Al Romelio lo despintaron

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Alcade Alejandro Char en el estadio Romelio Martínez.

Jesús Ferrer
@jesusferrersar7 

El día 28 de abril, en manos del alcalde de Barranquilla, Alejandro Char, fue reinaugurado el estadio de fútbol Romelio Martínez, el cual tuvo en su césped la memoria grandes jugadores en la historia del balompié mundial, como fueron “Pelé”, “Garrincha”, “La Bruja” Verón, “el Patón” Bauza, “el caimán” Sánchez entre otros.

El estadio fue inaugurado por primera vez en el año 1934 y posterior a la inauguración del estadio Roberto Meléndez en el año 1986, tuvo como dirección el olvido y deterioro, debido a que los grandes jugadores nunca más tocaron su césped, y el Atlético Junior que antes de 1986 cumplía con todos sus juegos nacionales e internacionales en el Romelio Martínez, no volvió a jugar partidos relevantes en dicho estadio, que tuvo por función albergar ligas locales y alguno que otro concierto.

Sin embargo, paulatinamente todas las funciones del estadio Romelio se fueron direccionando a otros sitios de la ciudad, así como fue la inversión de los alcaldes de turno. La exalcaldesa de la ciudad, Elsa Noguera, del partido Cambio Radical, fue quien anunció por primera vez la reinauguración y remodelación del Estadio Romelio Martínez, para que hiciera parte de los espacios deportivos que se iban a necesitar para los Juegos Centroamericanos y del Caribe, que se ejecutarán en la ciudad de Barranquilla en el presente año.

El proceso de reinauguración y remodelación, fue continuado por el actual alcalde de la ciudad, Alejandro Char, que también milita en las filas de Cambio Radical. El proyecto de remodelación del estadio, que tuvo por arquitecto al barranquillero, Giancarlos Mazzanti, ha estado plagado de denuncias sobre aparentes quebrantamientos de la Ley y acciones que han eliminado la línea entre los bienes privados de algunos particulares y los bienes que son sustentados por los recursos públicos, que devienen de los impuestos de los barranquilleros.

De igual forma, otra de las denuncias consiste en la modificación de los colores del Estadio Romelio Martínez, es necesario tener en cuenta que cuando el estadio fue inaugurado por primera vez tuvo por nombre, Estadio Municipal de Barranquilla y los colores que decoraron las gradas fueron las que hacen parte actualmente de la bandera de la ciudad, amarillo, verde y rojo.

No obstante, el nuevo Romelio Martínez, tiene otros colores, que son el blanco, rojo y azul, que años atrás también fueron colocados en el Estadio Roberto Meléndez de la ciudad, ambos de propiedad del municipio, eso quiere decir que se sostienen por medio del erario. El argumento del alcalde, para colocar estos colores, es que el equipo de fútbol representativo de la ciudad, el Atlético Junior, cumplirá con sus compromisos deportivos en los estadios Romelio Martínez y Roberto Meléndez.

Prosiguiendo con el mismo orden de ideas, dicho argumento no tendría ningún problema si los estadios de futbol de la ciudad fueran propiedad del Atlético Junior, el cual tiene por dueño a la familia Char, pero, no es así, los estadios por medio de sus colores implantan una identidad, que debería ser la de la ciudad de Barranquilla, como fue alguna vez, y no la de un equipo de fútbol en manos privadas, dado que todos los barranquilleros no son hinchas del Atlético Junior, sin embargo, todos los barranquilleros pagan los impuestos que mantienen los estadios.

Por último, es preocupante observar el accionar de un alcalde, que representa una familia y a un partido, que no concibe la línea de lo público y lo privado, donde por medio de la legitimidad y de manera transitoria se va apoderando de los bienes públicos, convirtiéndolos en propiedad de privados. Empero, estos bienes siguen siendo pagados por lo público, por ende, este alcalde y su familia, hacen que sus costos sean cubiertos por los barranquilleros, aunque las ganancias producidas por el Atlético Junior sean retrotraídas a los barranquilleros a manera de premio o indemnización, que son quienes en acción pagan el estadio de un equipo y no por el estadio del municipio, dado a que si no fuera así, los colores que adornaran a los estadios de fútbol de la ciudad más importantes, serían los de la ciudad de Barranquilla y no los de un equipo de fútbol, como se planteó anteriormente, no representa a todos los barranquilleros.