Un proyecto de vida

0
6451
Espacio de venta de alimentos en Pondores. Foto Carolina Tejada.

A pesar de los incumplimientos del Gobierno nacional, excombatiendes dan ejemplo de planificación y organización desde los territorios

Carolina Tejada Sánchez
@carolltejada

Bañado por la Serranía de Perijá y a una media hora del casco urbano del municipio de Fonseca, en el departamento de la Guajira, se encuentra Pondores, uno de los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación, ETCR. Allí, en medio de múltiples dificultades y de los 35 grados de sol bajo la sombra, que en promedio caen sobre los techos de las casas prefabricadas con asbesto, perjudicial para la salud, habitan cerca de 250 personas que integraban la extinta Farc.

Este grupo de exguerrilleros, que anhelan la construcción de la paz en condiciones dignas y con derechos básicos para la población, han sabido salirle al paso a sus necesidades, dado el incumplimiento del estado.

Un proyecto de vida que se construye en colectivo

La zona ha tenido diversas iniciativas que han sido promovidas por el mismo partido FARC, entre esas las de los proyectos productivos agrícolas, a través de una granja colectiva, marraneras, y también un proyecto de modistería, entre otros, los cuales han sido gracias al propio esfuerzo del partido.

Bertulfo Ramírez es uno de los exjefes del estado mayor central de la otrora FARC-EP, a quien, entre algunos sectores de la población, le llaman el rescatista, debido a una historia que tiene que ver con la coordinación de un rescate de unas mujeres de la región, que él asumió bajo su mando. Las mujeres habían sido secuestradas por otra organización armada, a las que luego de un operativo las entregó sanas y salvas. Este hombre se ha encargado de coordinar lo relacionado con dichos proyectos en la zona.

VOZ dialogó con Bertulfo y contó que es precisamente a través de la comunidad internacional que se han gestionado apoyos a las iniciativas productivas. Se trazaron una meta que correspondía a una de las ideas de Manuel Marulanda, “lo primordial para las personas, decía el camarada, es la vivienda. Las personas pueden tener carro, finca, animales, pero sino tienen vivienda, están expuestas a que las coja el agua o el sol, así que la lucha por la vivienda es clave”, comenta.

Con esa idea se trazaron un plan que denominaron; “El proyecto de vida”.  Sobre ese proyecto que contiene análisis y cifras de lo que buscaban, elaboraron una especie de portafolio con una carta de presentación. “Nuestra carta de presentación era el plan de vida. Entonces, nos fuimos a las embajadas y visitamos con otros compañeros de acá de Pondores y de Tierra Grata, unas 12 embajadas, universidades, la Agencia Nacional de Tierras, a la OIM, Organización Internacional para las Migraciones. Todas estas visitas las hicimos con nuestros propios recursos. A raíz de eso, entonces se da el apoyo de la Unión Europea para la vivienda”.

Bertulfo Ramírez, dirigente del partido Farc. Foto Carolina Tejada.

Ese plan de vida tiene ocho ejes transversales, el de vivienda, el de salud, la educación, los cultivos agrícolas etc., “empezaron a frecuentarnos desde diversas embajadas, la Unión Europea, las universidades. Y por nuestra propuesta, nos incluyeron en una especie de sorteo que hicieron para asuntos de vivienda y salimos favorecidos. De ahí salió el aporte de los 700 mil euros”, cuenta el dirigente de Farc, que, por medio de asambleas, entre la militancia asentada allí, lograron establecer consensos de que, los ocho millones que les correspondía a cada excombatiente por parte del acuerdo, los iban a destinar para un fondo común que beneficiara a todos y todas.

Pero, apareció el pelo que le faltaba al gato, después de un año de adelantado el proceso y de lograr llenar todos los requisitos y documentación requerida ante el Fondo Europeo para la Paz, se dio paso al desembolso del dinero en la cuenta bancaria creada hace varios años en el Banco Davivienda. Este dinero fue devuelto por la entidad, la cual, no dio explicación alguna a sus dueños, al parecer ellos “no querían tener problemas con activos y la plata fue devuelta”, comenta el dirigente de Farc y asegura que tuvieron que lidiar con ese problema antes de que la entidad les sirviera para el trámite.

Las ciudadelas de paz

“Vamos a construir 200 viviendas en Pondores y 150 en Tierra Grata. Los ocho millones se suman al apoyo de la Unión Europea, más la autoconstrucción, esto lo sumamos hasta un determinado techo y dijimos, con esto ya paramos el rancho. Después vendrán los arreglos y el que quiera ampliar lo puede hacer. Como dirección nos comprometimos a asegurar el terreno”, en esa primera fase, se compró una maquinaria y adelantan los planes para la casa modelo. Los excombatientes vienen adelantando unos talleres de carpintería y construcción, ellos y ellas serán la mano de obra de ese sueño denominado, las ciudadelas de paz.

Por otra parte, aseguran que ha sido una lucha con los Gobiernos nacional y departamental para que cumplan con su responsabilidad. Este proyecto demanda los terrenos para que las viviendas se lleven a cabo. Las casas son un compromiso que llegó con los acuerdos, sin embargo, no les han cumplido, el anterior gobernador encargado, Wilson Rojas Vanegas, habría tenido vía libre para hacerlo pues la Asamblea departamental de La Guajira le autorizó para que adquiriera un lote en el que se construirán dichas viviendas en el corregimiento de Conejo. Varias reuniones públicas se realizaron con ese propósito, pero el impulso llegó hasta inicios de año y los terrenos nunca se compraron.

A la espera de la voluntad del gobierno departamental, estas personas continúan con sus planes, pero según Bertulfo, “es difícil hacerle entender a nuestra comunidad que lo lograríamos, sobre todo, por las prevenciones con el gobierno y por el comportamiento del la Agencia Nacional de Tierras, que invita a la gente a que mejor no participe, que mejor invierta en un proyecto productivo. Esto lo hemos ido criticando. Ahora ya tenemos maquinarias para construir los bloques”.

La máquina para construir un sueño

Con unas máquinas industriales que salieron de los recursos reunidos, más una capacitación que recibieron para el manejo de las mismas, la exguerrillerada está en la labor de sacar bloques crudos aptos para sus casas: “Con las herramientas y cuatro máquinas industriales en cada zona, el personal nuestro estaría produciendo los bloques para todas las casas proyectadas y tendríamos la capacidad de sacar varias viviendas al mes”, cuenta Bertulfo, además, asegura que después de esta etapa vendría la segunda fase; la de la ampliación. Las personas que no pudieron estar en este primer proceso, porque no creyeron o por temas judiciales, no se vincularían para asegurarles su vivienda.

Este es sin lugar a dudas, un trabajo comunitario, colectivo, en donde todas las personas aportan un granito de arena para un fin común. La experiencia que adquieren aquí será el pilotaje para una unidad productiva para la región, con maquinaria y personal capacitado.

La exigencia que hasta ahora han tenido siempre, es que el gobierno cumpla los compromisos acordados, pues cada proyecto y gestión para mejorar las condiciones de vida de las personas reincorporadas ha sido insuficiente: “Hasta ahora, nosotros hemos cumplido, estamos esperando que el gobierno cumpla, pero se nos están acabando los argumentos”, afirma Bertulfo.

Los habitantes del Espacio Territorial de Pondores reciben capacitacion para el diseño de vivien-
das. Foto Carolina Tejada.