Capitalismo y Covid-19: una pareja explosiva

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El confinamiento ha contribuido a deteriorar la salud mental de millones de personas en el mundo

Los 47 países de más frágil economía: 34 en África, 12 en Asia y el Pacífico y Haití en el Caribe, no tienen por ahora ninguna posibilidad de acceder a la vacuna. El 84.5 por ciento de los trabajadores de estos países ni siquiera están afiliados a un programa de protección social

Alberto Acevedo

Durante una ceremonia religiosa celebrada en 2014 frente a un cementerio de víctimas de la segunda guerra mundial, el papa Francisco dijo que la tercera guerra mundial ya comenzó. Precisó que esta se expresa en los crímenes y las masacres que se desarrollan por todo el mundo. “La guerra es una locura y ya destruye todo. Es una guerra mundial por partes, es irracional, y su único objetivo es la destrucción, los crímenes y las masacres”, dijo entonces el jefe espiritual de la iglesia católica.

No podía intuir entonces el pontífice la llegada del coviod-19 y su extensión por todo el planeta. Esta también es una guerra y está causando una enorme cifra de bajas y pérdidas materiales en una marcha avasalladora a su paso.

La pandemia del covid-19 desencadenó una emergencia de salud pública y se transformó en una crisis económica global. Para ello encontró un terreno abonado, porque a principios de 2020 la economía global ya padecía un estado similar al de cuidados intensivos.

No se percibe tanto

Las disposiciones de emergencia adoptadas para enfrentar la pandemia se comparan con una guerra planetaria: toques de queda, confinamientos forzados por regiones, militarización extrema, represión contra sectores de población, y lo que es peor, un elevado saldo de víctimas fatales.

La gente en general no percibe esta situación de forma tan dramática, pues semejante trastrueque de la economía tiene rasgos muy similares con las crisis recurrentes del capitalismo. Pero estos rasgos son ahora más acentuados. Tras el confinamiento creció el desempleo de manera exponencial. Y es una situación que afecta tanto a países desarrollados como a los que están en vías de desarrollo.

En los países en los que se adoptaron medidas firmes para preservar el empleo, los efectos de la crisis se sintieron fundamentalmente como reducciones de salarios más que como pérdida masiva de puestos de trabajo. Es el caso, por ejemplo, de la hotelería en Colombia.

Salario de las mujeres

Para Guy Ryder, director general de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, el crecimiento de las desigualdades a causa de la crisis del covid-19 podría dejar un desolador saldo de pobreza e inestabilidad social y económica de enormes proporciones. “Necesitamos políticas salariales adecuadas que tengan en cuenta la sostenibilidad del empleo y de las empresas, en las que se aborden también las desigualdades y la necesidad de sostener la demanda, precisó Ryder.

Un informe más reciente de la OIT asegura que la pandemia del coronavirus provocó que en el primer semestre de 2020 los salarios mensuales de las dos terceras partes de los países se redujeran o crecieran más lentamente. Además, es probable que en el futuro cercano la crisis sanitaria ejerza una presión a la baja sobre los salarios. Los efectos más adversos de la crisis se han hecho sentir en el salario de las mujeres y de los trabajadores con remuneraciones más bajas, puntualiza la OIT.

El desempleo está asociado a la pobreza. La pobreza mundial está aumentando por primera vez desde la crisis financiera asiática de 1998, señalan estudiosos del tema. Según el Banco Mundial, las personas que sobreviven en pobreza extrema, con menos de 1.9 dólares al día, podrían llegar a entre 703 y 729 millones, más del 9 por ciento de la población del globo, al cierre de 2020.

Sin la vacuna

Las mujeres y los jóvenes han sido los más golpeados por la crisis. En 32 países que aportaron datos estadísticos, donde más se propagó la pandemia se registraron mayores aumentos de desempleo femenino que masculino. Asociado a esto, 20 años de avances en la educación en los países en desarrollo, están en peligro de perderse, afectando especialmente a las niñas.

Los 47 países de más frágil economía: 34 en África, 12 en Asia y el Pacífico y Haití en el Caribe, no tienen por ahora ninguna posibilidad de acceder a la vacuna. El 84.5 por ciento de los trabajadores de estos países ni siquiera están afiliados a un programa de protección social. Un lastre adicional que señala la Unctad es que, en medio de las enormes carencias en materia de salud pública, los países en desarrollo y las llamadas economías en transición tienen una deuda externa que supera los 10 billones de dólares.

Otro enfoque lo tiene el Programa Mundial de Alimentos, PMA. David Beasley, jefe de este organismo de las Naciones Unidas, dijo que “2021 será catastrófico y el peor año de crisis humanitarias, desde que se constituyó la ONU hace 75 años”. En al menos una docena de países, la hambruna general “ya está tocando a la puerta”, dijo el funcionario. “2021 será literalmente catastrófico con base en lo que estamos viendo en esta etapa del juego”, dijo en una reunión especial de la Asamblea General de la ONU sobre el covid-19.

Pisoteados por la estampida de las vacunas

Por su parte, el secretario general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Gebreyesus, pidió una inyección inmediata de 4.300 millones de dólares para un programa mundial de suministro de vacunas. “Simplemente no podemos aceptar un mundo en el que los pobres y los marginados sean pisoteados por los ricos y poderosos en la estampida de las vacunas (…) Esta es una crisis global y las soluciones deben compartirse de manera equitativa como bienes globales públicos”, dijo Gebreyesus.

Si se eleva la mirada más allá de los árboles para abarcar el bosque, el panorama no es mejor. “La pandemia, dijo el secretario general de la Unctad, Mukhisa Kituyi, “ha herido gravemente la economía mundial, con peligrosas consecuencias para todos”. La covid “catapultó una crisis de salud global, a un shok económico global, que ha golpeado a los más vulnerables más duramente”, precisó el jefe de la Unctad. Además, advirtió el organismo, la vacuna viable, como la que anuncian con euforia en los grandes medios, no detendrá sin embargo la propagación del daño a la economía mundial, que se dejará sentir con fuerza en el futuro, con especial saña en los países más pobres y vulnerables.

“Moviéndose rápidamente a través de las fronteras, a través de las principales arterias de la economía global, la propagación del virus se ha beneficiado de la interconexión subyacente de la globalización y de sus debilidades”, dijo Kituyi.

La economía global se contraerá en un “asombroso” -4.3 por ciento en 2020, lo que podría llevar a 130 millones de personas más a la pobreza extrema, aseguró la Unctad en su más reciente informe, de noviembre pasado.

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