La FDIM, como parte del Componente Internacional para la verificación del Enfoque de Género en la implementación del Acuerdo de Paz en Colombia, liderada por su vicepresidenta, Gloria Inés Ramírez con una delegación internacional, visitó la ETCR, Tierra Grata, en San José de Oriente, Cesar, en su tercera misión de monitoreo
Renata Cabrales
@renatarelata
En el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación, Tierra Grata, la Federación Democrática Internacional de Mujeres, al lado de la delegación internacional compuesta por: Ana Elida Cabido, Luz del Carmen Cruz, Adriana Jiménez Real, Irene Carpintero Trazoque, de México y Ana María Monzón Paniagua, de Guatemala; el pasado 25 de noviembre, escuchó a las mujeres exguerrilleras que habitan el territorio y están en proceso de reincorporación, como también a las mujeres de la comunidad que hacen parte de diferentes organizaciones que trabajan de la mano de estas.
Victoria Sandino, senadora por el partido FARC, quien encabezó la Subcomisión de Género en la mesa de diálogos de paz en La Habana, estuvo en el evento y expresó su agradecimiento a la FDIM por haber hecho presencia, “pues cuando nosotras estábamos en la subcomisión de género discutiendo el enfoque de género y su acompañamiento, propusimos a la organización y temíamos que no aceptara. Afortunadamente lo hizo y nos sentimos honradas de haya aceptado el acompañamiento”.
Para la senadora es importante conocer los procesos de las excombatientes en los territorios pues, “aún así seguimos trabajando, las mujeres de este territorio están organizadas, incluso participaron en los comicios pasados con una lista al concejo, con una compañera como cabeza de lista. Eran seis mujeres y cuatro hombres en la lista cerrada, y eso da cuenta del liderazgo de las mujeres del ETCR”.
A propósito del 25N Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres que coincidió con la visita de la Misión FDIM, “aquí se están realizando actos políticos de pedagogía para mostrar ejemplos y señalar cuáles son esos hechos que nos violentan. No es solo la violencia física o psicológica, sino otras prácticas, lo vivimos en Tierra Grata y es la violencia política contra nuestra compañera Carolina, quien encabezó la lista al concejo”, resalta Sandino.
La expectativa de paz en el territorio
Por otro lado, Carolina Vargas Cabrera habitante de Tierra Grata, lideresa de la mesa de género, quien hizo parte de la lista cerrada para el Concejo Manaure Balcón del Cesar, a propósito de los tres años de la implementación del Acuerdo de Paz, recuerda que: “Hoy, hace tres años marchábamos desde la cordillera, mujeres y hombres con muchas expectativas, muchos temores e inseguridades, nos preguntábamos si habría paz con ese gobierno y teníamos muchas dudas. Era junio del 2016, esas marchas duraban horas. Llegamos a un sitio de referencia a descansar y a enterarnos de las noticias de La Habana. Muchas veces nos daban ánimos para seguir adelante, otras, nos preocupaba cuando decían que la mesa estaba en tres patas porque el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos no nos cumplía o solamente quería una entrega de armas sin ninguna garantía”.
Las caminatas por diferentes veredas y municipios de los entonces miembros de la guerrilla de las Farc, tenían como objetivo realizar pedagogías de paz con quienes habitaban las comunidades. Las y los campesinos de veredas como Caño Indio, el Coso y el Encanto, siempre les daban muestras de solidaridad y cariño, pero a pesar de todo, tuvieron poca oportunidad de hacer estas pedagogías, por estar todavía en armas y así no había garantías.
“Luego vino lo del referendo, recuerdo que era por el Sí o el No a la aprobación de los Acuerdos de Paz, era septiembre del 2016 y esta campaña, cada día, era más fuerte y las oportunidades que teníamos para salir eran pocas. Algunas veces pudimos dar a conocer el Acuerdo de Paz, pero muy poco se escuchaba por la radio o por la televisión. Realmente, el gobierno no brindó pedagogías de paz acerca del Acuerdo y nuestra campaña se dio en desiguales condiciones, pero nos quedamos aquí y aquí nacimos para la paz”, afirma la exguerrillera con tono de nostalgia.
Logros y frustraciones
Han sido muchas las batallas que las mujeres de la zona han enfrentado mientras se da a cabalidad la implementación del Acuerdo, pero aún así no se quedan de brazos cruzados y han sacado adelante y por su propia cuenta diferentes proyectos productivos, no sin el apoyo de las comunidades aledañas:
“Tan pronto llegamos aquí comenzaron nuestras capacitaciones de diversos cursos entre estos de economía solidaria, inmediatamente creamos dos cooperativas multiactivas, una pequeña asociación de ganaderos, una asociación de turismo, una junta de acción comunal adscrita al municipio de Manaure, conformamos una mesa de género y una mesa étnica. Hemos venido trabajando en conjunto con las comunidades aledañas de aquí de la vereda, nuestras relaciones han sido muy buenas y cada día están fortalecidas a pesar de la estigmatización que hay hacia nosotros”, resalta la excandidata al concejo.
Uno de los logros conseguidos por los habitantes de la ETCR es la aprobación de conducción de agua cruda por manguera, que beneficia a las comunidades de Mirador y Tierra Grata, apoyado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO. Es agua cruda, no es agua potable, pero es un avance porque no había agua en la zona y es un avance para mejorar calidad de vida de los exguerrilleros y también de las comunidades.
Pero asimismo, quienes habitan el territorio han tenido diversos problemas, el principal es el que compete a la tierra, que es la mayor dificultad que enfrenta el campesinado colombiano: “No tenemos tierra para trabajar, aún no hay un proyecto que garantice nuestra economía, para mejorar nuestra calidad de vida, aunque tenemos iniciativas productivas. Hay falta de oportunidades de empleo digno y bien remunerado para la población excombatiente y no tenemos médicos, ni ambulancias, ni medicinas”, afirma la exguerrilera.
Después de tres años de la firma del acuerdo, el gobierno aún no garantiza el desembolso de los ocho millones de pesos para el proyecto productivo. Su mayor proyecto productivo es la vivienda, pero, al parecer, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, ARN y el Gobierno nacional han puesto obstáculos para el desembolso. Por otro lado, también les aqueja el hecho de no haber tenido garantías para la debida participación en política, lo que se representó en el hostigamiento y la estigmatización a quienes hicieron parte de la lista cerrada al Concejo de Manaure.
El compromiso de la Misión de Observación
En su intervención, la exsenadora Gloria Inés Ramírez, al lado del equipo internacional, reafirma su compromiso con la exigencia del cumplimiento del enfoque de género en los Acuerdos de Paz y sostiene:
“Quienes hemos estado en territorios sabemos el costo que tiene la paz, sabemos el compromiso que se necesita y requiere, también sabemos que hay muchos que están en contra y que quieren obligarnos a tomar el sendero de la guerra. Por eso es necesario trabajar para construir una paz con justicia social, porque tampoco es la paz que hoy nos quieren presentar, una paz que es solo el silencio de fusiles, sin justicia social. El desafío que tenemos hoy las mujeres es defender y hacer que se cumpla la implementación del Acuerdo de Paz, tal y como fue pactado”.