El informe indica que en la economía mundial los intereses corporativos se sitúan por encima de los intereses de los trabajadores y trabajadoras, y el 60% de los países (84) excluyen a categorías enteras de trabajadores de la cobertura de la legislación laboral
Redacción Laboral
Según la Agencia de Información Laboral, en el informe que anualmente publica la Confederación Sindical Internacional, CSI, en 2017 Colombia aparece de nuevo en la lista de los 10 peores países del mundo para los trabajadores y trabajadoras.
Estos países son: Bangladesh, Colombia, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Guatemala, Qatar, Turquía, Corea del Sur, Filipinas y Kazajstán. Los tres últimos aparecen por primera vez en esta “lista negra”.
Colombia también es uno de los 11 países en los que se ha asesinado a sindicalistas. Los otros son Bangladesh, Brasil, Filipinas, Guatemala, Honduras, Italia, Mauritania, México, Perú y Venezuela.
El Índice Global de los Derechos de la CSI clasifica a 139 países en función de 97 indicadores reconocidos internacionalmente, para evaluar dónde están mejor protegidos los trabajadores, tanto en la ley como en la práctica. La CSI representa a 181 millones de trabajadoras y trabajadores en 163 países y territorios, y cuenta con 340 organizaciones afiliadas nacionales.
La CSI ha recopilado información sobre las violaciones de los derechos de los trabajadores a la sindicalización y la negociación colectiva en todo el mundo desde hace más de 30 años. Este es el cuarto año en que presenta los resultados a través del Índice Global de los Derechos, que aporta un enfoque único y exhaustivo sobre la manera en que las leyes gubernamentales y las prácticas empresariales han deteriorado, o mejorado, en el año precedente.
Los hechos que hacen de Colombia uno de los 10 peores países para los trabajadores y trabajadoras son, entre otros: asesinatos de sindicalistas y alta impunidad, menoscabo de la negociación colectiva y de las organizaciones sindicales, y la discriminación laboral.
El informe resalta como positivo el proceso de paz en Colombia, pero se contrasta con la precaria situación que viven los trabajadores y las difíciles garantías para el ejercicio de los derechos de libertad sindical.
En el ámbito mundial, una de las principales conclusiones del informe 2017 es el preocupante aumento de la violencia y represión contra trabajadores. El número de países en que éstos están expuestos a violencia física y amenazas se incrementó en 10%. En apenas un año pasaron de 52 a 59 países.
El informe indica que en la economía mundial los intereses corporativos se sitúan por encima de los intereses de los trabajadores y trabajadoras, y el 60% de los países (84) excluyen a categorías enteras de trabajadores de la cobertura de la legislación laboral.
“Negando a los trabajadores y trabajadoras la protección que garantiza la legislación laboral, se crea una mano de obra oculta, respecto a la cual tanto gobiernos como empresas eluden sus responsabilidades, especialmente para los trabajadores migrantes, del hogar y los empleados con contratos de duración determinada. En demasiados países, los derechos democráticos fundamentales están siendo socavados en aras de los intereses de las empresa”, afirmó Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.
Otras conclusiones relevantes del informe son: más del 75% de los países no conceden a algunos o a todos los trabajadores el derecho a hacer huelga, y esa misma proporción de países niega la negociación colectiva. Y de los 139 países examinados, 50 niegan o limitan la libertad de expresión y de reunión.
“Basta con ver esas tremendas cifras para comprender por qué la desigualdad económica es actualmente la más alta en la historia moderna. Los trabajadores y trabajadoras ven denegados sus derechos básicos, que les permitirían organizarse y negociar colectivamente para obtener una parte justa. Esto, sumado a las crecientes limitaciones a la libertad de expresión, está fomentando el populismo y amenaza la propia democracia”, añadió Burrow.