En entrevista para VOZ, Miguelángel López, candidato alternativo a la Alcaldía de Riohacha, habla sobre la crisis institucional que se vive en el territorio y las diferencias entre las candidaturas tradicionales con las propuestas que emergen de la convergencia “Riohacha humana y decente”
Redacción política
Con el concepto jurídico del Consejo de Estado que determinó el pasado 31 de mayo como la fecha en que el Gobierno nacional hizo efectiva la medida de destitución en contra del alcalde de Riohacha, Fabio Velásquez, por corrupción en el Programa de Alimentación Escolar, PAE; se despejaron las dudas con las elecciones atípicas en la capital de La Guajira por considerarse falta absoluta en la Alcaldía a más de 18 meses de terminar el mandato. Es decir, se mantiene en firme la fecha del 2 de diciembre para elegir nuevo burgomaestre en el segundo departamento con más altos índices de pobreza en el país.
Juan Carlos Suaza por la ASI, el Centro Democrático y el Partido de la U; Manuel Sierra Deluque “Mane” por el Partido Conservador; Iller Acosta por Cambio Radical; y Miguelángel López Hernández por Riohacha Humana; disputan de manera maratónica el irregular escenario electoral. Tal como se dijo en edición pasada, tanto Suaza como “Mane”, candidatos de la élite guajira que tiene en crisis el departamento, vienen desarrollando proselitismo electoral bajo cuestionados apoyos y sobre métodos clásicos de la política tradicional.
Por su parte, López Hernández, que se inscribió con el aval de la Unión Patriótica pero bajo la convergencia de la “Riohacha Humana y Decente”, ha sumado apoyos de la política nacional, donde se destacan los nombres de Gustavo Petro, Clara López, Gustavo Bolívar, Aída Avella, el exalcalde de Santa Marta, Carlos Caicedo, entre otros. La meta de la campaña “Humana y decente”, es convertir las dos victorias electorales de las pasadas presidenciales en la capital de La Guajira, en un golpe de opinión que asegure una victoria para las fuerzas alternativas de resonancia nacional.
En entrevista para VOZ, Miguelángel López, quien es investigador social, defensor de derechos humanos y poeta wayúu, explica el momento que vive el departamento, las diferencias entre las candidaturas, la propuesta alternativa de gobierno y la importancia de este ejercicio electoral en el convulsionado momento político nacional.
Crisis institucional y de gobernabilidad
–La Guajira y en particular, Riohacha, pasan por una aguda crisis institucional. ¿A qué se debe este fenómeno que ya parece estructural en el departamento?
–La crisis es estructural. Existe una élite guajira fundada en el libre comercio de mercancías de todo tipo, que se entrelazó con la población y la cultura wayúu. Esto originó un poder político-económico muy elástico y permeable, que borró fronteras ideológicas o partidistas; fijó objetivos comunes en torno a un ventajismo económico de linajes familiares asociados, que terminó interpretando lo público como una extensión de lo privado, entiéndase el fuero extenso familiar.
Así nos agarró el siglo XXI, y por fin, los entes de control nacionales pusieron sus ojos en este estado aberrante de cosas; he aquí el resultado, crisis institucional e ingobernabilidad departamental, local y distrital. Ahora, sentimos que es el momento para el surgimiento de una nueva corriente política sustentada en lo esencial de los valores sociales del pueblo guajiro e inspirado en el conjunto ético de la cultura wayúu.
Ética política
–¿Cuáles son las diferencias que existen entre la propuesta de Riohacha Humana y las de otras candidaturas?
–Las diferencias son varias, pero hay una que lo define todo: La democracia participativa y la ética política. La clase política negociante de La Guajira le saca provecho económico hasta a una encíclica papal, todo lo negocia, las cosas, los servicios, el saber, el vivir; tienen su propia interpretación de la democracia participativa pero no pueden mostrar una ética política veraz y comprobada, porque sus prácticas están sustentadas en la corrupción, como se comprobó en la destitución del alcalde Velásquez quien era de Cambio Radical y del resorte del vargasllerismo en la región.
Es aquí, en este punto, en donde los desnudamos, los señalamos y al mismo tiempo, nos proyectamos hacia el voto de opinión. Esa es la enorme diferencia y lo hacemos público con la ciudadanía, pues no solo somos una salida honesta a la crisis, sino que en nuestras acciones públicas encontrarán una propuesta que tiene el decoro de tener las manos limpias.
Democracia participativa
–Un año es un tiempo muy corto para resolver las profundas problemáticas de Riohacha… De llegar a ganar la Alcaldía ¿Cuál sería la prioridad para la Riohacha Humana?
–Tenemos un año para ordenar nuestra casa. Eso significa, establecer rápidamente las estructuras de participación ciudadana, estrategia que bautizamos como gobierno horizontal, que consiste en administrar con herramientas participativas hasta ahora relegadas del ejercicio público; es decir, poner en funcionamiento lo institucional en un engranaje con lo comunitario, implementando los mecanismos de participación de línea vinculante.
Por ejemplo: organizaremos, de manera conjunta, cabildos abiertos en las comunas para enraizar la forma del presupuesto participativo. Consultaremos a los gremios, sindicatos, asociaciones, grupos significativos y estableceremos las veedurías ciudadana ad hoc y las contraloría comunitarias (seguimientos a los contratos y planes de acción). Que los derechos fundamentales sean asumidos como una tradición de convivencia y una costumbre hacia el mejoramiento de la calidad de vida.
Todo esto será posible si nos orientamos en los valores y principios democráticos que son la naturaleza de nuestra propuesta. Creemos que para derrotar a la clase política negociante, causante de la crisis social que vivimos, la mejor herramienta será fijar las bases de un modelo de gobierno participativo, con el mecanismo de la transparencia de lo público, permitiéndonos, a través de la recuperación de la confianza, cogobernar con la sociedad civil organizada.
Ganar el poder local
–El país y la gente en el interior no conocen de esta elección atípica. ¿Qué importancia tiene para el momento político que vive el país?
–La importancia radica en que es una oportunidad única para mostrar el verdadero rostro de la sociedad guajira y riohachera, que es defensora de la democracia directa. Trabajar hacia la construcción de la justicia social de Riohacha, desde los valores de la honradez, el respeto, el reconocimiento, la corresponsabilidad y la solidaridad, como un compromiso que se diferencia de las otras propuestas permeadas de corrupción y politiquería.
Acá se ganaron las dos vueltas presidenciales con la candidatura de Gustavo Petro, gracias a que la inconformidad se convirtió en una alternativa real para llegar al poder. Nuestro propósito es lograr que esa expresión ciudadana siga sintiéndose representada en esa esperanza de cambio que representa la Riohacha humana y decente. Una victoria el 2 de diciembre, será un triunfo no solo de nuestra convergencia, sino del conjunto de fuerzas que quieren victorias democráticas para el 2019.