
El séptimo congreso de la CUT fue un evento para fortalecer a esa central sindical, avanzar en debates y suma de unidades, aunque también tuvo retrocesos democráticos y organizativos
Redacción Laboral
“Trazamos la ruta organizativa y de movilización, de trabajo a nivel nacional e internacional. Un plan de acción para enfrentar al Gobierno de Duque, que incluye cómo enfrentar los problemas en educación, salud, las negociaciones con los trabajadores estatales, las medidas del Plan Nacional de Desarrollo, la definición de unidad de acción con el Comando Nacional Unitario, la Coordinadora de Organizaciones Sociales y la bancada alternativa en el parlamento, con el fin de generar movilizaciones y paros a que haya lugar”, explicó a VOZ el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, Diógenes Orjuela, al finalizar el séptimo congreso de esa central sindical, llevado a cabo la semana pasada en Bogotá.

El evento también contó con las conclusiones de los congresos de juventud trabajadora y mujer, que fueron tenidas en cuenta en las discusiones, así como las del foro de paz, que se hicieron con participación de diversos partidos políticos. “Realizamos un foro de paz con representantes internacionales y delegados nacionales, en el cual ratificamos nuestro rechazo a la política de paz de Duque, el saboteo a los acuerdos, el asesinato de los dirigentes y líderes sociales, y la defensa de la JEP. También vimos cómo la central puede contribuir a la formación de gobiernos alternativos en el ámbito regional, en la perspectiva de las próximas elecciones”, agregó el presidente de la CUT, en el balance hecho para VOZ.
Retrocesos
No obstante el éxito del congreso, la pluralidad ideológica y política al interior de esa central, es un elemento que enriquece los debates, aunque también genera retrocesos en cuanto a las formas de identificar derroteros, oxigenar y democratizar más a las organizaciones sindicales.
En ese sentido, hubo quejas de varios delegados cuyas propuestas fueron derrotadas mediante votación, indistintamente de que estas sirvieran para realizar un relevo generacional en la central y abriera más espacios de participación. Según ellos, estuvieron por encima otras visiones e intereses.
La joven Lina María Montilla Díaz, presidenta de la CUT subdirectiva Risaralda, comentó: “Una gran cantidad de jóvenes llegamos con la propuesta de tener una circunscripción especial para que el Departamento de Juventud y Erradicación del Trabajo Infantil, sea dirigido por un joven sindicalista de entre de 18 a 35 años de edad, tanto a nivel nacional como en las subdirectivas”.
Además, para el caso de las mujeres, la propuesta era discutir y aprobar la ley de cuotas, con el fin de garantizar un porcentaje significativo de mujeres en las instancias de dirección de la CUT, aspecto que desde hace mucho es discutido por el departamento de la Mujer especialmente en el marco de su pasado VI Congreso. Ninguna propuesta fue aprobada.

“Sin embargo, los argumentos de diferentes sectores políticos al interior de la central que están en contravía de las propuestas de los jóvenes y las mujeres, se basan en que este tipo de ‘garantías’ o ‘ventajas’ no deben ser otorgadas en el movimiento sindical, porque se está en una democracia y la participación en ella hace parte de la libre competencia, por ende, debe existir ‘igualdad de condiciones para participar’. El argumento desconoce la discriminación histórica que jóvenes y mujeres han recibido a lo largo de la historia, producto de los distintos modelos económicos, especialmente del sistema capitalista, a su vez da una muestra clara de la debilidad ideológica al interior del sindicalismo, evidenciando cómo el modelo avanza con éxito en la batalla de ideas y en la alienación de los sindicalistas, cerrando y limitando los espacios de participación. Estos sucesos demuestran cuales son los sectores que se proclaman progresistas, pero que al final expresan que no están interesados en ampliar la participación, fortalecer la central y sus sindicatos filiales”, expresó con vehemencia la dirigente sindical Lina Montilla.
Unidad por la paz
Según la declaración política del congreso, la central da un espaldarazo a la paz, rechaza el sistemático asesinato de líderes sociales, respalda la Jurisdicción Especial para la Paz y los Acuerdos de La Habana.
En otro de sus apartes y al caracterizar las políticas económicas del actual Gobierno dice: “Iván Duque ha demostrado con creces que el eje central de su mandato es la aplicación de todas las recetas que en materia económica y política le tracen desde Washington a través del FMI, el Banco Mundial, la OCDE y las organizaciones de países bajo la órbita gringa, que determinan su comportamiento dentro y fuera del país, tal es el caso de la arremetida contra Venezuela, violando los principios de la autodeterminación de los pueblos, el respeto a la soberanía y la no injerencia en asuntos internos de país alguno. Esta misma política de agresión y bloqueos la hacen los Estados Unidos contra las naciones y pueblos del mundo, en especial contra Venezuela, Cuba, Siria, Irán y Palestina entre otros, actitud que merece todo nuestro rechazo.
El documento también hace una pequeña descripción de la recesión económica mundial, las intenciones del imperialismo norteamericano, para mostrar la continuidad de las políticas de la banca mundial en Colombia, gracias al Plan Nacional de Desarrollo, que incluye reformas pensional y laboral, lesivas a millones de connacionales.
Finalmente, luego del diagnóstico hace un llamado: “Ante la gravedad de la situación para la nación y la población, el VII Congreso Nacional de la CUT, hace un llamado a las centrales obreras y de pensionados, las organizaciones sociales, gremiales, estudiantiles, indígenas, campesinas, agrarias, cívicas, comunales, a los partidos y fuerzas políticas democráticas alternativas y a todo el pueblo colombiano a conformar la más amplia unidad y convergencia para enfrentar las políticas del gobierno de Iván Duque y avanzar con éxito en las elecciones regionales del 27 de octubre. Apoyamos a todos los sectores que en la actualidad están reclamando derechos y desarrollando importantes luchas y movilizaciones por todos los rincones del país, tal como lo hacen los trabajadores estatales y el magisterio, indígenas, campesinos y comunidades negras del Cauca, los usuarios de la salud, los defensores del agua y el páramo de Santurbán en los Santanderes, los afectados por la nefasta Electricaribe en la Costa Atlántica, los cafeteros y demás sectores agropecuarios; la CUT coordinará con todos los sectores sociales el impulso de diversas movilizaciones y la preparación de un paro nacional. Les corresponde a los trabajadores colombianos encabezar y alentar las luchas reivindicativas en el marco de la movilización y la lucha masiva y civilizada por paz, soberanía, democracia y derechos laborales”, expresa el documento político de la principal central sindical del país.