El bloqueo contra Cuba, más cruel durante la pandemia

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Hermoso atardecer en una avenida de La Habana.

En condiciones de asedio, la producción de alimentos es la prioridad de la isla para sustituir importaciones, estimular a los autónomos y facilitar créditos

Alberto Acevedo

Por primera vez en los casi sesenta años en que el pueblo cubano ha debido soportar las desastrosas consecuencias del bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos, las pérdidas económicas para la Isla, en la última anualidad, superaron los cinco mil millones de dólares. Así lo indicó el pasado 22 de octubre el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, al presentar ante los periodistas el texto del informe que cada año entrega su gobierno a las Naciones Unidas sobre los efectos del bloqueo.

La Resolución de las Naciones Unidas sobre la necesidad de poner fin al bloqueo, como se conoce el documento, se divulgará durante la realización del 75 periodo de sesiones de la Asamblea General del organismo multilateral, en mayo de 2021. Allí se consigna que las pérdidas económicas sufridas por Cuba durante el último año, a causa del bloqueo, ascendieron a 5.570 millones de dólares. Y puntualiza que, en seis décadas de sanciones financieras, la cifra de pérdidas, a precios corrientes, asciende a 144 mil 413 millones de dólares, lo que para una economía pequeña como la de Cuba, es una carga abrumadora.

Con todo y eso, el bloqueo imperial plantea actualmente una carga adicional, y es tener que afrontar, en esas condiciones, la lucha contra la pandemia del coronavirus, que afecta a todo el planeta y que para Cuba significa soportar limitaciones extraordinarias por cuanto el bloqueo tiene un carácter extraterritorial. Esto limita el acceso a medicamentos, equipos médicos y tecnología necesarias y a la compra de combustibles.

No respondieron

“El bloqueo significa en este minuto de manera práctica la negación a Cuba de acceso a equipos médicos, insumos y tecnologías médicas estadounidenses, e incluso tecnología o equipamiento de terceros que contengan un componente del 10 por ciento de insumos estadounidenses, como software o tecnología de dicho país, para lograr un desempeño eficaz en el enfrentamiento contra el covid-19”, indicó el titular de la cartera de Exteriores de la isla.

Coincidiendo con el anuncio del canciller, la prensa cubana hizo una serie de publicaciones sobre los efectos del bloqueo. En una de ellas se indica que, desde abril de 2019 a marzo de 2020, la Empresa Importadora y Exportadora de Productos Médicos, Medicuba S.A., contactó a 50 compañías norteamericanas con el objeto de importar equipos, medicamentos e insumos necesarios en el sistema de salud de la isla. La mayoría ni siquiera respondió. Solo tres respondieron que estaban impedidas por las medidas de bloqueo.

Se dejaron de importar medicamentos para cáncer de próstata, de mama, pulmón, vejiga, siendo la oncología y la pediatría las más afectadas. Y se atreven a decir las autoridades norteamericanas que las medidas de bloqueo no afectan a los cubanos sino al gobierno.

El pueblo no se rinde

En el tiempo examinado por el informe, Estados Unidos ha impuesto sanciones contra 54 barcos, 27 compañías y tres personas, relacionadas con el suministro de combustibles a Cuba. Esto afecta fuertemente a varios sectores de la economía. ¿No es esto un acto genocida?, se preguntan varios medios en La Habana. El gobierno norteamericano no solo ha impedido negocios con empresas y entidades del Estado, sino también con terceros países.

“El bloqueo se ha recrudecido a una escala criminal sin precedentes”, dijo por su parte el segundo secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, José Ramón Machado Ventura, durante una visita reciente a Pinar del Río. Las sanciones norteamericanas han provocado una política interna de ahorro, racionalidad, eficiencia y soluciones a las dificultades en materia económica, puntualizó el dirigente.

La producción de alimentos es la primera prioridad de la isla, para sustituir importaciones, dar mayor autonomía a los productores en la adquisición de recursos y al acceso a créditos, precisó Machado Ventura. El daño material por el bloqueo se cuantifica en números. El dolor y el sufrimiento de la población, no se cuantifica. Pero el pueblo cubano ha demostrado una capacidad de resiliencia extraordinaria, y en sesenta años de sanciones no se ha rendido. Tampoco ahora lo hará.

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