Producto de los acuerdos de paz firmados en 2016 emprendimos un trabajo encaminado a dar con el paradero de las personas desaparecidas en el marco del conflicto armado. Se trata de un compromiso con las víctimas, pero además, una manera de garantizar la no repetición en la medida que cada hallazgo conduzca a la verdad
Yaritza Paniagua*
En pleno siglo XXI la pandemia del coronavirus ha puesto al descubierto la dura realidad que viven millones de mujeres y hombres alrededor del mundo, privados de las más elementales condiciones materiales de existencia, lanzados al mercado de la producción donde son explotados, sin garantías para el acceso a la educación y prematuramente arrojados al abismo de la obsolescencia.
Es así como aquella minoría que ostenta el poder detrás del poder ha consolidado su proyecto hegemónico trasnacional. Todo en aras de garantizar sus privilegios en tanto se incrementa la represión y las restricciones de libertades políticas.
Tal es el caso de Colombia, donde el origen de violencia tiene su acento en el bipartidismo que organizó estructuras paramilitares elevándolas a política de Estado, fomentando la acumulación por despojo al campesinado y el exterminio de todo aquel que individual u organizadamente agitara consignas en contra de ellos, quienes a sangre y fuego impusieron un remedo de democracia a la medida de sus intereses. En nuestro país, participar en política ha sido históricamente riesgoso para quienes opinen diferente.
Así transcurrieron 60 años de conflicto interno armado, dejando a su paso miles de víctimas, entre ellas, más de 120 mil personas desaparecidas. Crimen de lesa humanidad que “ha afectado sobre todo a los líderes sindicales y su familia, a la población civil sindicalizada y su familia, a los estudiantes, a los militantes y simpatizantes de los partidos políticos de izquierda y sus familiares, a los miembros de las organizaciones de defensa de los derechos humanos”, según indica el informe del Centro Nacional de Memoria Histórica titulado “Hasta encontrarlos. El drama de la desaparición forzada en Colombia”.
Producto de los acuerdos de paz firmados en 2016, emprendimos un trabajo encaminado a dar con el paradero de las personas desaparecidas en el marco del conflicto armado. Se trata de un compromiso con las víctimas, pero además, una manera de garantizar la no repetición en la medida que cada hallazgo conduzca a la verdad.
Con ocasión del Día Internacional de las Víctimas de la Desaparición Forzada, conmemorado desde 2011 cada 30 de agosto, los más de 100 exguerrilleros de las FARC-EP que hoy conformamos el equipo nacional de búsqueda de personas desaparecidas, continuamos recorriendo los territorios recolectando información y documentando casos, trabajo que de la mano con la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas, UBPD, y el acompañamiento humanitario del Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR, hasta hoy ha arrojado importantes resultados.
Para fortalecer la labor de búsqueda hacen falta todo tipo de garantías, incluso que el Comité de la ONU contra las Desapariciones Forzadas desarrolle su misión en el territorio nacional y así aunar esfuerzos, máxime cuando las dificultades están al orden del día, ante la nula voluntad política del presidente Iván Duque, quien ha dejado a su suerte no solo el proceso de búsqueda de desaparecidos, sino todo lo relacionado con la implementación de los acuerdos de paz.
Todo esto mientras el paramilitarismo arremete con un tufillo de venganza en distintos lugares de la geografía nacional, sumando ya 46 masacres ocurridas a lo largo del presente año, donde las víctimas han sido en su mayoría jóvenes.
Demos el debate y trabajemos por las transformaciones de fondo de cara al país frente a la realidad económica, política y social que no ha cambiado en 60 años. Al contrario, la voracidad del capitalismo se ha incrementado y la ficción de su rostro humano se ha derrumbado, al punto que hoy nos avoca a un nuevo ciclo de violencia, producto de la inequidad, la exclusión y la falta de oportunidades acentuadas en el actual gobierno.
* Coordinadora equipo Oriental comisión de búsqueda de personas desaparecidas componente FARC
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