Bombardeo terrorista

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Carlos A. Lozano Guillén
@carloslozanogui 

El país está sometido a la agresiva ofensiva de las fuerzas de la ultraderecha, que pretenden hacer añicos el Acuerdo Final de La Habana y cerrar el capítulo de los diálogos con el ELN en Ecuador, lideradas por Centro Democrático, pastranistas trasnochados y Cambio Radical, que tienen a su favor las vacilaciones del Gobierno y de los partidos oficialistas que les hacen concesiones gratuitas. Por lo menos lograron bloquear la implementación de los acuerdos e impidieron la discusión de otros que tienen connotación social como el tema agrario y provocaron el hundimiento de la reforma política, ni más ni menos.

Es un llamado de atención a las fuerzas de la izquierda, sectores democráticos y progresistas, que deben forjar una corriente unitaria para defender el Acuerdo Final de La Habana en su espíritu original tal y como fue suscrito en el Teatro Colón por el presidente Santos y Rodrigo Londoño. En realidad lo que hay es un bombardeo terrorista de la ultraderecha contra la paz y la  reconciliación. Difícil creer que un Congreso, dominado por los socios del paramilitarismo, del narcotráfico y de la corrupción, pueda adelantar las reformas que se requieren para consolidar la paz estable y duradera.

Lo que se impone es el cambio en la correlación de fuerzas, que solo puede darse con el ascenso de la lucha de masas y la unidad de las fuerzas democráticas y progresistas. De cara a las elecciones, acordar listas unitarias al Senado y a la Cámara de Representantes en el país y candidato presidencial único, sobre la base de un Programa Común que identifique al movimiento alternativo en el camino de los cambios avanzados y estructurales que el país requiere.

La campaña de los partidos del establecimiento y de la “gran prensa”, busca posicionar a sus candidatos concediéndoles la mayor publicidad y hasta promover a “su” oposición, dándole opción al centro que ni fu ni fa. La alternativa es democrática y popular, comprometida con la paz y los cambios de fondo en la vida nacional, la mejor vía en el futuro es la Asamblea Nacional Constituyente con representación de las organizaciones sociales y populares a las que tanto teme el régimen plutocrático. Nada se puede esperar de gobiernos débiles y pusilánimes ni de las propuestas burguesas que persiguen mantener el statu quo a toda costa.

Los que miran para el lado de Humberto de la Calle Lombana, si bien no representa a la extrema derecha, sí tiene los mismos intereses de clase. Quiere la paz, pero en materia económica y social coincide con Vargas Lleras y con Uribe. Anunció la reforma tributaria para disminuir los impuestos a los ricos. No nos equivoquemos a la hora de tomar las decisiones.

carloslozanogui@outlook.es