La CIA responsable de las torturas y asesinatos de Pinochet
José Ramón Llanos
Ninguna mujer ni hombre normal le niegan la solidaridad a los familiares de casi tres mil muertos que hubo en septiembre del año 2001. Pero de igual manera debía denunciarse y expresar la solidaridad con los más de 3000 asesinados y desaparecidos por Pinochet. Estos dos hechos que tienen en común el alto número de muertos tienen en común algo más. Detrás de todas estas acciones violentas se encuentran el apoyo y patrocinio del gobierno de Estados Unidos, cuyo aparato de inteligencia la CIA tuvo el rol protagónico.
En estos días los medios internacionales se han referido muy ampliamente a las Torres Gemelas en Nueva York, pero en menor proporción se han referido al 11 de septiembre de 1973, dado el hecho que en este último caso se puso fin a una positiva experiencia de democracia socialista en Latino América es necesario hacer una valoración de eses infausto acontecimiento.
No se debe olvidar que en Santiago de Chile en esa fecha se cometió un magnicidio, el asesinato del presidente socialista Salvador Allende. Su propuesta política ofrecía una perspectiva positiva para el continente. Trataba de demostrar que por la vía electoral mediante la política tradicional, en procesos pacíficos también era posible construir democracia socialista.
El éxito de esta experiencia hubiera podido desmontar muchos proyectos de construcción socialista mediante la lucha guerrillera, con lo cual se hubiera evitado el sacrificio de cientos de jóvenes que perdieron su vida apostándole a la guerrilla como forma de superar la antidemocracia, la exclusión, el rescate de la soberanía nacional, la eliminación de la pobreza y la implementación de políticas que procuraran el acceso a la salud y a la educación de los jóvenes pertenecientes a los sectores más pobres del continente. Solo a los Estados Unidos y a la oligarquía latinoamericana no les convenía esa experiencia.
La CIA propició la dictadura
La práctica estadounidense de desclasificar documentos relacionados con su política exterior ha permitido conocer el rol protagónico de la CIA, de algunas empresas norteamericanas y en la más reciente desclasificación se ha venido a saber que la CIA utilizó al aparato de inteligencia australiano para que organizarán un centro de espionaje contra el gobierno de Salvador Allende en Chile. O sea que los Estados Unidos organizaron una conjura con participación de varios gobiernos, con el objetivo de acabar con un gobierno elegido democráticamente en Chile.
Este hecho unido a otros similares cometidos contra gobiernos democráticos en Guatemala en los años 50, en República Dominicana en los años 60 demuestra que no es cierta la supuesta defensa norteamericana de la democracia en cualquier parte del mundo. La historia demuestra que este país con tal de que un gobierno defienda los intereses americanos lo apoya así se trate de una dictadura, muchos ejemplos de este continente así lo comprueban.
USA y Australia prepararon el golpe
El viernes 10 el Archivo de Seguridad Nacional de Estados Unidos desclasificó unos documentos que muestran cómo la CIA utilizó la inteligencia de Australia para que espiara al gobierno de Salvado Allende. En los primeros meses del gobierno socialista, el Servicio de Inteligencia Secreto de Australia (ASIS) instaló en Santiago de Chile un buró secreto para realizar “operaciones de espionaje clandestino para des estabilizar al gobierno de la Unidad Popular”.
Después del golpe de Estado los espías australianos cerraron la oficina y salieron del país con toda la documentación de sus actividades para no dejar ningún rastro de sus actuaciones. Toda esta complicidad de Australia quedó registrada en los documentos desclasificados.
Una desclasificación de documentos hecha en Canberra muestra que la inteligencia australiana también ayudo a la CIA en labor de espionaje en Indonesia y en Camboya.
Las víctimas de la dictadura
El dictador Augusto Pinochet estuvo en el poder 17 años, desde 1973 hasta 1990. La Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura creada en el 2003, la cual se denominaba también Comisión Valech escuchó a más de 35 mil personas que presentaron testimonios de los vejámenes sufridos que incluyeron múltiples abusos y torturas. Algunos denunciaron los asesinatos y desapariciones de familiares y amigos. Esta Comisión documentó más de 40 mil víctimas en el informe presentado en el 2004.
Un segundo informe del año 2011 del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) de Chile certificó igualmente que las víctimas superaron las 40 mil personas. Se documentó que en los inicios de la dictadura se creó la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) cuya finalidad era eliminar cualquier forma de oposición y para ello utilizaba la tortura, el secuestro, la violación y el asesinato. De acuerdo con la Comisión Valech segunda en el 2011 revisó una documentación de la DINA en donde se constata que desaparecieron más de 3.000 ciudadanos.
Los hechos arriba anotados más lo ocurrido en Afganistán en los años 70 cuando la inteligencia estadounidense armó al Talibán y a otras tribus afganas para que atacarán y sabotearan al gobierno socialista de ese país, demuestra cómo los Estados Unidos utilizan la violencia para lograr los objetivos de su política exterior. Cuando se hace un balance de estas acciones se llega a la conclusión que con esta política se han causado miles de muertos de torturados y desaparecidos.
La política intervencionista norte americana a nivel mundial desde el siglo XIX ha producido millones de muertos ya que han intervenido en el 70 por ciento de los países latinoamericanos, en Corea, en Vietnam, en Afganistán, en Irak, y en Siria.
Es lamentable la destrucción y muerte producida por Al Qaeda el 11 de septiembre del 2001. El mundo lamentó y se solidarizó con las familias de los casi tres mil muertos habidos en ese desastre. Pero cuando el mundo esperaba que los gobernantes norteamericanos hubieran asimilado la lección, porque quienes cometieron esa hecatombe fueron aquellos que USA armó y entrenó para destruir la República Socialista de Afganistán en los años setenta del siglo XX.
Pero todos los presidentes de los Estados Unidos no hicieron sino desatar el más feral terrorismo contra los pueblos habitantes de Afganistán con el pretexto de vengar lo acontecido en las Torre Gemelas.
La historia demuestra que no asimilaron la lección de Vietnam y por esa razón invadieron a Afganistán, acaban de ser derrotados y humillados allí, claro que su industria de guerra obtuvo grandes utilidades de la venta a su gobierno del armamento que utilizaron en esa invasión. ¿Los gobernantes norteamericanos tampoco asimilaran esta lección?
Probablemente no. La industria de guerra es tan poderosa que prevalece sobre la conveniencia del pueblo norteamericana, prueba de ello es que impone la venta libre de las armas con que se cometen las masacres casi mensuales en Estados Unidos.