Camina la palabra

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Minga nacional se moviliza por la paz, la vida y el territorio.

Miles de indígenas de diversas regiones del país convocan un levantamiento por la paz, la vida y el territorio

Carolina Tejada Sánchez
@carolltejada

Tres semanas cumple la Minga indígena en las carreteras del país exigiéndole al gobierno de Duque un diálogo para avanzar en el cumplimiento y garantía de derechos para sus comunidades. Son diez años de acuerdos incumplidos y de una violencia que se cierne sobre quienes reclaman derechos.

El significado de la minga

Las comunidades indígenas en todo el país han decidido convocarse en lo que ellos y ellas han denominado, desde hace 10 años, la gran Minga. Esta figura ha tenido como lema “caminar la palabra” desde su cosmovisión, el objetivo es llegar a acuerdos a través del diálogo, conocer a partir del intercambio de ideas, de la palabra, la opinión del otro y reconocer al otro y su verdad. El valor de la palabra es fundamental para los indígenas, y cuando se refieren a caminar la palabra, están llamando a: “romper el miedo, el terror, el silencio y la desesperanza”.

Esta Minga está compuesta por comuneros y comuneras con un sentido multicultural y multicolor. se distribuyen en grupos de trabajo que se encargan de la logística, otros de la instancia que prepara los temas políticos para el diálogo con el gobierno, otros que se encargan de la alimentación, de la salud, y del diálogo con las comunidades.

“La palabra camina, la Minga transforma”, fueron lemas que hace diez años portaban en sus pancartas los y las mingueras cuando salieron a las principales carreteras del país a exigir una mesa de diálogo y de negociación con el Gobierno nacional. Partían de una realidad que se percibía a simple vista, el abandono por parte del Estado a sus comunidades y con ello, la ausencia de los derechos más esenciales. Sus demandas eran sencillas, que se les brindaran las garantías mínimas para vivir; agua, territorio y paz para trabajar la tierra.

Múltiples acuerdos se han hecho con los gobiernos de turno y, como se dice coloquialmente, han empeñado la palabra, pero el Gobierno no les ha cumplido. Las comunidades indígenas siguen siendo objeto de violaciones a sus derechos, y el actual gobierno de Iván Duque se niega a dar salidas reales a sus reclamos, por el contrario, viene ampliando una política de despojo en los territorios, haciendo uso de las fumigaciones aéreas en cultivos de uso ilícito sin discriminar los cultivos de pan coger, y una política extractivista de los recursos naturales, que implica arrebatarle a las comunidades un derecho que la naturaleza les permite disfrutar, el del agua y por ende, el de la vida.

Fernando Arias Arias del consejo de la ONIC.

Desde el sur occidente para Colombia

VOZ dialogó con Luis Fernando Arias Arias, consejero mayor de la ONIC, quien hace parte del grupo de consejeros que acompañan esta movilización nacional. El comunero nos habló de esta importante Minga que inició en el Sur Occidente del país y que ya cumple tres semanas en las principales carreteras de la región exigiendo una mesa de diálogo con el presidente Duque. Lo que inició como un malestar regional, ya es un hecho en todo el territorio nacional.

Para Fernando, la minga indígena es hoy en día una minga que ha llegado a otros sectores sociales por la defensa de la vida, del territorio y de la paz para Colombia. Este proceso se ha extendido a todo el territorio nacional, logrando el apoyo de campesinos, afrocolombianos, entre otros sectores y la vinculación de diversas comunidades indígenas a nivel nacional.

“En este momento nosotros estamos en el punto de la Delfina en la vía Cali-Buenaventura en donde se van a congregar los pueblos indígenas del departamento del Chocó, de Antioquía, de Risaralda, de Quindío y del Valle del Cauca; también comenzó la movilización en el departamento de Putumayo y arrancará en los departamentos del Caribe y del Oriente Colombiano. Lo que significa que el proceso de la minga pasó de convertirse en un proceso del sur occidente a ser una minga por la vida frente a los incumplimientos del gobierno, pero sobre todo, en contra de esta política regresiva en términos sociales y estructurales contra el pueblo colombiano”, relata Fernando Arias.

Llaman al gobierno a cumplir su palabra y a garantizar los derechos

El comunero afirma que la minga es un proceso de movilización no solo para exigir los derechos de las comunidades indígenas, por el contrario, también se exigen los derechos a la paz y con garantías del conjunto de la población. Pero ellos instan al dialodo y a que se cumpla lo acordado en el proceso de paz “Hoy nos movilizamos por la vida y la paz, no solo por los pueblos indígenas, sino por todo el pueblo colombiano. También nos movilizamos por la defensa del territorio, de la educación pública, de la salud y por los incumplimientos que el gobierno colombiano ha tenido con los pueblos indígenas en las diferentes mingas en los últimos 10 años”.

Fernando, comenta que los territorios están siendo cada vez más afectados gracias a las políticas neoliberales, regresivas del actual gobierno. “Estamos sentando nuestro posicionamiento frente a la implicación de métodos regresivos que acaban con la vida y el territorio de los pueblos y de los territorios rurales, como lo es el fracking, los proyectos extractivistas y la política minero energética de este gobierno que está acabando con el agua de los territorios”.

igualmente explica que, ya existían compromisos con los gobiernos de turno en términos del derecho a la tierra y de las garantías de los pueblos indígenas a su territorio: “Estamos exigiendo el cumpliendo del acuerdo en materia territorial, aspectoss que se habían abordado desde el 2013. Sobre todo, en temas de constitución, inversión, saneamiento y tierra para las comunidades, así como la firma del decreto 2333 que habla de la protección jurídica de los territorios ancestrales de los pueblos indígenas y el cumplimiento por parte del gobierno en materia de tierras”. Ninguno de estos acuerdos se ha cumplido por parte del gobierno, de ahí el llamado a una movilización nacional y a un ejercicio multicultural por los derechos y el respeto a la palabra.

