Mientras unos trabajadores ya gozan de garantías laborales y sindicales, otros ven la posibilidad de una huelga y piden terminar la persecución sindical
Juan Carlos Hurtado Fonseca
@Aurelianolatino
La convención colectiva con el Banco Itaú se firmó el 22 de agosto pasado, luego de 37 días de tensa discusión, y tendrá una vigencia de dos años a partir del primero de septiembre. En cuanto a aumento salarial lo pactado fue el 6.80% promedio ponderado.
En cuanto a vivienda el banco atenderá durante la vigencia de la convención colectiva el 80% de las necesidades de los primeros créditos de vivienda. Para el segundo crédito se pactaron 90 operaciones y para el tercero se acordaron 55 operaciones durante la vigencia.
Así lo dieron a conocer las organizaciones sindicales que negociaron con la entidad y Luis Arturo Ortiz presidente de la seccional Bogotá de la Asociación Colombiana de Empleados Bancarios, ACEB.
Esta entidad llegó a Colombia como Banco Santander, luego pasó a ser Bancoquia, otra vez Santander, tiempo después Corbanca y se fusiona con el Hell Bank, y ahora es de capital brasilero con el nombre de Banco Itaú. Cuenta con 120 sucursales en todo Colombia y con 3.400 trabajadores contratados a término indefinido, de los cuales hay sindicalizados 1.200 en varias organizaciones satélites de organizaciones como la Unión Nacional de Empleados Bancarios, UNEB; la Asociación Democrática de Empleados del Sector Bancario y Financiero, Adeban; y la ACEB.
“El banco ha perseguido a los afiliados a sindicatos al punto que deben ser miembros se de juntas directivas para que sean respetados porque a quien se afilie a un sindicato lo despiden. De esa manera, siendo miembros de juntas directivas, se les respeta una estabilidad”, explicó Luis Arturo Ortiz.
Entre otras ganancias de la negociación está que en materia de salud se realizó un ajuste en la póliza de hospitalización y cirugía, y los incrementos de la prima de la póliza serán del IPC salud + 4 (proyectado). Por otra parte, el valor del auxilio de maternidad tendrá aumento actualizado a 2019.
Según el presidente de ACEB Bogotá, la negociación fue difícil porque la administración de la entidad argumentaba que hasta ahora están obteniendo utilidades, y que estas no compensan el incremento que les harían en auxilios y en salarios, lo que presentaban como impedimento para llegar a un acuerdo.
“Nosotros, al estar afiliados a la Uniaméricas, manifestábamos que nos dieran el acuerdo marco que tenían en la casa matriz en Brasil, lo que negaron y no aplicaron. Hicimos lo que estaba a nuestro alcance en cuanto a lo que se ganó como auxilios ópticos, de alimentación y de transporte entre otros”, concluyó Luis Arturo Ortiz.

Bancamía
Por otra parte, mientras los trabajadores de Itaú ya disfrutan las garantías laborales y sindicales que lograron obtener, en Bancamía, entidad perteneciente a BBVA que nació como resultado de la integración de la Fundación Microfinanzas BBVA, la Corporación Mundial de la Mujer Colombia y la Corporación Mundial de la Mujer Medellín, y que cuenta con 3.300 trabajadores en todo el país, de los cuales 500 están sindicalizados, se adelanta un proceso de votación para definir si van a un tribunal o a huelga y solucionar el conflicto con esa entidad.
Allí ya pasó la etapa de arreglo directo sin acuerdos. Por los empleados negocian la Asociación Sindical de Empleados Bancarios del Sector Financiero Colombiano, Asefinco, y la ACEB.
Para esta entidad el pliego había sido presentado el pasado 5 de julio, y ya se cumplieron 40 días sin lograrse un acuerdo. Luego del fin de las negociaciones, en comunicación la comisión negociadora informó a los trabajadores que ha realizado ingentes esfuerzos para promover un acuerdo, en los términos más favorables a los trabajadores, aunque sin poner en riesgo la viabilidad de la institución financiera. Pero que los voceros de la empresa se han empeñado en que los trabajadores acepten que el banco tiene serios problemas para atender las peticiones debido a la pérdida sistemática de clientes. “Argumentan además que los costos del personal representan un 43% de los costos financieros del banco”, dicen los negociadores.
Ante los argumentos, los sindicatos respondieron que los clientes se van por los insoportables intereses que les cobran; por la imposición de todo tipo de seguros; por el acoso a que son sometidos; por la demora en el otorgamiento de los créditos, que son manipulados para beneficio del cumplimiento de la meta de los directores regionales y por el hostigamiento que les hacen los gerentes regionales, para que presenten declaraciones en contra del trabajador que les prestó el servicio.
Y sobre los costos financieros expresan que es claro que si en el mismo paquete suman los sueldos multimillonarios de quienes ostentan cargos importantes en la dirección general y en las diferentes regionales, y a eso se suman “los costos de las asesorías antisindicales donde seguramente el Banco invierte grandes sumas de dinero para tratar de impedir la expansión del sindicato, lo que se expresa en continuos llamados a descargos y la implementación de procesos de levantamientos de fueros sindicales, para reprimir a los trabajadores que se organizan, aquí también podrían tener la razón, aunque con evidentes manipulaciones”.
Los trabajadores también invitan a cesar la persecución sindical: “Señores de la dirección de Bancamía, no se trata solo de ganar altos salarios, también hay que justificarlos; por ejemplo, en un equipo deportivo, cuando las cosas van mal no despiden a los jugadores, despiden al técnico o a los administradores, así es en el mundo entero ¿Por qué en Bancamía tendría que ser distinto ¿Además, estamos cansados de invitar a los representantes del banco a que, de una vez por todas, acepten que el sindicato es una realidad y que ya es hora de parar la guerra antisindical, que para lo único que ha servido es para que todos los días ACEB crezca y la actividad sindical se fortalezca, ¿lo inteligente no debería ser, convivir con la realidad y hacer equipo entre todos, empresa, sindicato y trabajadores para sacar adelante la institución financiera?”
Acerca de las votaciones para huelga o tribunal, los sindicatos explicaron que si los no votan masivamente en favor de la huelga estarían postrándose colectivamente, dándole el respaldo a todas las acciones que el banco despliega en contra de sus trabajadores a toda su política de represión selectiva, al desconocimiento de sus derechos ganados después de muchos esfuerzos, pero desconocidos en los escritorios de los enemigos de la práctica sindical y exponiéndonos al duro impacto de los avatares de la política económica del gobierno antipopular de Iván Duque. “Si gana la votación para que se haga la huelga, muy seguramente esta no sea necesaria realizarla porque el voto se habrá convertido en una trepidante voz de protesta contra la posición que está esgrimiendo el Banco y esto lo obligará a ceder a los reclamos justos de sus empleados”, concluyen los sindicatos.