
Durante los días 11 y 12 de marzo, se reunieron de manera virtual más de dos mil delegados y miles de seguidores por redes sociales, representantes de una amplia diversidad de expresiones sociales y políticas, en torno a la consecución de una renta básica permanente incondicional y ampliamente focalizada. Entre las organizaciones participantes están las centrales obreras, organizaciones campesinas y partidos políticos.
El evento se llevó a cabo teniendo en cuenta que la unidad de las diversas expresiones del movimiento social y político son el camino más acertado para la construcción de un nuevo país solidario, incluyente y equitativo.
Para los participantes, la iniciativa de renta básica permanente es urgente y socialmente necesaria para superar la pobreza y el hambre que afecta a cerca del 60% del total de la población colombiana.
Además, aseguran que la propuesta es fiscalmente viable y sostenible, por lo mismo posible y que da un giro a los programas de transferencias condicionadas orientándolas a su universalización. De la misma manera, aseguran que se requiere un nuevo sistema tributario inspirado en los principios constitucionales de equidad, eficiencia y progresividad.
Que la renta básica permanente se entiende como un derecho de ciudadanía que tiene como propósito dignificar las condiciones sociales de las mayorías empobrecidas, orientada por los principios de universalidad y no condicionalidad.
Compromisos
Por lo anterior, los participantes se comprometieron a radicar el 16 de marzo el proyecto de ley de renta básica permanente de iniciativa ciudadana, en el marco de una gran movilización nacional, considerando los principales elementos provenientes de los aportes de la deliberación democrática realizada en la Cumbre Social y Política por la Renta Básica Permanente.
Además, a mantener de manera permanente la movilización como mecanismo de presión democrática, para que el Congreso de la República y el Gobierno asuman el reto de tramitar y aprobar la propuesta y derrotar la pandemia del hambre que se expande a tasas vertiginosas.
Asimismo, se dieron a la tarea de construir una estrategia con los parlamentarios y parlamentarias aliadas a la propuesta para el trámite legislativo, y ser una veeduría ciudadana que haga seguimiento del proyecto en el trámite legislativo.
Los participantes también se han comprometido a preservar el proceso unitario para el diseño e implementación de nuevas políticas tributarias, de gasto público, de seguridad social, de trabajo decente, y de un nuevo modelo de desarrollo que supere los problemas estructurales de inequidad, pobreza, desempleo y precariedad laboral.
Por último, creen necesario impulsar una nueva arquitectura institucional para que la renta básica permanente sea una política de Estado, y no se utilice con propósitos electorales y politiqueros.
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