Bohemian Rhapsody: El retorno del rock

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Fotograma que recrea la presentación de Queen en el concierto del Live Aid realizado en el Estadio de Wembley en Londres, Inglaterra. Foto internet.

El film que narra la historia de la banda británica Queen y de su vocalista, Freddie Mercury, ha recuperado el interés de la gente en escuchar este género, relegado hoy de los gustos de las mayorías. Éxito en taquillas, es una película polémica para críticos y fanáticos

Óscar Sotelo Ortiz
@oscarsopos

Pier Paolo Pasolini, escritor, poeta y cineasta italiano, era consciente que el cine se basa en el sistema visual que acompaña el sistema gráfico y oral de la comunicación. El cine comunica basando su lenguaje en un patrón de signos comunes. El receptor del producto cinematográfico acostumbrado a leer visualmente la realidad, se expresa con la presencia óptica como auditiva de sus actos, conscientes o inconscientes, en la cotidianidad, viéndolos reflejados en cualquier cinta.

La grandeza de una pieza del género biopic, o película biográfica, no se encuentra en la idea plana o cronológica de un personaje o proceso importante, sino en conjurar la base del lenguaje cinematográfico, que es excepcionalmente tosco, animal y brutal, con lo históricamente sublime.

Es por ello que el film Bohemian Rhapsody, pieza que narra la historia de la banda británica Queen y de su legendario vocalista, Freddie Mercury, ha despertado toda clase de sentimientos, donde oscilan contradictoriamente las diatribas demoledoras de la crítica con los elogios mayoritarios de la fanaticada. Mientras los primeros no la bajan de un guion y una producción “mediocre”, los segundos ya la consideran una pieza de culto para la cultura y la historia del cine.

Signos comunes que dibujan una realidad independiente de la valoración: Bohemian Rhapsody es un verdadero éxito, no solo por su incontenible superioridad en taquilla, sino porque en su lenguaje cinematográfico, tanto auditiva como visualmente, está la historia de un género musical, socialmente transgresor, culturalmente distinto.

Lo malo

Son varios elementos en que la película no satisface a la óptica crítica. En primer lugar, es fácil emparejar imprecisiones históricas. Por ejemplo, Queen no se separó como narra la película. Aunque puede considerarse una adaptación con énfasis comercial, es decir aquella visión de que sin drama no hay film, sí bosqueja un serio problema con la historia contada. La revista Rolling Stone identificó por lo menos 23 irregularidades que desdibujan el guion con la verdadera historia.

En segundo lugar, la crítica ha fichado que Bohemian Rhapsody es una película plana que sigue el cliché lineal del rock star. La humildad antes de la fama; la intempestiva y prolija irrupción de la banda en la escena rock tanto británica como norteamericana; los problemas personales y los excesos; la reconciliación y la grandeza de un concierto inolvidable. Y aunque la historia dice que aparentemente así fueron los hechos, la falta de profundidad caracteriza la pieza.

En tercer lugar, el tema de la homosexualidad, no solo en Mercury sino en un contexto socio-cultural específico, es abordado de una manera superficial, visto por momentos como algo corruptor y moralmente malo. El hecho de ser una película comercial orientada a todos los públicos, imposibilita que el lenguaje cinematográfico comunique realidades incomodas y crudas, conformándose con un registro light, y por lo tanto, mediocre.

Y en cuarto lugar, es contradictorio que un largometraje orientado en la historia de una banda de rock, no sea generoso con el contexto musical en el que se desenvolvió Queen como banda. Es decir, la impresión que genera Bohemian Rhapsody es que fueron una banda aislada, sin intercambio social y cultural con otras experiencias musicales vitales de la época.

Es más lo bueno

En esencia, lo mejor de la película es que le hace un merecido homenaje a una de las mejores agrupaciones en la historia del rock. Igualmente, la excelsa actuación de Rami Malek como Freddie Mercury, recrea de manera especial la personalidad artística de quien es considerado una leyenda de la música moderna.

De igual forma las actuaciones que dan vida a Queen, donde Gwilym Lee interpreta al guitarrista Brian May, Ben Hardy al baterista Roger Taylor, y Joseph Mazzello al bajista John Deacon, son importantes, no solo en las escenas clásicas de una película común y corriente, sino especialmente, en las que representan la banda de rock, con actuaciones realmente genuinas y juiciosas.

Es destacable el enfoque musical que tiene el film. No solo tiene protagonismo la canción Bohemian Rhapsody, sino éxitos como We Will Rock You, We are The Champions, Killer Queen, You´re My Best Friend, Somebody to Love, Radio Ga Ga, I Want to Break Free, Another One Bites the Dust, Hammer to Fall, solo para nombrar algunos de sus recordados temas. En una banda como Queen, cuya huella en la historia del rock es tan sobresaliente, lograr una síntesis cine-música es un logro que la película alcanza con excelencia.

Live Aid

El punto de ruptura que tiene la película es el famoso concierto de beneficencia con los países de África Oriental, en concreto Somalia y Etiopia, llamado Live Aid, o Ayuda en vivo como se conoció en español. Fueron dos conciertos, uno en Filadelfia, Estados Unidos, y el otro en el mítico estadio de Wembley en Londres, Inglaterra, el 13 de julio de 1985. En la tarima inglesa tocaron artistas de la importancia de Phil Collins, Sting, U2, David Bowie, David Gilmour, George Michael y Elton John.

La presentación de Queen, que es memorable por ser una de las más imponentes de toda la jornada, se caracterizó por versiones recortadas para ajustarse a los 20 minutos que tenía cada artista. De igual forma, la energía e interacción de Mercury con el público londinense, nunca será olvidada.

Dicho concierto es recreado de manera magistral por la película. No solo los impresionantes recursos cinematográficos para reconstruir la escena de la forma más fidedigna posible, sino el tiempo sin cortes que el film le proporciona a la presentación musical con increíble actuación de Malek, le dan el toque sublime y emotivo del paso de Queen en la memoria colectiva de lo que fue un concierto sin precedentes. El epilogo perfecto.

El retorno

Existen dos indicadores cuantitativos para determinar que el éxito de Bohemian Rhapsody tiene un impacto social en los gustos de las nuevas y viejas generaciones amantes de la música. El primero es la taquilla. El presupuesto de la película fueron 52 millones de dólares, mientras la recaudación a la fecha han sido casi 596 millones de dólares en su séptima semana de cartelera mundial. En Colombia, en un mes de taquilla, más de un millón de espectadores fueron a verla, convirtiéndola en una de las películas más vista en todos los tiempos de la historia del cine en el país.

El segundo indicador son los datos que proporciona la aplicación de reproducción de música, Spotify. Para el mes de noviembre Queen, tuvo 29 millones de oyentes, superando a artistas que hoy gozan de popularidad como Shakira, Maluma, Nicky Jam o Becky G. En la artificial disputa entre música urbana (reggaetón) y los sonidos rockeros, el indicador que proporciona Spotify, genera un respiro.

Más allá de las críticas o elogios, el film viene cumpliendo con un objetivo trascendental. Gracias a Bohemian Rhapsody la gente está volviendo a escuchar rock, legado glorioso de Queen y de Mercury en la historia de la música. Sin lugar a dudas es el síntoma mundial de un feliz acontecimiento: el regreso del rock en la radio, la televisión, las escuelas, en las fiestas, en la cotidianidad de la gente.