La jornada virtual de protesta Un Canto Por Colombia reunió a casi un centenar de artistas quienes exigieron el respeto por la vida y el cumplimiento de los Acuerdos de Paz
Roberto Amorebieta
@amorebieta7
En ocasiones, la indignación o la esperanza de un pueblo se expresan de manera que contradicen las formas clásicas de la movilización social. En tiempos normales, los ciudadanos nos hubiésemos echado a la calle indignados por la violencia y el recrudecimiento de la atroz práctica de las masacres, en particular contra los jóvenes. En cambio, el confinamiento impuesto por la pandemia llevó a un importante grupo de artistas -animado por el cantante César López- a convocar la jornada virtual de protesta ‘Un Canto por Colombia’, que, desde la música, la poesía, la palabra y la expresión artística exigió el respeto por la vida y defendió la necesidad de transitar hacia la reconciliación.
Revolución contra el miedo
Las más de siete horas de transmisión -disponibles en internet- fueron un recorrido por la enorme diversidad musical de nuestro país, desde los aires tradicionales hasta los ritmos urbanos más actuales. Pero la jornada no fue solo la posibilidad de explorar y admirar nuestra inmensa riqueza cultural, también se convirtió en un escenario para reflexionar, exigir al Gobierno el fin de la violencia y denunciar la destrucción de la naturaleza.
Entre varias decenas de participaciones, a juicio del redactor, se destacó la talentosa cantante Natalia Bedoya, la actriz Diana Ángel con una composición suya invitando a la reconciliación, el currulao de Herencia de Timbiquí, la carismática Adriana Lucía quien pidió con su canto que nunca nos falte la voz, la exguerrillera Alejandra Téllez quien compartió su composición “Esperanza de paz”, el rebelde hiphop de Ali A.K.A. Mind, Contacto Directo, Kiño Duelo, Alcolirycos y Petit Fellas, las conmovedoras voces de Marta Gómez, María Mulata y Francisca Valenzuela, las lúcidas reflexiones de Ricardo Silva Romero, Alberto Salcedo Ramos, María Jimena Duzán y Jesús Abad Colorado, las valientes denuncias de líderes como Soraya Bayuelo, Victoria Strauss o Leiner Palacios, las estremecedoras interpretaciones actorales de Natalia Reyes, Andrés Parra y Carmenza Gómez, “El Aguante” del entrañable René Pérez, “Residente”, y las vibrantes palabras de la actriz Carolina Cuervo quien provocadoramente se preguntó “¿y si hacemos una revolución contra el miedo?”.
Las víctimas de la violencia
Fue un llamado vehemente desde el amor, la vida y la esperanza a que se detenga la violencia y a que construyamos un país justo y en paz, donde pensar diferente no sea un motivo para ser asesinado. La jornada abrió y cerró con la impactante canción de César López ‘Hasta que amemos la vida’, que enumera los nombres de algunas de las víctimas más representativas de la violencia en Colombia. En ella, nombres de líderes políticos como Jorge Eliécer Gaitán, Bernardo Jaramillo, Manuel Cepeda, Jaime Pardo, José Antequera, Álvaro Gómez o Carlos Pizarro, junto a los de líderes sociales como María del Pilar Hurtado, Cristina Bautista, Temístocles Machado o Nelly Bernal, investigadores como Mario Calderón, Elsa Alvarado o Alfredo Correa, periodistas como Guillermo Cano, Orlando Sierra o Silvia Duzán, víctimas del Palacio de Justicia como Alfonso Reyes Echandía o Cristina Guarín, exguerrilleros como Dímar Torres, Guadalupe Salcedo o Alexander Parra, las víctimas de “La Escombrera” y de los falsos positivos, los once diputados del Valle o jóvenes inocentes como Diego Felipe Becerra o Dilan Cruz, nos recuerdan que hay que encontrar la verdad y buscar la salida hasta que amemos la vida.
Como lo dijo Catalina García, cantante del grupo bogotano Monsieur Periné, más que un canto, fue un grito por la vida.
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