Miguel C. Espinosa Ardila – PCC Zonal Atlántico
En el semanario VOZ del 3-9 de abril de 2019 fue publicado en la sección Economía el artículo “Mutaciones del capitalismo” del profesor mexicano Alejandro Nadal, quien es Doctor en economía de la Universidad París X. El sugestivo artículo resulta de interés porque permite evidenciar las confusiones que supone identificar el uso de categorías abstractas (media ideal) con las diferentes formas de manifestación social. Se considera aquí que el abandono de la rigurosidad metodológica es la que está en la base de los errores del artículo publicado en el semanario.
A rasgos generales, Marx distingue el método de exposición del de investigación, como lo señala en el Postfacio a la segunda edición alemana de 1873 de El Capital. Allí expresa que “el modo de exposición debe distinguirse, en lo formal, del modo de investigación. La investigación debe apropiarse pormenorizadamente de su objeto, analizar sus distintas formas de desarrollo y rastrear su nexo interno. Sólo después […] puede exponerse adecuadamente el movimiento real”1. Sobre esto, César Ruíz Sanjuán comenta que Marx “ha comprendido que el punto de partida del conocimiento teórico está constituido necesariamente por conceptos abstractos, y que la aprehensión de lo concreto real en el pensamiento sólo puede realizarse a través de la producción de conceptos más concretos que puedan apropiarse mentalmente de ello.”2.
Método de exposición
De aquí que Marx manifestara que el objeto teórico de El Capital “[e]n sí y para sí, no se trata aquí del mayor o menor grado alcanzado, en su desarrollo, por los antagonismos sociales que resultan de las leyes naturales de la producción capitalista. Se trata de estas leyes mismas […]”3. En este sentido, ese nivel de abstracción es demasiado elevado, y cualquier aplicación sin mediación de tales categorías, en cuanto concretos del pensamiento, al plano de lo concreto real supone un rotundo fracaso, incluso si persigue el noble fin de generar teoría revolucionaria.
Ahora, lo dicho no quiere significar que Marx haya cumplido a lo largo de toda esta obra ese nivel de abstracción, lo cual implicaría que es posible que el autor haya extrapolado categorías concretas en ese nivel de análisis. Este defecto, en todo caso, sería perfectamente subsanable si se logra mantener los análisis desde el método de exposición.
Con estas palabras iniciales es posible comentar el artículo en referencia. En él se indica que “hoy el capitalismo se está transformando en algo que podría dar nacimiento a un conjunto de relaciones sociales esencialmente diferentes en el futuro cercano”. ¿Cuáles son las claves de esas transformaciones? 1) La “relación salarial que está en el corazón del capitalismo y es la base sobre la cual se erige el vínculo de explotación y la fórmula de su circulación monetaria”; y, ii) el papel del sector financiero. Sólo nos referiremos al primero.
En efecto, las mutaciones del capitalismo que “podría[n] hacer perder su esencia por un rompimiento del vínculo salarial” respectan a la subcontratación, desmantelamiento de los sindicatos, estancamiento salarial, etc., que han permitido que “el salario haya dejado de ser la principal referencia para la reproducción de la fuerza de trabajo”. De ser cierto este análisis, que se plantea al nivel de la esencia del sistema capitalista, se tendría que reconocer que El Capital ha perdido parte de su vigencia.
A su despecho, la remisión al análisis abstracto evidencia que para que el dinero se convierta en capital debe haber una compra y venta de la fuerza de trabajo, para que quien la compra la consuma en el proceso de trabajo. Esta mercancía tiene la particularidad de al ser consumida mantener el valor e incrementarlo, y la cual sólo puede ser encontrada al suceder algunas condiciones: 1) la fuerza de trabajo debe pertenecerle a su poseedor y comportarse como su libre propietario; y, ii) que la fuerza de trabajo, en cuanto mercancía, sea lo único que le quede para vender.
El análisis metodológico de Marx
Ahora, ¿la categoría de fuerza de trabajo debe asumir la forma esencial de relación salarial para que, comprada por el dinero (capitalista), pueda transformarlo en capital? La compra de la fuerza de trabajo bajo la forma de salario ha sido persistente y continua a lo largo de la historia de las sociedades donde ha imperado el modo de producción capitalista, pero ello no quiere decir que la masa dineraria que recibe en equivalencia el propietario de esa mercancía particular siempre y en todo momento deba asumir esa forma. Aunque persistente, no puede confundirse con la categoría abstracta, pues al capital le resulta indiferente las formas que puedan asumir la compra y venta de la fuerza de trabajo.
Ahora, es innegable que la categoría de salario está sufriendo alteraciones a nivel mundial, siendo evidente otro tipo de formas bajo las cuales la fuerza de trabajo es vendida, y es perfectamente previsible que sigan surgiendo más. Pero lo determinante para el capital no es si la masa dineraria con la que se compra la fuerza de trabajo para conservar e incrementar el valor y que recibe el propietario de la fuerza de trabajo asuma la forma de salario; por el contrario, no sólo debe interrogarse si concurren en estas nuevas formas las condiciones ya señaladas para la compra y venta de la fuerza de trabajo, sino, además, si existe una subsunción del trabajo al capital. La subsunción formal como “relación coercitiva que apunta a arrancar más plustrabajo mediante la prolongación del tiempo de trabajo”4, y que parece corresponderse con la categoría salario no quiere decir que sea la única forma de extracción de la plusvalía. Formas como subsunción real que terminan no sólo por dominar en la esfera del proceso de trabajo sino incluso fuera de él, pareciera ser la clave para comprender estas transformaciones de categorías tan persistentes en el capitalismo como el salario, que, lejos de mutar la esencia de la relación entre capital – trabajo, lo que hacen es confirmar la gran plasticidad y adecuación sistémica a fin de seguir valorizando el valor, esto es, mantener la explotación del trabajo vivo por parte del trabajo pretérito. En su esencia, entonces, el capitalismo se mantiene incólume, y es perfectamente vigente el análisis metodológico de Marx en El Capital.
1 MARX, Karl. El Capital. Libro primero. México, D.F.: Siglo XXI Editores, S.A. de C.V., 2008. p. 18.
2 RUÍZ SANJUÁN, César. Crítica y dialéctica. La cuestión del método en el pensamiento de Marx. [Tesis doctoral]. Madrid: Universidad Complutense de Madrid, 2010. p. 174.
3 MAR. Ibíd. p. 7.
4 Marx, Karl. El Capital. Libro I, capítulo VI (inédito). México, D.F.: Siglo XXI Editores, S.A. de C.V., 2009. p. 56.