La Unidad Nacional de Protección, UNP, no continuó las negociaciones de un petitorio presentado por seis sindicatos en el que piden finalizar la tercerización y condiciones laborales dignas para miles de guardespaldas
Redacción Laboral
El 27 de febrero pasado los sindicatos de la Unidad Nacional de Protección, UNP, radicaron sus pliegos de peticiones, pero ante la cantidad de estos tuvieron que unificarlos con los de otras organizaciones. Paso seguido, la Unidad Nacional de Protección, UNP, se sentó a negociar en la etapa de arreglo directo -aunque en palabras de Luis Enrique Guchuvo, escolta afiliado a un sindicato-, con unas actitudes negativas por parte de los representantes de la patronal, ya que no ofrecieron garantías a todos los negociadores.
“A los negociadores del sindicato Memoria Viva, quienes son de las regiones y exintegrantes de las FARC, no les brindaron todas las garantías para venir a Bogotá a negociar, diciendo que no tenían dinero, no les dieron manutención ni hospedaje, que inclusive no tienen para pagar viáticos para funcionarios directos y de tercerizados. Dicen que tienen un déficit para el funcionamiento por lo que no puede gastarse el dinero en la negociación”, explica Luis Enrique Guchuvo de Sintrasecol, organización que afilia a 670 trabajadores de la seguridad en el ámbito nacional.
Por su parte, en comunicado de prensa de la entidad esta dijo: “…la UNP durante esta etapa otorgó a los representantes de los sindicatos las garantías necesarias para avanzar en este proceso y promovió en todo momento la concertación con estos”.
La entidad expresó también que consideraba pertinente iniciar la etapa de medicación a través del acompañamiento de un tercero imparcial como el Ministerio de Trabajo con el propósito de facilitar el encuentro de puntos de acuerdo entre la administración y las organizaciones sindicales, en observancia de los empleados afiliados a dichas organizaciones que resultarán beneficiados con la pronta resolución del conflicto, en mejora de sus actuaciones.
Aun los pocos diálogos, no hubo avances en los temas, entre los que se destacan la exigencia de las organizaciones de escoltas de acabar con la tercerización laboral, ya que la UNP tiene 500 funcionarios de planta y más de 4.500 brindando protección. En consecuencia, esto no permitiría que los recursos se desvíen a las empresas privadas y daría estabilidad laboral.
“Esa tercerización es ilegal porque se están ejerciendo funciones misionales por las que fue creada la UNP como es la protección a personas. Además, así le sale mucho más costoso a la UNP porque a través de un operador privado la administración de un trabajador sale por siete millones de pesos mensuales, mientras que uno de manera directa le sale por cuatro millones”, comenta Luis Enrique Guchuvo.
Más temas sin solución
Otro de los asuntos es la rotación de estos trabajadores, ya que deben laborar lejos de sus familias por lo que se exige su reubicación para que tengan mejores condiciones de vida. A primera vista, es un punto que se puede dar sin que haya una mayor inversión en recursos y sí mejora el bienestar de los escoltas, pero según el dirigente sindical consultado, la UNP argumenta que los sindicatos no son quienes deben interferir en la administración en asuntos que solo competen a ellos.
Otros temas que quedan sin solución son el debido proceso disciplinario; garantías sindicales y laborales; reconocimiento del pago de horas extras a los funcionarios que ejecuten este trabajo suplementario y la abolición de las pruebas psicofísicas que se le hacen a los funcionarios de la UNP, ya que estas no son obligatorias para las entidades armadas del Estado.
“Luego de que se agotaran los veinte primeros días de negociación, el pasado mes de junio, no se pasó a la prórroga porque el director de la UNP, Pablo Elías Monguí, dice que no seguirá negociando porque según él han tenido una actitud hostil con la entidad, no se entiende que se está negociando un conflicto colectivo. Por eso los sindicatos tuvieron una reunión con el Ministerio del Trabajo en la que esta institución se comprometió a hacer un acompañamiento y ayudar, pero no ha habido nada hasta ahora”, anota Luis Enrique.
En comunicación, los sindicatos expresaron que el director de la entidad había decidido de manera unilateral levantarse de la mesa y no hacer prórroga a una segunda etapa de negociación, con lo cual ratificó su conducta de negativa a la conciliación y a llegar a algún acuerdo progresivo con las organizaciones sindicales, “mintiendo en sus pronunciamientos y descalificando a las organizaciones sindicales, porque según él, estás se enfocaron solo en peticiones personales y ambiciosas, argumentos claramente falsos, que llevaron a las organizaciones sindicales o pronunciarse en contra de semejante mentira”.
A lo que se refieren los sindicatos es a una comunicación de la UNP en la que dice que los dirigentes sindicales solo tienen intereses personales y que están interesados solo en permisos sindicales, por lo cual no avanzó la negociación. Además, que dos sindicatos ya tienen días de permisos sindicales que no se pueden extender a otras organizaciones.
Asimismo, que no es cierto lo que aseguran los sindicatos en la medida que los viáticos sí se pagan por anticipado ni que con la UNP existen contratos de personas naturales por más de 100 millones de pesos al mes. Y, que la prueba Simetric en relación con la capacidad psicológica y física de los escoltas por la actividad que desarrollan se seguirá aplicando”.
Por ahora, la negociación está estancada y la problemática de miles de escoltas sin solución, por eso, los sindicatos buscan convocar a sus afiliados y a los trabajadores en general a asambleas informativas para ver los medios de presión y lograr soluciones.