Carlos Lozano, adalid de la paz

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Carlos Lozano Guillén.

Caballero invencible de la paz. Inteligencia, disciplina y reflexión y al servicio de la misma. Comunista valiente e íntegro

José Ramón Llanos

La paz ese estado ideal para el crecimiento intelectual y económico de los pueblos, resultó casi una quimera inasible, para los colombianos, porque los hombres que nos gobiernan hicieron de la guerra su modus vivendi más favorable para gobernar y defender sus intereses de clases y familiares. Después de vencer al colonizador español, inmediatamente comenzaron las luchas partidistas para usufructuar el poder, poniendo sus intereses   por encima de los colectivos y convirtiendo en subalternas las necesidades de construir instituciones que garantizaran la organización de una nación democrática, incluyente y con el manejo soberano de los recursos naturales, en beneficio  de todos.

En el país del sagrado corazón de Jesús, miembros de la clase gobernante utilizan un lenguaje de odios como su aporte a la guerra  que azota al país. Carlos Lozano Guillén, en cambio, adalid de la paz, ha puesto vida, inteligencia, disciplina y reflexión en defensa de un ambiente pacífico y progresista para Colombia. En los últimos doce años ha escrito y publicado siete libros que contienen reflexiones y propuestas sobre como sembrar paz en el país.

La obra de Carlos Lozano

Carlos Lozano asimiló el contenido de la reflexión de Albert Eistein: “La vida es muy peligrosa. No por las personas que hacen el mal, sino por las que se sientan a ver lo que pasa”, por esa razón se hizo comunista y escritor comprometido con los explotados, a quienes intentan humillar siempre los burgueses.  Las huellas de la paz, es el ´libro que escribiera Carlos Lozano a finales del siglo XX. Saludó al siglo XXI, con el libro Reportaje desde el Caguán. Continuó reflexionando y debatiendo en  conferencias y entrevistas sobre los obstáculos que debía superar cualquier propuesta de paz. Estas confrontaciones con los guerreristas enriquecieron  su argumentación sobre las formas de superar el conflicto social armado que imposibilita el empoderamiento de las fuerzas realmente democráticas y la construcción de un proyecto soberano, incluyente, que involucre a los sectores marginados.

Las nuevas herramientas conceptuales identificadas como consecuencia de su trajín intelectual  y el tráfago de la lucha contra la extrema derecha, las ha recogido en sus más recientes publicaciones: Medios, sociedad y conflictos; Guerra o paz en Colombia; La paz si es posible; Colombia, el nuevo país está en marcha; Diálogos de La Habana la paz es el camino; Colombia, la hora de la izquierda; La paz, es el camino y Crónicas del conflicto. Las FARC cumplieron. Adiós a las armas!

Carlos Lozano no es un diletante simulador, el director del semanario VOZ, conoce profundamente la historia política contemporánea del país y ha hecho una especie de doctorado estudiando casi que exclusivamente los partidos, los conflictos políticos, la guerra que aflige a Colombia pero especialmente es un analista del conflicto social armado que se inició con el Frente Nacional y la posterior intervención imperialista estadounidense en los asuntos económicos y políticos del país, después de la revolución de Cuba.

Crónicas del conflicto

Muy pocos colombianos han hecho tanto por la paz, desde un medio de comunicación, como el autor de Crónicas del conflicto, por tanto le haremos una lectura crítica a esta obra. – En su libro de apenas 194 páginas, un prólogo del poeta José Luis Díaz-Granados, una introducción y tres capítulos, encontramos una buena narración-analítica de la historia de la violencia desde los años treinta, hasta el momento que deviene conflicto social armado, con el agravante de la intervención norteamericana, su concepción de conflicto interno y su plan Laso. La introducción tiene cinco acápites: La fundación, Los antecedentes, El anticomunismo en la historia, La dictadura militar y El frente Nacional, La propuesta de salida política y Adiós a la guerra, el autor en esta introducción logra construir una orientadora contextualización de la violencia desde la segunda mitad de la década del cuarenta, con lo cual nos apropiamos del proceso inicial que condujo a la violencia impuesta por los Estados Unidos durante el Frente Nacional contra los comunistas y sectores progresistas.

Análisis de la obra

Carlos Lozano hace un enjundioso estudio de las obras de los más diversos ensayistas colombianos y extranjeros, incluidos miembros de la iglesia Católica como Javier Giraldo, sacerdote jesuita, en cuyos ensayos identifica el hecho de que quien prioritariamente utiliza todas las formas de lucha, es el Estado colombiano, cita al padre Giraldo: “…el Estado sigue utilizando su potencial bélico, cada vez, más fuerte y poderoso, para forzar las opciones políticas de sus ciudadanos en beneficio de la élite dominante y continúa combinando todas las formas de lucha, incluyendo el terror militar y judicial contra los más vulnerables, para aniquilar las opciones alternativas de sociedad”. Pocas veces, por no decir nunca, un intelectual nuestro logra identificar aseveraciones de esta naturaleza en textos de sacerdotes.

Con fundamentos y apoyo en obras de Jairo Estrada, Alfredo Molano y en sus propios análisis, muestra que las guerrillas en Colombia son secuela de la represión y violencia estatal, al respecto afirma: “…la decisión de centenares de campesinos y gente de la ciudad, que asumió la vida guerrillera porque consideraron cerrados los espacios legales para el accionar político debido a la violencia institucional y parainstitucional”.

El desarrollo capitular del libro, incluye una revisión crítica de la Masacre de las Bananeras y el magnicidio de Jorge Eliécer Gaitán, igualmente comprende el estudio del gobierno de Turbay Ayala, con todas sus tropelías, su “estatuto de seguridad” que era una aplicación de la doctrina de la seguridad nacional, “en la concepción del enemigo interno y del conflicto de baja intensidad, justificado en un discurso anticomunista y de supuesta represión al terrorismo”, destaca el autor.

Finalmente, el libro contiene unas reflexiones sobre la importante conclusión del Congreso XIII del PCC, sobre la ineludible salida del conflicto armado mediante diálogos que condujeran a la paz, con democracia y soluciones a los problemas sociales.

El capítulo II es el mensajero de la buena nueva de la paz, con sus múltiples complejidades, retos y esperanzas de una nueva Colombia, transitando por caminos democráticos, inclusión social y rescate de la soberanía. El nacimiento del partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.

Unas semblanzas del Che Guevara, Gabo, Manuel Marulanda, Alfonso Cano, Gilberto Vieira, Manuel Cepeda, y Augusto Ramírez, culminan el libro de Carlos Lozano, cuya imagen de intelectual comunista forjador de la paz con justicia social, será mejor aquilatada con el discurrir de los tiempos.