¡Ahora es cuando es!

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Pavel Santodomingo

Hace unos días, tomando algo en un cafetín del centro de Bogotá y en mitad de una álgida conversación sobre la correlación de fuerzas en el actual proceso de terminación del conflicto, sonaba “Tiempo pa’ matar”, conocida canción de Willie Colón. Terminada la canción que fue grabada con el sello Fania en 1983, reanudamos los improperios que tenía forma de elevada discusión política donde los argumentos iban desde: “Nos van a matar a todos” hasta “el próximo gobierno seremos poder”, cuyas conclusiones no pueden ser otras que una sensación de impotencia combinada extrañamente con la esperanza de vivir en un verdadero cambio de época consecuente con la implementación del proceso de paz.

Días después, vuelve y suena la canción, pero ahora solo en mi cabeza. Se me quedó durante todo el día, y como una revelación, asocié la canción con el momento difícil en el que vive el movimiento social y político, las alarmantes cifras de victimización que suman ya más de 150 líderes sociales asesinados, persecución que cuenta por parte de la autoridades con la negación sobre su sistematicidad y esto acompañado del silencio social.

De alguna forma resolví el acertijo dado por mi subconsciente; sin embargo, me di cuenta que quizás el pasaje propicio para comprender la realidad colombiana no era solamente el proceso de criminalidad estatal y paraestatal en el que vivimos, sino sobre todo, tiene que ver con las posibilidades que este momento presenta, dado por una crisis profunda de representatividad, tanto de liderazgos como de partidos políticos y ésta posibilidades son directamente proporcionales a nuestras apuestas en el campo popular y alternativo.

La paz es la puerta de entrada a un nuevo estadio social, un momento que no conocemos y que depende de nosotros para que se materialice lo acordado y se transite hacia una sociedad donde se respete el pensamiento crítico y transformador, que se garantice el derecho de organización y de protesta social, así como se construya un régimen donde los sectores de oposición podamos ser poder.

Es allí donde el estribillo de “esperando el momento preciso” adquiere una fuerza impresionante, la guerra en Colombia, esa que nos quitó una generación completa de luchadoras y luchadores sociales y políticos, y por lo cual nuestra composición etérea es tan disímil, puede por fin terminar y dar paso a la posibilidad de abrir una brecha en el hermético poder nacional.

¿Qué otro momento es el adecuado? Tenemos por delante una oportunidad que debemos saber sortear, y eso incluye la comprensión de nuestra organización, entendiendo que quizás nuestra potencialidades son más colectivas, existen capacidades que nos ha dado la posibilidad de vivir en tiempos difíciles, esto se suma con esfuerzos individuales muy valorables. Aquí tenemos todo un contingente de profesionales, magister, experiencias laborales en la administración pública, artistas con creatividades infinitas, ingenieros, físicos y químicos, en fin, un contingente que ha estado a la espera de un momento como éste.

¡Ahora es cuando es! Tenemos que creer, es momento de dar el salto cualitativo que exige las circunstancias, con nuestros conocimientos y también nuestras inseguridades puestas al servicio de la causa popular, esa que no pudieron matar; nuestro legado es hoy nuestro ejemplo y por ello es necesario poner nuestros nombres en juego en la próxima contienda electoral, porque renovar es también tomar decisiones por parte nuestra, es fundamental dejar al lado nuestras frustraciones y convencernos que somos capaces, esa generación con memoria y con conocimientos suficientes para ser poder.

Insisto. Quizás las formas deban ser más colectivas, tampoco requerimos de los liderazgos de antaño, lo cual es hoy una cualidad que la ciudadanía colombiana sabrá valorar. Por todo esto invito a todas aquellas personas que saben que es nuestro tiempo, que comprenden que la ruptura es necesaria; esta es una invitación a conformar de forma excepcional una lista unitaria a la Cámara y al Senado, cargada de futuro, una invitación a que nos empoderemos en este nuevo tiempo. “Es que no hay tiempo pa’ ser indeciso dale, dale, dale, dale, dale, dale”.

@Pavka_UP