Una superficial mirada al principal indicador de la economía, el PIB en los últimos cuatro años nos permite concluir lo equivocado de la política económica de la administración de Juan Manuel Santos. De 2013 a 2017 el PIB pasó de 4,5 por ciento (año 2013) a 2,4 por ciento (año 2016), lo que indica una desaceleración permanente, que se traduce en menos producción de bienes y servicios, menor utilización de materia prima, mano de obra disponible, etc. Las causas de este comportamiento se pueden ubicar en la aplicación del modelo neoliberal que se pueden resumir en:
- La paulatina desindustrialización cuyas principales consecuencias son el cierre de empresas y la migración del empleo industrial hacia la esfera de los servicios y el aumento de la informalidad.
- Se intensificó la política del extractivismo de los recursos minero – energéticos y naturales a favor de las trasnacionales. Al país solo le queda de este proceso un mínimo de regalías y el deterioro del medio ambiente por la explotación de minas a cielo abierto, la contaminación de las fuentes hídricas, tala de bosques, etc.
- La privatización de empresas estatales que son estratégicas en la economía, como son los casos de Isagen (electricidad), Ecopetrol (hidrocarburos) y en el pasado reciente Telecom (comunicaciones), para citar solo algunos. Veamos un breve resumen por sectores.
En el agropecuario, la masiva importación de alimentos (12 millones toneladas / año) en el marco de los tratados de libre comercio.
Sector minero – energético
Gran parte de los ingresos del país se centraron en la exportación del crudo1 y demás recursos de la minería con los cuales se apalancó la economía. Eso mientras los precios internacionales estuvieron altos (100 dólares / barril), coyuntura que además no se utilizó para fortalecer el sector industrial y agropecuario y diversificar las exportaciones.
Empleo, subempleo e informalidad
En los últimos ocho años el desempleo ha oscilado entre 12 y 8 por ciento. Detrás de esta cifra se esconden las explosivas cifras de informalidad que en algunos sectores de la economía llega al 60 por ciento. En la ciudad de Cúcuta por ejemplo, alcanza el 70 por ciento. Hoy día lo normal se volvió el trabajo como “independiente” o sea, el rebusque.
Política fiscal
Se aprobaron consecutivas reformas fiscales dirigidas a exonerar al gran empresariado de la seguridad social de los trabajadores y parafiscales (SENA y bienestar familiar) con el argumento de generar mas puestos de trabajo.
En la última reforma se amplió el rango de trabajadores – de acuerdo al salario – que deben declarar renta y se aumentó el IVA de 16 al 19 por ciento para un gran número de productos de consumo popular. Cada vez mas se reduce la llamada “canasta básica” de bienes y servicios exonerados de este impuesto.
Laboral
En el tema de las reivindicaciones salariales lo característico fue negar derechos adquiridos como en el caso de las madres comunitarias, que después de arduos conflictos, solo a un pequeño número de estas se les reconoció algunas prestaciones sociales y salariales. La reciente huelga de Avianca fue declarada ilegal con el argumento de servicio público esencial. Después de varios intentos en el parlamento, tan solo se logró reducir en una hora el tiempo a partir del cual se contabiliza como horas extras.
Inequidad y desigualdad
Históricamente en el país la distribución de la riqueza ha sido desigual y con las reformas tributarias se ha agudizado aún más. En efecto, varios estudios demuestran que las personas de mayores ingresos son los que pagan menos impuestos2.
Comercio exterior y tratados de libre comercio
La balanza comercial (diferencia entre importaciones y exportaciones) muestra un resultado negativo. En los últimos cinco años las exportaciones se redujeron de US$60.000 millones a US$35.000 millones.Cabe preguntarse entonces el papel de los tratados de libre comercio suscritos bajo el entendido que irían a incrementar las exportaciones y conquistar los mercados externos.
La implementación de los acuerdos de La Habana son la base para modificar el actual modelo económico y social que conduzca a modificar el agro colombiano y la industria, ejes centrales de la economía, los cuales a su vez deben llevar a la redistribución de la riqueza dentro la sociedad colombiana.
De ahí la importancia que la sociedad colombiana en su conjunto se manifieste por la implementación de los acuerdos de La Habana por la trascendencia que van a tener a futuro.
1 Entre los años 2005 y 2008, en promedio, el grado de dependencia fiscal del sector de recursos no renovables( petróleo) fue del orden del 30 por ciento de los ingresos fiscales totales, correspondientes a más del 7 por ciento del PIB. Informe de la Cepal: “Panorama Social de América Latina 2015.
2 Un cuidadoso estudio de Facundo Alvaredo y Juliana Londoño, asesores de Thomas Piketty, autor de El Capital en el siglo XXI , demuestra lo anterior.