El ascenso de un hijo de la dictadura

0
3650
Mario Abdo Benítez, presidente electo de Paraguay.

Mario Abdo, futuro presidente del Paraguay, defiende a la dictadura de Stroessner y aboga por la continuidad de un modelo neoliberal. Sigue el ascenso de la derecha latinoamericana

El candidato del Partido Colorado Paraguayo, Mario Abdo Benítez, se impuso por un estrecho margen del 46.47 por ciento de los votos, en las elecciones generales del pasado 22 de abril, frente al 42.7 por ciento del candidato del Partido Liberal, Efraín Alegre, con una diferencia de menos de 100 mil votos.

Aunque parezcan unas elecciones normales en un país latinoamericano, dentro de una agenda de convocatorias bastante nutrida para este año, las de Paraguay han llamado la atención porque el próximo mandatario, que asumirá el 15 de agosto, es hijo de uno de los hombres más poderosos de la dictadura del general Alfredo Stroessner, y quien se desempeñó como secretario privado del tirano que ensangrentó ese país por varios años.

De hecho, el Partido Colorado, que ha gobernado el país en los últimos 70 años, con la única excepción del mandato del centroizquierdista Fernando Lugo, fue el mismo que apoyó la dictadura de Stroessner y guardó silencio cómplice ante sus crímenes abominables, en un período de dictaduras en el continente, en lo que se llamó el ‘Plan Cóndor’.

Enfrentará dura resistencia

Benítez no se molesta en ocultar su pasado, y por el contrario muestra simpatías con lo que fue la dictadura anterior y sus crímenes. Y aunque no se trata de que el país vuelva a una época aciaga como la de la dictadura militar, el líder colorado defiende un programa económico que será continuidad del anterior mandato de Horacio Cartes, que se caracterizó por el expansionismo del latifundio, la privatización de bienes y servicios del Estado y la entrega de recursos naturales estratégicos al capital extranjero, amén de propiciar un mayor endeudamiento de la nación.

El novel gobernante no tendrá las cosas fáciles. Su partido, el Colorado, perdió dos escaños en el parlamento, mientras el Partido Liberal mantiene 13 y el Frente Guasú, de izquierda, ganó nuevas curules para un total de seis senadores, de 45 escaños de la corporación.

Decadencia

Esto ha sido interpretado como el comienzo de un período de decadencia del aparato burocrático del partido de gobierno, que ha conseguido su resultado electoral más apretado en 25 años. Si se suman los votos liberales, de la coalición de izquierda, los votos en blanco y los depositados por otras organizaciones independientes, se supera holgadamente el resultado obtenido por el líder colorado. Que por lo demás, deberá enfrentar un escenario de mucha resistencia social, para frenar los ímpetus privatizadores, represores y arbitrarios en la gestión de su partido, y para avanzar en la defensa de las conquistas sociales y en la construcción de un Frente Amplio de Unidad Nacional.