Luego de que Iván Duque y la prensa colombiana afirmaran que el Gobierno venezolano quemó la ayuda humanitaria que pretendían entregar el pasado 23 de febrero en la frontera con Cúcuta, sus versiones son desmentidas
Carolina Tejada
@carolltejada
El New York Times, medio estadounidense, publicó esta semana un video en el que se observa lo que el mismo Gobierno de Maduro habían afirmado desde febrero, “la guardia venezolana no quemó la ayuda humanitaria”. En este archivo con tomas desde el lado colombiano, como personas con acento paisa y otras venezolanas, elaboran molotov’s; botellas con combustible a las que se les introduce una mecha la cual es incendiada antes de ser lanzada sobre los camiones que contenían la ayuda humanitaria. Vídeos como estos ya habían sido compartidos en redes sociales, pero ningún medio de carácter privado y de amplia audiencia, los hizo públicos.
Desde sus inicios, tanto el concierto como la ayuda, habían sido señaladas de ser un espectáculo creado desde la derecha colombiana y latinoamericana, para seguir hundiendo la imagen del presidente Maduro. VOZ, en el seguimiento a estos acontecimientos entrevistó a Javier Couso, un parlamentario europeo, que ha venido haciendo el papel de observador internacional frente a las elecciones venezolanas y del proceso Bolivariano. Couso, además de parlamentario y observador internacional, es experto en periodismo audiovisual y le compartió a VOZ sus reflexiones al respecto.
Una crisis maquillada
Couso, comenta que en este año ha visitado en tres ocasiones el vecino país. La última visita fue días después de la autoproclamación de Guaidó como presidente interino, y su impresión sobre la llamada crisis humanitaria y la crisis institucional del gobierno venezolano dista mucho de la presentada por los medios. De sus visitas comenta, “he venido alucinado de comparar lo que ocurre allí con lo que cuentan los medios. Yo estuve el día de la posesión de Maduro y vimos las decenas y decenas de personas con pañuelos rojos acompañándole en las calles, y no salió en ningún medio grande de comunicación, yo lo vi con mis propios ojos y lo pude grabar en mi celular. Y tu veías la prensa europea, o estadounidense y la prensa latinoamericana y eso nunca existió”.
El parlamentario, relató mientras mostraba los videos que pudo grabar con su celular desde el carro en el que se transportaba hacia el lugar de la posesión, que le impresionó mucho el nivel de convocatoria de un gobierno al que le llamaban derrotado. En la última visita en la que pudo estar, coincidió con los días en los que Guaidó se autoproclamó como presidente interino y expresó su descontento, “este señor de legitimidad no tienen nada. Yo no sé cómo mi propio país ha podido reconocer que en medio de una asamblea se autoproclame. Un hombre al que además le han votado 14 mil personas y, por otro lado, sabiendo que él llega ahí porque por turnos la oposición, que está dividida, se han repartido la presidencia de la Asamblea, pero a él no le correspondía el turno, lo que se observó fue una presión por sacar a la persona que le correspondía ejercer para que subiera Guaidó”.
El bloqueo económico
Desde la versión de analistas internacionales, la crisis de Venezuela pasa por una asfixia económica promovida por los EE.UU., a través de un cerco financiero. Por un lado, le prohíben importar medicinas y por otro, han bloqueado a otros países para que no le vendan alimentos.
Según las versiones que da el europarlamentario, desde las visitas que ha podido realizar, la tal crisis es una cortina de humo, es una absoluta mentira, “yo he salió por Caracas estas tres veces sin ningún problema, he comido en restaurantes donde había venezolanos y venezolanas y no he visto gente muriéndose en la calle, porque hay que decirlo, una emergencia humanitaria o una hambruna, es cuando se muere la gente porque no llega al mínimo vital básico de las calorías, pero en Venezuela no es así, eso nunca lo he viso. Claro que hay dificultades económicas, una crisis grandísima, podemos discutir si hay algo de culpa del gobierno y también de la presión económica. Por ejemplo, hay 1.400 millones de dólares en compra de medicina que están atrapados en Europa y no han llegado, y EE.UU. ha capturado más de 30 mil millones de dólares que se correspondían a todo el programa social que tiene que ver con la alimentación, etc.”.
Esta estrategia de bloqueo económico ha generado un desequilibrio en la economía venezolana. Las cifras sobre dicha maniobra han sido evaluadas por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica, Celag, el cual afirma que, sólo entre 2013 y 2017, las cifras llegaron a 350.000 millones de dólares. Mientras tanto, en los grandes medios se sigue hablando de la crisis económica como responsabilidad de Maduro.
Sin embargo, Couso, asegura que a pesar de la misma crisis en la que está Venezuela, el gobierno no ha dejado de actuar en función de garantizar los derechos de la gente. “Voy a contar algo que tampoco cuentan los grandes medios. Yo asistí a la entrega de dos millones seiscientas mil viviendas que se han entregado en medio de esta crisis, y también vi como sigue dándose la atención médica en los barrios populares sin ningún tipo de problemas, además de los seis millones ayudas alimentarias en medio de la crisis”. Lo que deja en claro que, a pesar del bloqueo y el saboteo, Venezuela sigue andando.
Una excusa para agredir a un pueblo que sigue unido
El concierto “Venezuela Aid Live” desde el que se generó toda una acción mediática contra Maduro, y por medio del cual se preparó el terreno para la entrega de la “ayuda alimentaria”, promovida por Duque, fue muy criticado en todo el país, pues es Norte de Santander uno de los departamentos con mayores niveles de pobreza, analfabetismo y desempleo. Pero ninguna ayuda llegó a estos municipios abandonados, su crisis fue menospreciada, lo importante era show con Venezuela. Incluso, la Cruz Roja Internacional y las Naciones Unidas, se negaron a participar por carecer del protocolo estipulado para ese tipo de cooperación.
Según comenta Cosuo, “lo que vimos ese sábado es un intento de que se produjera una masacre, que es la única manera en la que se puede vender una intervención supuestamente humanitaria”. También comenta, que mientras se dio el concierto y la supuesta entrega de ayuda, “la movilización en Caracas, fue monumental. Lo que quiere decir que hay una unión, el chavismo sigue siendo la fuerza hegemónica. Yo fui acompañante electoral junto a otros dos mil observadores electorales en las elecciones de mayo, y me reuní con los comandos de campaña de los que se presentaban en contra de Nicolás Maduro, y me dijeron que no había ningún problema, visité 36 colegios electorales, en todos preguntaba por los veedores de la oposición y me dijeron que no había ningún problema. Aquí lo que hay es una oposición que no reconoce al otro como hacían los nazis, es una oposición que podríamos calificarla de fascista”.
Desde el observador internacional, el llamado es a que exista una oposición patriótica, y que se respete la constitución, pero, “aquí hay una oposición que se está apoyando en un régimen externo para subvertir el orden constitucional, eso en mi país es traición a la patria y tiene entre 20 y 30 años de prisión. Todo lo que nos han contado sobre Venezuela son mentiras”.