
El gobierno norteamericano habla de embargo a Cuba, una manera sublimal de ocultar un acto criminal contra un pueblo soberano, que daña a toda la población de la isla
Alberto Acevedo
Este 31 de octubre, la Asamblea General de las Naciones Unidas votará un proyecto de resolución “sobre la necesidad de poner fin al bloqueo”, que con antelación fue radicado en la secretaría general del organismo, por iniciativa del gobierno de la isla, con el fin de que la comunidad internacional condene las medidas de cerco financiero, comercial y económico que el gobierno de los Estados Unidos ha mantenido contra Cuba durante más de sesenta años.
Durante su visita a las Naciones Unidas el pasado mes de septiembre, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, dijo en su cuenta de twitter, que el bloqueo es el principal obstáculo para el desarrollo de Cuba y exhortó a la comunidad internacional a exigir de la actual administración norteamericana el levantamiento de la criminal medida. “El bloqueo de Estados Unidos contra Cuba es el sistema de sanciones económicas más abarcador y prolongado que se haya aplicado jamás contra país alguno. Es el principal obstáculo al desarrollo de nuestro país”, trinó Diaz-Canel.
Por su parte, la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), en sesión del 5 de octubre pasado, solicitó a la comunidad internacional refuerce el reclamo contra el bloqueo que Washington mantiene contra la isla. Yolanda Ferrer, presidenta de la Comisión de Relaciones Internacionales de la Asamblea Nacional, hizo público un documento de rechazo al cerco económico que imponen las políticas estadounidenses.
No doblegaron a Cuba
En medio siglo de sanciones, el gobierno de Estados Unidos no ha conseguido su objetivo de obligar a claudicar al gobierno revolucionario de la isla, ni a doblegar al pueblo cubano, precisó la parlamentaria. Por eso llamó a las naciones del mundo a respaldar el proyecto de resolución sobre la necesidad de poner fin al bloqueo. Ferrero dijo además, que el presidente Trump debería acatar el deseo de un amplio sector de la sociedad norteamericana que pide poner fin al régimen de sanciones a la isla.
Durante 27 años consecutivos, por esta época, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha votado una iniciativa similar. En los últimos tres años, 191 de los 193 estados miembros de la ONU, apoyaron el proyecto de condena al bloqueo, y solo votaron en contra Estados Unidos e Israel.
En el informe presentado a las Naciones Unidas este año, el gobierno de la isla afirma que en sesenta años de bloqueo económico, Cuba ha tenido pérdidas por 993.678 millones de dólares. Dice además, que la actual administración norteamericana “impuso un serio retroceso a las relaciones” bilaterales, luego de la reactivación oficial de los vínculos diplomáticos en 2015, bajo los gobiernos de Barack Obama y Raúl Castro.
Sistema injusto
Informes complementarios aparecidos en la prensa cubana, indican que entre abril de 2017 y marzo de este año, el bloqueo causó pérdidas a la economía cubana del orden de los 4.321 millones de dólares, según fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores. “En el primer trimestre de este año, el arribo de turistas norteamericanos disminuyó en un 43 por ciento y se cancelaron más de 240 reservaciones hoteleras de grupos turísticos hacia Cuba”, indicó la fuente.
La cancillería cubana indica además que las medidas sancionatorias de Washington constituyen una herencia de la guerra fría, es el sistema de sanciones unilaterales más injusto del mundo, el más severo y prolongado que se haya aplicado contra país alguno. Que por cierto, imponen un enorme esfuerzo y desafío a la isla para cumplir los Objetivos del Desarrollo del Milenio, trazados por las Naciones Unidas.
A propósito, hay un rechazo generalizado en el mundo a las medidas del gobierno norteamericano contra Cuba, que califican de injusto. No todos, sin embargo, son conscientes que la medida, además de injusta es ilegal, pues se lleva por delante la normativa internacional de cooperación entre las naciones.
El cuento del embargo
Por cierto, el gobierno norteamericano habla de embargo a Cuba, una manera sublimal de ocultar el terrible crimen que implica someter a hambre y vejaciones a un pueblo pequeño, pacífico, durante más de medio siglo. Un acto criminal contra un pueblo soberano, que daña a toda la población de la isla.
El argumento inicial de la administración norteamericana para imponer las sanciones económicas, fue que la nacionalización de empresas de ese país por parte del gobierno revolucionario afectaba la economía y la seguridad nacional de los norteamericanos. En realidad, al recuperar el control sobre sus riquezas, lo que hicieron los cubanos fue un acto de soberanía, ese sí, basado en la legalidad internacional. En efecto, la resolución 1803 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, llamada ‘Soberanía permanente sobre los recursos naturales’, respalda este tipo de acciones como actos de soberanía de los pueblos sobre sus recursos y riquezas, por razones de utilidad pública e interés nacional.
En cambio las medidas sobre bloqueo a un país soberano, miembro de la comunidad de naciones, son normas de constreñimiento económico, ilegales a la luz del derecho internacional. La normatividad legal internacional prohíbe imponer un bloqueo económico, financiero o comercial, alegando una supuesta acción defensiva. Salvo que se trate de una agresión armada, que permite la legítima defensa. Pero Cuba, jamás ha agredido a los Estados Unidos ni a ninguna nación del planeta.
Una realidad de hoy
Las nacionalizaciones que hizo la revolución cubana, tras la caída de la dictadura de Fulgencio Batista, fueron un acto de soberanía para recuperar bienes y recursos, necesarios para el desarrollo de la nación. Y además de legítima defensa frente a las primeras medidas de boicot por parte de los Estados Unidos. Por lo demás, el derecho internacional otorga a un estado la potestad de decidir libremente sobre sus asuntos internos y externos, con tal de que no se afecten los derechos de otros estados.
Durante más de medio siglo, el pueblo cubano ha vivido bajo el signo del bloqueo económico. Esta sigue siendo una realidad. Aún hoy, conmueve que un cubano muera en una cama de hospital, por no disponer de una dosis de Temozolamida, uno de los mejores medicamentos conocidos en el mundo para quimioterapia.
O que no disponga de tecnología moderna para enviar con facilidad un mensaje de WhatSapp, o un simple email a sus amigos. O que no pueda acceder a paquetes de internet, pues toda esa tecnología, no solo hay que pagarla en dólares americanos, sino que los proveedores internacionales no entregan esos productos tecnológicos a los cubanos, por expresa prohibición de los Estados Unidos.