El fútbol popular se toma los barrios de Pereira

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Valentina Rodríguez González

Los clubes de fútbol popular empiezan a formarse en la ciudad a partir de un diagnóstico del estado actual de los jóvenes, su participación y construcción de identidad con el territorio que habitan. Diagnóstico que da cuenta de la breve permanencia de estos en la educación formal, la precarización laboral, así como las dinámicas ocultas de sus barrios, donde situaciones como el microtráfico, condicionan y definen su vida y modifican las relaciones sociales de los mismos en sus territorios.

El pasado 1 de junio, se realizó en el barrio Villa del Bosque de la comuna Cuba, el primer encuentro de clubes de fútbol popular de Pereira, una jornada donde se llevaron a cabo actividades de reconocimiento e integración, donde las dos escuelas participantes, La Amoladora FCP y Guardianes del Bosque FCP, dialogaron sobre el fútbol popular, sobre las evocaciones que tienen para ellos, conceptos como juventud, comunidad, inclusión, y  partir de los cuales construyeron por subgrupos esquemas, dibujos, canciones y escritos donde plasmaron el carácter popular del fútbol que juegan, basado en una expresión comunitaria y solidaria, ese carácter que lo diferencia del fútbol al que las dinámicas comerciales y de la industria del entretenimiento han hecho de este.

Este deporte es conocido por las niñas y niños colombianos en sus barrios y de la manera más humana de desarrollo social: el juego y el relacionamiento con el otro; se habla entonces de un fútbol incluyente, solidario en el que la prioridad no es competir por ser el mejor jugador en la cancha, sino uno consciente de su papel transformador del territorio a partir de procesos organizados dentro de un equipo que se construye desde las prácticas deportivas comunitarias.

El segundo momento del encuentro tuvo lugar en la cancha del barrio, un intercambio deportivo, donde los integrantes de los clubes pudieron demostrar el proceso que han llevado y teniendo en cuenta las significaciones que con anterioridad hicieron, bailaron al son que toca el fútbol, el que se contagia con rodar una pelota, al reconocerse como parte de un equipo que no solo juega para ganar en la cancha, y así aportar a un ambiente de participación y paz en sus barrios.

El primer encuentro de fútbol popular concluye en ubicar los barrios como espacios de relacionamiento que deben ser aptos para el desarrollo del bienestar y la vida de las personas que habitan en ellos y resalta la importancia de llevar a cabo iniciativas que fortalezcan la vida en comunidad y el respeto por el territorio que se habita, que permitan la construcción de tejido social partiendo de elementos que se transversalizan por la paz, el ambiente, el derecho a la recreación, así como al arte, la cultura y el deporte.