Comunidades acompañan a familiares de indigenas muertos en la exploción

“Nuestros gritos le dan miedo a Duque”

Durante las tres semanas de movilización en donde se busca una mesa de diálogo con el alto gobierno, solo la presencia de la Ministra del Interior Nancy Patricia Gutiérrez, sin ningún poder de decisión y la fuerza pública en cabeza del Esmad, y del Ejército Nacional, han llegado a la minga, eso sí, la violencia contra los pueblos milenarios es lo que ha primado. Cientos de indígenas han sido golpeados, y heridos con gases lacrimógenos, bombas de dispersión y perdigones, otros deberán responder por demandas judiciales. No hay protocolo que haga respetar los derechos humanos y el derecho internacional humanitario, CIDH, que impide que ejércitos con armamento de alto nivel, sean utilizados en una manifestación civil y pacífica.

En un comunicado, las organizaciones indígenas lamentan la actitud del Gobierno. “Llegamos con la valentía de quienes buscan justicia y reciben bombazos, gases y balas, de los que proponen amor y reciben la muerte, de quien vive robos, extorsiones, trabajos forzosos, confinamiento, desplazamiento y violencias múltiples, y aun así marchamos por la paz, recordando siempre el principio de unidad que nos fortalece como pueblos. Estamos orgullosos de caminar de nuevo al lado de nuestros hermanos y hermanas indígenas del país, para hablar de lo que nadie quiere, las políticas que exterminan la vida física y cultural de los pueblos ancestrales”.

Por otra parte, el pasado jueves 21 de marzo, en la vereda Juntas del municipio de Dagua, en el departamento del Valle del Cauca, se produjo una explosión en la que murieron nueve guardias indígenas y otros cuatro más resultaron heridos. Este hecho se da en extrañas circunstancias y las comunidades indígenas han pedido una comisión de esclarecimiento entre la Jurisdicción Indígena, la Defensoría del Pueblo y la Fiscalía.

Sin embargo, la estigmatización y los señalamientos no se hicieron esperar. Los medios de comunicación fueron las voces resonantes del Ministro de Defensa quien no esperó una previa investigación para culpar a los indígenas de manipular explosivos que supuestamente serían utilizados en la manifestación. El rechazo a estos señalamientos en el marco del dolor de las familias y de las mismas comunidades que lloran a sus comuneros, se expresó de manera contundente. Las comunidades piden investigación y la verdad sobre lo ocurrido, y aseguran que dichos hechos podrían ser un atentado contra los comuneros.

Igualmente, rechazan que la minga sea objeto de adjetivos, pero no sea digna de ser escuchada, mientras el alto gobierno habla de democracia. “Nos hablan de paz, pero nos tildan de guerrilleros, mientras que somos nosotros quienes morimos cada día por el fuego cruzado entre los grupos armados. El Gobierno nacional, en cabeza de Iván Duque Márquez, dice que no responde a nuestras vías de hecho, mientras que nos lanza encima a un ejército entrenado para matar. Si nuestros gritos le dan miedo, no es porque seamos asesinos, es porque son gritos que tienen las voces de todos nuestros mártires y de los cientos de hombres y mujeres indígenas que han muerto por defender sus derechos y los de sus comunidades”.

Un llamado de dignidad al país

Desde la Organización Indígena de Antioquia, también llaman al país a que despierte y comprenda las razones de la movilización. “Hoy, muchos colombianos se quejan por las difíciles condiciones de un par de semanas, causadas por el bloqueo de la Panamericana, piensen en las condiciones a las que nos hemos visto sometidos durante años, teniendo que elegir entre el desayuno o el almuerzo, mientras nos disparan por una guerra que no es nuestra, mientras enterramos a nuestros muertos sin entender las razones de su despedida”.

Con la preocupación del rumbo por donde el actual gobierno está llevando al país, y por los derechos que se vienen perdiendo día tras día en la ciudad y en el campo, esta gran Minga Nacional cuya voz ha llegado a cada rincón del país, llama a seguir sumando esfuerzos con dignidad, “este proceso está creciendo y estamos llamando y convocando al pueblo colombiano, a los trabajadores, a los estudiantes, a los camioneros, a los campesinos, al pueblo afrocolombiano a que nos sumemos en esta gran minga por la vida y por la paz de Colombia”, expresó el comunero Fernando.

Por su parte, y reiterando el compromiso de las comunidades indígenas con la vida y el territorio, la Organización Indígena de Antioquia, reflexiona, “Desde siempre hemos sido guardianes de la vida, el territorio y la paz, y ese mensaje de lucha y de resistencia lo queremos dejar a nuestros hijos e hijas y a las futuras generaciones indígenas, pues no necesitamos un Estado asistencialista que lo regale todo, sino un Estado que cumpla los acuerdos, que respete nuestros derechos y que apoye nuestros procesos organizativos y autónomos, un Estado que hoy tenga las facultades y el interés de negociar y de cumplir los acuerdos con los pueblos ancestrales del país”.