Pepe Álvarez
Hace unos seis meses recorriendo por mi ciudad de Calarcá me encontré entre tintos y tintos con una personalidad de vida capitalina: Pepe Álvarez, cocreador de la Fundación Universitaria Autónoma de Colombia y quien en Bogotá hace labor social y académica con ciudadanos calarqueños y de otras regiones y siempre soñando en construir una sociedad en equilibrio con la naturaleza. A su lado lo acompañaba su esposa ingeniera de sistemas, con postgrado en la Universidad del Valle. Se enamoró del Quindío y vino a residenciarse y continuar sus sueños al lado de sus camaradas. Es su histórica convicción política, no otra. Sus estudios en Ciencias Sociales, pregrado y Maestría en economía en Europa le permiten ser objetivo en lo que debe ser todo un territorio que busca la paz con justicia social y por ende le contribuye al proceso dialéctico en defensa de los derechos humanos, de la educación, la investigación y la cultura como la confluencia entre lo material y lo espiritual del ser pensante. Pepe Álvarez de manera gustosa hizo donación de su biblioteca al municipio de Calarcá con el ánimo de ofrecer escuelas y conferencias sobre economía alternativa. Nelson Guzmán Baena (vía Internet).
Informe de gestión
Bien por VOZ que entrega las cuentas públicas y claras de su gestión en 2017. Un claro ejemplo para otras comisiones y espacios del Partido Comunista Colombiano. El balance es autocrítico, reconoce acierto y errores con el mejor espíritu comunista. Muy importante el llamado debatir con los comunistas y amigos del semanario, con la finalidad no solo de recoger las críticas y las propuestas constructivas, sino también de recibir el apoyo para difundir al periódico en todos los rincones del país. Es necesario cumplir con las brigadas de venta en las fechas planteadas. Todos los militantes comunistas, con el orgullo de serlo, deben asumir esta tarea, bajo la idea de Vladimir Ilich Lenin de que el periódico es una herramienta del trabajo ideológico, sirve como organizador, educador, agitador y movilizador de las masas populares. ¡Hagamos lo correcto! María Bueno (vía Internet).
Votar por la decencia
Con plomo no se pudo y con gremios tampoco, con mayoría de votos sí se puede. ¿Qué haces? Con un cordial saludo, la unión por la vida y por la paz, le estamos entregando esta carta que no es para afiliaciones, ni para cambiarse de partido, sino para unir votos en cadena: practicando el método de miles de pobres en el mundo antiguo, que no tenían pólvora, radio ni correos, se pasaban mano a mano miles de mensajes de paz para unir su voto y defenderse de los delincuentes. Es lo que algunos pueblos en América Latina y del Caribe están haciendo, lo que enseñó Chávez, para que tengamos en cuenta: el enorme beneficio de los votos, que algunos ignorantes los venden por plata de la alimentación de un día y viven llevados toda la vida. ¡Que error! Los compradores de esos votos se convierten en congresistas de la república, ganando más de veinte millones de pesos mensuales, y como si fuese poco privatizan las empresas del Estado como la salud, con cadena de muertes; agua potable, de energía eléctrica, de teléfonos, otros medios de comunicación, las riquezas nacionales, la tierra, los medios de producción y explotan a millones con salarios miserables. Con los viejos partidos y gremios sigues en la olla. Israel Ortigoza (vía Internet).