Cartas

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Por sus obras…

Mientras los asesinatos de defensores de derechos humanos y de líderes sociales colombianos van en aumento, nos acercamos al día de elecciones, donde sabremos qué tanto progresaremos en nuestro país, respetando los límites necesarios para no perjudicar los recursos naturales que Colombia aún posee. Si la frase: “por sus obras los conoceréis” es cierta, podemos afirmar que, quienes han “gobernado” al país, lo han convertido en un país campeón en inequidad social, violencia y hambre, contra mujeres e infantes principalmente. Una “republiqueta” narco que reparte toneladas de cocaína por todas partes. Un paraíso para el raterismo criminal y la corrupción aún más criminal. Un feudo donde no se cumple lo firmado ni se respeta la palabra. Así, vamos ahogados en basuras; se nos caen los puentes; se nos desploman los edificios; la salud, la educación, el trabajo, la justicia son solo ilusiones. Este panorama no es el de una democracia. Es el de una dictadura solapada ejercida por la oligarquía más feudal, narco y asesina del continente. Mercedes de Álvarez.

Ojo a la reunión

Sería buen ponerle un ojo a la reunión que sostuvo el candidato presidencial Gustavo Petro con el Consejo Nacional Gremial. La reunión es la primera iniciativa de entendimiento entre los empresarios poderosos de Colombia, incluyendo banqueros, industriales y petroleros, y la propuesta de Colombia Humana a la cabeza de Gustavo Petro. La posibilidad que la Colombia Humana pueda llegar a ganar la presidencia del país, es cierta. Sin declaraciones altisonantes los dirigentes de ese gremio se declararon satisfechos por la reunión donde el candidato presentó su propuesta económica y social, y entendieron que no hay expropiación a la vista sino la idea de desarrollar el capitalismo anclado a la acumulación de la tierra y no al desarrollo productivo. El Consejo Nacional Gremial confirmó que el candidato que lidera la encuesta popular en la calle, no es un peligro para sus intereses. Esteban Merlí.

La fe dividida

Sin ninguna sorpresa se conoció la noticia de la adhesión cristiana a las candidaturas de la derecha. La senadora Vivian Morales se fue a la campaña del uribismo y con ella el partido político Mira; mientras Vargas Lleras sedujo los votos de la inmensa iglesia multinacional Carismática Internacional, o conocida como G12, cuya sede principal en Bogotá ya está empapelada con la propaganda de Vargas Lleras, además de conquistar muchos pastores cristianos a quienes les encomendó construir su política sobre la familia. El panorama es así: como nunca antes, los cristianos del país que tienen una bancada interpartidista de casi 12 senadores, se encuentran divididos. Y si a eso se le suma que la Iglesia católica, jugadora titular en todas las elecciones del país, y que mayoritariamente se ubica en el Partido Conservador, sigue la suerte divisionista de ese partido pues la mitad de los godos se fueron a la campaña de Iván Duque y los otros para la de Vargas Lleras. Por primera vez en la historia electoral de Colombia los cristianos no tienen la fe de ganar. José María Letión.

 

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