Incumplimiento de convención, persecución sindical y tercerización ilegal son las principales arbitrariedades denunciadas por Sintraimagra
Juan Carlos Hurtado Fonseca
@Aurelianolatino
Cansados de abusos como la persecución con despidos a obreros sindicalizados, el incumplimiento de la convención colectiva de trabajo firmada en 2016 y las formas de contratación tercerizadas en actividades misionales de una empresa palmera, los trabajadores de las fincas de palma aceitera en Cumaral, Meta, y Paratebueno en el departamento de Cundinamarca han acudido en busca de ayuda ante el Ministerio de Trabajo, sin resultados hasta el momento.
El problema se agudizó cuando la empresa, de propiedad de Corficolombiana, no les cumplió con pasar 150 obreros tercerizados a contratación directa, como lo habían acordado en convención.
“El problema es la tercerización ilegal porque son labores misionales. En la convención se había acordado la vinculación directa de 150 trabajadores para junio de 2016 y al momento no se ha cumplido, han contratado solo a 20”, dice José Orlando Peña, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria de Productos Grasos y Alimenticios, Sintraimagra, subdirectiva Cumaral, organización con 52 afiliados, aunque como víctima de persecución les han despedido cuatro.
Según el presidente de la subdirectiva de Sintraimagra, en reuniones que han tenido con la empresa en el comité obreropatronal, esta no da explicaciones de sus infracciones y dilata soluciones.

También denuncia que las formas de contratación cohíben a los obreros a afiliares a las organizaciones sindicales porque no les renuevan: “Desde 2014 que se activó la subdirectiva la constante es la persecución y hacer malos ambientes para que no se afilien. La gente no se pueden afiliar porque no les dan más trabajo cuando se les acaba, los obreros cuidan su puesto. Parece una política a nivel del país, vemos cómo matan líderes en las regiones…”.
Los trabajadores han interpuesto querellas contra la empresa ante el Ministerio de Trabajo en el Meta, pero dicen que allá no les prospera nada, donde les argumentan que no tiene suficiente personal para hacer las inspecciones: “Siempre tienen pretextos. Hace un par de años los corteros hicieron huelga y el conflicto terminó en el comando de Policía porque el Ministerio de Trabajo no apareció. Los directivos de la empresa al ver eso están envalentonados, arrogantes, amenazantes. Es preocupante”. Ante la falta de respuestas en el Meta el sindicato prepara unas querellas para presentar la misma institución pero en Bogotá.
La firma cuenta con varias fincas que suman 5.700 hectáreas en Cumaral y Paratebueno. En estas ocupa alrededor de 900 trabajadores de los cuales 340 son directos y el resto tercerizado, aunque también cuenta con pasantes universitarios y del SENA. Con estos elabora productos como aceite crudo de palma y aceite crudo de palmiste, desarrolla trabajos de campo en cosecha y poda, fitosanidad, transporte del fruto y labores administrativas, entre otros.