Cien mil razones diversas

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Los colores y la alegría acompañaron una jornada de derechos. Fotos Sara Zapata.

La diferencia nos une, fue el lema que este año movilizó a un centenar de personas por las principales calles de la capital exigiendo derechos plenos para el sector de la diversidad sexual

Carolina Tejada Sánchez
@carolltejada 

Sobre las doce del mediodía del primero de julio, y cumpliendo con la convocatoria que se realizó a través de redes sociales, el Parque Nacional se fue llenando de colores, música y comparsas que desde distintos sectores y colectivos se daban cita para expresarle al país, que aquí, en Colombia, faltan derechos plenos para toda la población y que estos deben de ser garantizados sin distinción alguna.

“Estamos orgullosos de la diferencia”, “la homofobia es un problema de cultura”, “En tiempos de odio, amar es militancia”, señalaban algunos carteles que adornaban la manifestación que continuó por toda la carrera séptima y que tenía como fin la Plaza de Bolívar, en donde habría un acto central.

La homofobia es una acción política

En la medida en que la gente se sumaba a la gran fiesta, adultos, jóvenes y parejas acompañadas por sus familias, respiraban un aire diferente a las anteriores movilizaciones. La gente que salió a marchar expresaba en su discurso, en sus banderas y consignas el descontento ante el nuevo Gobierno. Y no es para menos, pues la llegada de Duque a la presidencia representa para la población Lgbti, un retroceso en la garantía de derechos plenos conquistados en años anteriores.

“Martha Lucía no me representa”, “Este no es el match que queremos para nuestro país” haciendo referencia a Alejandro Ordóñez. Así lo señala Nixon Padilla, un profesor universitarios y líder del sector de diversidad quien a su vez hace parte del comité organizador de la movilización. El asegura que hoy existe, “una alianza de sectores atrasados y que tienen como propósito fundamental, eliminar los derechos que se han ganado en la última etapa. Estamos hablando de dirigentes de iglesias, de Viviane Morales, el exprocurador Alejandro Ordóñez, y como ya se avizoró en el Congreso de la República, no van a permitir avances en el reconocimiento de derechos”.

Nixon se refiere a las modificaciones que en los últimos días le hicieron a la propuesta inicial de la Justicia Especial para la Paz, JEP. Ésta propuesta, “contenía alusiones directas a la población Lgbti, la cual quedó reducida a poco menos que una enunciación. Lo que ellos han indicado, es que hay que eliminar lo que hasta ahora la derecha ha denominan la “ideología de género” de cualquier tipo de legislación o acción gubernamental. Eso pone en riesgo la política pública Lgbti nacional que fue desarrollada por el Gobierno Santos en la última etapa”, afirma el docente.

Los retos para un país diverso

Por ello, una movilización que se vistió de alegría y festividad tenía el reto de evidenciar ese descontento y llamar a los diversos sectores sociales a aunar esfuerzos por conservar los avances y lograr que el Gobierno no intente echar para atrás lo alcanzado hasta ahora.

Esta jornada, a la que asistieron lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero, fue para los líderes del sector, “una expresión muy importante de la participación ciudadana y de la activación de los movimientos sociales de las organizaciones que trabajan por la igualdad de género y este año tuvo como lema “la diferencia nos une”. La respuesta fue masiva por quiénes hacemos parte del sector, pero también de personas que siendo heterosexuales han entendido que la lucha por la igualdad, la lucha por la diversidad es una lucha del conjunto de la sociedad”, expresó Jorge Virviescas, otro activista del sector y miembro del colectivo León Zuleta.

Trabajar con las diferentes organizaciones sociales de los sectores Lgbti, en la idea de garantizar que los temas de participación política, de paz, del reconocimiento de la necesidad de, como reflexiona Virviescas, “cambio cultural esté presente en la mirada de lo que viene hacia delante y en eso, el colectivo León Zuleta, como organización social que trabaja desde este movimiento va a impulsar, desde la unidad hacia la discusión y seguimiento de la política nacional y de los escenarios defensa de los derechos ganados”.

Sin lugar a dudas, otro de los retos, más allá de poner en el orden del día la unidad de los movimientos sociales para defender lo conquistado hasta ahora, está el hecho de evidenciar y frenar los brotes de violencia de los cuales han sido víctimas las personas que, por su identidad de género u orientación sexual, son violentadas o asesinadas. Frente a ello, Nixon plantea: “el reto es frenar esta tasa de homicidios que ha tenido lugar en las zonas de alto conflicto armado en el país. Nosotros apoyamos la solución política al conflicto armando, pero nos damos cuenta de que éste no ha cesado. Éste es el caso de zonas como Sur de Bolívar, Catatumbo, Arauca, Putumayo entre otros, los crímenes contra esta población han aumentado en el marco del conflicto”.

A los cincuenta años de la revuelta de Stonewall

La revuelta de Stonewall, es reconocida como la primera manifestación en la que la comunidad Lgbti, se levanta en contra de una redada policial que tuvo lugar en la madrugada del 28 de junio de 1969, en un barrio neoyorquino de Greenwich Village. Estos hechos son reconocidos como la primera ocasión, en la historia de Estados Unidos, en que la comunidad Lgbti luchó contra un sistema excluyente y represor. A los cincuenta años de estos acontecimientos, cuenta Virviescas, se “realizará en Colombia la conferencia de la organización internacional de lesbianas, gays y bisexuales e ILGA Latinoamérica, donde vamos a cruzar agendas con diferentes organizaciones de otros países para mirar hacia dónde ésta avanzando el continente en término de igualdades y derechos para las poblaciones Lgbti”. Asegura que, dentro de la agenda para los años venideros, está el garantizar que en los gobiernos locales puedan estar presentes las políticas de igualdad e inclusión y que puedan salir desde los movimientos sociales, desde la izquierda de los movimientos progresistas.

A pesar de la lluvia que llegó cerrada la tarde a la capital, la fiesta por la diversidad culminó con una Plaza de Bolívar llena, más de cien mil personas se calcula que pintaron de diversidad la plaza pública. Esta gran jornada es el primer mensaje de movilización social, por derechos y garantías plenas que recibe al nuevo Gobierno.

Los sectores de la diversidad sexual, expresan su descontento con la nueva alianza en el Gobierno. Foto Carolina Tejada.