Las molestias de los partidos tradicionales con la apertura democrática por la paz
Redacción Política
La unidad nacional y la bancada por la paz lograron con 62 votos a favor y tres en contra, que la plenaria del Senado el pasado 27 de julio, aprobara en segundo debate, el acto legislativo que garantiza la representación política para los ciudadanos de las zonas más afectadas por el conflicto.
La aspiración de los políticos tradicionales y de los gamonales electorales de algunas regiones del país, es apoderarse de las 16 circunscripciones de paz que fueron pactadas por las FARC-EP y el Gobierno nacional como mecanismo de apertura y representación democrática para las comunidades golpeadas por el conflicto, la pobreza y el abandono.
Ahora el trámite legislativo entra a su tercer debate en Cámara de Representantes. Los voceros del movimiento Voces de Paz advierten que se intenta modificar la naturaleza de la iniciativa para favorecer a las maquinarias electorales de los partidos tradicionales y quedarse con la representación de los municipios que agrupan las 16 circunscripciones especiales.
Imelda Daza, representante a la Cámara de la colectividad veedora de la implementación, ha sostenido que no permitirán modificación alguna del proyecto de ley, debido a que las curules ni se les quitaran a los partidos tradicionales ni son para las FARC: “Son asientos en la Cámara para quienes viven en municipios víctimas de la guerra y víctimas del abandono estatal”, puntualizó la dirigente caribe.
A las circunscripciones especiales de paz podrán inscribirse organizaciones sociales que hagan presencia allí, sindicatos, juntas comunales, organizaciones de jóvenes y hasta gremios. Según Francisco Toloza, vocero de Voces de Paz “Desde sindicatos de maestros hasta organizaciones que agrupan a ganaderos, como Fedegán, podrán inscribirse allí para participar en las elecciones, demostrando que viven en la región. De manera que es falso lo que sostiene el Centro Democrático señalando que serán curules para la guerrilla”. De hecho el nuevo partido de las FARC-EP tendrá su representación en el próximo Congreso de la República con cinco curules para la Cámara y cinco para el Senado.
Para el ministro del Interior, Guillermo Rivera, el proyecto de ley es muy claro en señalar, quiénes tienen derecho a presentarse en las circunscripciones de paz. “Estas curules son para las víctimas, indígenas y campesinos que residen en estas zonas que han sido las más azotadas por el conflicto. De acuerdo con el proyecto, en cada circunscripción, las listas serán con voto preferente e integradas por dos candidatos, de los cuales uno de ellos debe ser acreditado como víctima del conflicto. Los candidatos deben ser ciudadanos en ejercicio y con domicilio correspondiente a la circunscripción y las personas respaldadas por las organizaciones de víctimas contarán con un reglamento especial que les permita tener facilidades para su inscripción como candidatos”.
El mecanismo de escogencia de los candidatos a las circunscripciones especiales será exclusivo de las comunidades. “Aspiramos a que las comunidades olvidadas y con pobreza multidimensional sean las que decidan sus representantes. Estamos en el país que impone candidaturas desde las elites de los partidos. Yo particularmente trabajo en la pedagogía del acuerdo, y a las comunidades de las circunscripciones especiales de paz les pedimos que escojan sus candidatos separándose de las costumbres políticas tradicionales. En el Perijá por ejemplo, he hablado con esas comunidades y están entusiasmadas por desarrollar por primera vez en su vida un ejercicio de representación democrática auténtico”, señaló Imelda Daza.
Otra de las dificultades por superar será la participación electoral de las comunidades. Para ello el estado colombiano deberá tomar medidas que garanticen la cedulación, pues muchas de ellas no se encuentran en el censo electoral.
Como también la facilidad logística para que en las circunscripciones existan puestos de votación y toda la infraestructura necesaria que garantice un ejercicio electoral sin contratiempos. Nuevos puestos de votación en las propias veredas y no solo en los cascos urbanos de las poblaciones de mayor densidad poblacional, es la primera petición de los voceros de las organizaciones sociales con asiento en los territorios.
Al proyecto le quedan dos debates para convertirse en ley de la República e iniciar la implementación real en los territorios beneficiados. Se espera que el debate concluya lo más pronto posible e inicie la discusión de la reforma política de la que no se conoce aún ponencia.