Mientras el Gobierno apaga incendios por un lado, estallan pequeñas protestas sociales por otro. Trabajadores, gremios y comunidades, coordinan y preparan una gran protesta nacional
Servicios públicos insatisfechos; destrucción del medio ambiente; desfinanciación de la educación preescolar, primaria, secundaria y universitaria; desempleo; abusos laborales; formas informales de contratación y abandono estatal a regiones, entre otras, son algunas de las problemáticas que se han hecho evidentes en el último mes en Colombia.
Y se han hecho evidentes porque ante la desesperación de trabajadores y comunidades se han intensificado las protestas que reclaman, principalmente, cumplimiento de acuerdos pactados con anterioridad y dignificación de condiciones laborales y de vida.
Es este el contexto en el que la semana pasada se suspendieron los paros cívicos de Chocó y Buenaventura, en los que la movilización social obligó al Gobierno nacional a llegar a nuevos acuerdos, pero esta vez con una mayor vigilancia y seguimiento en cuanto a su cumplimiento.
Por otra parte, los trabajadores estatales presentaron un petitorio desde el pasado mes de enero en el que fundamentalmente exigieron mejores formas de contratación; ampliaciones de plantas de personal; presupuesto para las instituciones; salarios; respeto a derechos laborales y sindicales; sin que hasta el momento hayan llegado a acuerdos, excepto en el tema de reajuste salarial.
Y el magisterio no se amilanó con las amenazas del presidente de la República e intensificaron la protesta en búsqueda de mejores servicios de salud, salarios, pero fundamentalmente presupuesto para la educación.
La suspensión de los paros cívicos en el Pacífico colombiano no calmaron los ánimos que se extienden por todo el país para la realización de un paro nacional, o el inicio de otros de índole regional y local, en los que también se pide respeto a las consultas contra la minería, respeto a los procesos de revocatoria de mandatarios locales y freno a la locomotora de la destrucción medioambiental o megaminería.
Se coordina paro nacional
Acerca de las posibilidades de una gran protesta nacional que articule los procesos locales y regionales en rechazo al modelo económico y en exigencia de soluciones reales a diversas problemáticas, el dirigente social Carlos Arturo García, de la Coordinación de Organizaciones Sociales, explicó que cada uno de los paros convocados tiene sus propias dinámicas y sus particularidades, por consiguiente hay pliegos específicos.
“La propuesta del paro cívico nacional se originó con base en la presentación de un pliego único nacional de 15 puntos denominado pliego social y político, radicado por parte del Comando Nacional Unitario, CNU, hace año y medio al Presidente de la República, pero del que no ha habido ninguna respuesta. Esta vez el petitorio recogerá exigencias de comunidades o problemáticas regionales, como Casanare, La Guajira, Barrancabermeja Tumaco, entre otras”.
Chocó a la espera
La firma del acuerdo entre el Gobierno nacional y líderes sociales en representación de las comunidades del Chocó, fue apenas el primer paso para la suspensión del paro. Los siguientes son la estricta vigilancia a la materialización de lo pactado.
La dirigente social de ese departamento, Hermencia Palacios, explicó a este medio el desarrollo del proceso de movilización que obligó al Gobierno a firmar un nuevo pacto: “Cuando se firmó el acuerdo el año pasado con el Gobierno nacional se dijo que si no cumplían nos iríamos nuevamente a paro, los puntos prioritarios eran salud, educación, agua potable, saneamiento básico, lo del territorio de Belén de Bajirá, e instalación de las mesas, ya que era de vital importancia tratar los demás puntos. El Gobierno no respondió y nos fuimos a un paro cívico que inicio el 10 de mayo. El pueblo respondió y las marchas fueron multitudinarias. Se vincularon todos los sectores como la minería, los sindicatos, el comercio, todas las organizaciones de base del pueblo y los indígenas.”
Ante las masivas manifestaciones, el Gobierno envió a Quibdó delegados en tres oportunidades en el transcurso del paro; aunque el mensaje era el mismo: “No hay recursos”.
“El comité demostró de donde podían salir los recursos, si había recursos para la guerra y la corrupción tenían que salir para el Chocó, se hizo un debate político y pudimos concretar el 26 de mayo los acuerdos. Los jóvenes exigieron una mesa de la juventud, ya hicieron una mesa. El balance del paro lo consideramos muy bueno. Logramos que el Gobierno entendiera que tenía una deuda histórica con el departamento. Pero esto no termina aquí, hemos dicho que de acuerdo con lo firmado si no cumple el cronograma, vamos a paro nuevamente”, concluye enfáticamente Hermencia Palacios.
Logros bonaverenses
Por otra parte, Humberto Hurtado, dirigente cívico de Buenaventura hizo un balance de lo conseguido con la negociación que permitió la suspensión del paro cívico en esa ciudad. Lo primero en destacar fue el nivel de unidad alcanzado entre los distintos sectores, y las contundentes movilizaciones.
“Se logró una unificación y por eso empezaron a reprimir a la gente con el Esmad, hubo más de 2.500 hombres de la fuerza pública por agua, tierra y aire, es la primera vez en la historia de Buenaventura que se logra unificar a la gente. Ahorita, se viene lo más difícil y es exigir el cumplimiento de lo acordado, conociendo que este es un Gobierno mentiroso, tramposo y sobre todo, que respondió con represión”.
Acerca de las soluciones para la ciudad explicó: “Esto se resuelve a través de un plan de desarrollo a largo plazo, lo hemos definido a 10 años. Se buscan soluciones estructurales, crear una ciudadela hospitalaria de tercer y cuarto nivel en salud; resolver el problema de agua y alcantarillado, que cubra a más del 90% de la población, agua 24 horas; el empleo y la productividad; no debe haber empleo tercerizado, tiene que ser un empleo digno, contrataciones a término indefinido; la recreación; el deporte y la cultura; el estadio y el polideportivo están deteriorados, parecen una selva, debe haber sitios para el deporte, para recrearse, para la cultura.
“Por eso, lo primero que se tiene que resolver es formalizar a través de una ley en el Congreso, que será presentado un proyecto el 20 de julio, lo que es el fondo autónomo a través de una fiducia y la composición de una estructura orgánica que queda blindada con Fiscalía, Procuraduría, Contraloría”, anotó el dirigente social bonaverense.
Los anteriores procesos muestran una mayor coordinación para la realización de una gran protesta nacional, en la que temas como el respaldo a los procesos de paz con las insurgencias armadas FARC-EP y ELN, y el cumplimiento de lo acordado ya hacen parte de las discusiones en el orden regional y nacional de las organizaciones que la preparan.
Asimismo, los pobladores y las disímiles organizaciones sociales han aprendido que solo con la unidad y las movilizaciones conseguirán frenar el actual modelo de desarrollo, al que ya culpan de las problemáticas que sufren, y alcanzar que se respeten sus mínimos derechos.