luego de que los jueces descalificaran al local Elia Viviani por conducta antirreglamentaria. Pero en la séptima etapa debió abandonar por fuertes dolores en una de sus rodillas.

El otro colombiano que tuvo que dejar la competición, antes de la cuarta etapa, fue el lanzador de Gaviria, Juan Sebastián Molano, luego de que su mismo equipo lo retirara argumentado haber encontrado resultados fisiológicos aparentemente anormales. “Siguiendo la política del equipo relativa a la protección de la salud de nuestros ciclistas, el colombiano será suspendido para someterse a más pruebas en las próximas semanas, en colaboración con la UCI, mientras intentamos determinar la causa de estos resultados inusuales”.

No obstante, tres días después el director deportivo del equipo dio declaraciones en las que dejaba ver que el deportista sería absuelto y que se estaba ante alguien de excepcionales condiciones. Igual, el daño ya estaba hecho.

El chavito Chaves, quien iba como gregario del británico Adam Yates, de manera épica ganó la etapa 19, al entrar en solitario luego de haber protagonizado con otros 11 pedalistas la fuga del día.

Finalmente, el ganador de la competición fue el ecuatoriano Richard Carapaz, quien se convirtió en el tercer latinoamericano en coronarse campeón de una de las tres grandes, luego de Lucho Herrera, quien ganó España en 1987 y Nairo Quintana, quien subió a lo más alto del podio en Italia en 2014 y en España en 2016.

La osadía de López

Para valorar la presentación del Supermán López, VOZ consultó la opinión del exciclista profesional Ángel Yesid Camargo, quien corrió las tres grandes con el Kelme de España y actualmente es uno de los técnicos de un equipo boyacense de ciclismo.

De entrada el entrenador deja claro que todos los equipos que compiten en las tres grandes seleccionan a los mejores y lo hacen para ganar. Escogen a ciclistas de mucho nivel, inclusive con condiciones superiores a las de los colombianos, es decir, van los mejores del mundo.

“Es una carrera de 21 días y son muy pocos los que pueden aguantar para terminarla. Es obvio que el Astana salió con los objetivos de figurar, ser protagonista y ganar, no solamente con el título sino con etapas y las presentaciones en las etapas”, aclara el técnico.

Además, hay que tener en cuenta que se deben dar una serie de condiciones para que un corredor obtenga el título: “A eso lo llamamos en el ciclismo tener los astros alineados, contar con buena suerte, que no se enferme, que no tenga caídas, el clima, las estrategias de carrera, que no haya averías mecánicas y que el organismo responda durante 21 días. Y los inconvenientes que tuvo Supermán los pudo superar, porque hay muchos que se caen o pinchan y pierden media hora. Por eso un corredor que haga top 10 es muy apreciado en el mundo, porque logra superar muchas adversidades, además de contar con grandes condiciones fisiológicas”.

Sobre la crítica que hace la prensa a los corredores, el exciclista dijo categóricamente: “Somos un país muy triunfalista y ni siquiera tenemos un equipo world tour, esperamos solamente de la condición individual de Miguel Ángel, Nairo, Rigo, Egan, Sosa, pero no podemos decir que como país o como Estado nos merezcamos los triunfos que ellos nos dan, porque son el resultado de su sacrificio personal, de sus familias, aunque Colombia no ha invertido un peso en eso.

“Sin embargo, de eso sí se aprovecha la prensa, se benefician del trabajo individual de esos corredores, se benefician los periodistas deportivos, porque se mueve el mercado, venden pauta publicitaria, ganan las empresas; pero cuando no ganan los crucifican y la gente es inconforme. Si el Estado con nuestros impuestos o la empresa privada invirtiera para tener un equipo world tour, sería diferente”.

Producto de ese triunfalismo de la prensa y de vender una realidad inexistente -hay muchos corredores con mejores condiciones que los mejores de Colombia-, se ha entendido que no obtener el primer puesto es una derrota. No se tiene en cuenta que el ciclismo es un deporte en el que para cualquier corredor es un triunfo que su equipo lo escoja para competir en una de las grandes, más en un mundo donde hay más de dos millones de pedalistas profesionales, solo 18 equipos world tour y 25 procontinental.

Por eso, lo hecho por el Supermán y el resto de nacionales en Europa es monumental y seguramente él y otros pedalistas nacionales seguirán siendo protagonistas en las más difíciles competencias, aunque como dice el profesor Ángel Yesid, esta sociedad no lo merezca.