Al rescate de los sindicatos agrarios

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Héctor José Valencia Beltrán es profesor desde hace más de 20 años y lleva dos periodos como responsable de organización y educación de la Asociación de Institutores del Caquetá, AICA. Ahora, en unión con el Sindicato de trabajadores de la Seguridad, presenta su nombre encabezando una lista para la dirección de la subdirectiva de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, Caquetá, en las elecciones del próximo 21 de septiembre.

El principal objetivo de su postulación es el rescate del carácter clasista de la central o el rescate de sus principios fundacionales, como característica sin la cual esa organización no puede dar una pelea a fondo por los derechos de todo el pueblo. “Mantenemos la consigna de que el sindicalismo debe afirmar su independencia frente al patrón, frente a los partidos políticos que están en el poder, y luchar no solo por nuestra reivindicaciones como obreros, por el campesinado, las mujeres, los estudiantes y defender el territorio y el agua”, comenta el dirigente.

Su departamento es de vocación agrícola en el que coexisten organizaciones de campesinos, de trabajadores agrícolas y algunos sin tierra, con quienes se ha mantenido una relación en la que los sindicatos pueden aportar educación sindical y política, que fortalezca a esas organizaciones.

“En el pasado tuvimos una organización llamada Sindicato de Pequeños Propietarios Agrícolas del Caquetá, Sinpeproagrica, que tuvo personería jurídica, afiliado a Fensuagro y a la CUT, por lo que una de las tareas es rescatar ese sindicato para que se ponga al frente de la defensa de los derechos de los campesinos, de los trabajadores agrícolas, de la mujer rural, y que se articule con otros sectores”, comenta el profesor Héctor y agrega que también buscan ayudar a organizar y fortalecer el Sindicato de Vendedores Ambulantes del Caquetá.

Asimismo, este departamento ha sido víctima de una irracional explotación minero-energética con los consabidos daños ambientales y sociales, producidos por las compañías extranjeras. “El territorio está concesionado, entregado a la voracidad del capital internacional y es importante defender este territorio. La cuenca petrolífera Caguán – Putumayo es la que mayores perspectivas de reservas petroleras se tienen en Colombia, pero hay que ponerle freno a los abusos”, expresa Héctor Valencia.

La violencia contra los campesinos está entre los principales flagelos del Caquetá, víctima de diferentes grupos armados que andan como Pedro por su casa. Por eso, los dirigentes sociales reclaman el cumplimiento de lo acordado en La Habana, para generar condiciones de vida digna y cultivo de productos que actualmente se importan. Todos estos, son problemas de los que se debe apersonar un sindicalismo que esté a la altura de las circunstancias.