Construcción, de Chico Buarque

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Chico Buarque se manifiesta contra Bolsonaro en Río de Janeiro en junio de 2021. Imagen tomada de UOL.

Construçâo, una de las canciones más extraordinarias de la historia, fue grabada hace cincuenta años en Brasil, pero podría haber sido ayer en Colombia porque casi nada ha cambiado en la vida de los obreros

Leonidas Arango

Chico Buarque soñaba con edificar ciudades cuando era estudiante de Arquitectura. «En Río está mi origen como compositor; es la fuente de mi música. La música brasileña que yo aprendí a disfrutar venía de Río: el samba, los carnavales y los programas de radio», contaba en un documental.

Vino el golpe de estado de 1964 y empezó a escribir sobre la situación y a colaborar con cineastas, dramaturgos y músicos en trabajos que protestaban contra la dictadura militar, lo que le valió ser arrestado en 1968 e ir al exilio en Italia.

En 1966 había obtenido su primer éxito rotundo, la canción A banda, que sigue dando la vuelta al mundo, y desde entonces no paró de crear obras maestras. Al regresar en 1970 compuso el tema A pesar de você, que se convirtió en himno a ritmo de samba contra la dictadura brasileña. La torpe censura confiscó el disco y prohibió que Chico Buarque la entonara, sin entender que la pieza era un festivo canto de optimismo que circulaba en cassettes clandestinos que desconocían la represión. Era suficiente que Buarque subiera al escenario en silencio para que el público lo cantara «hablando bajito, mirando al rincón» y pensando en el dictador de turno, el general Garrastazu Médici:

«A pesar de usted, mañana ha de ser otro día. / Yo quisiera saber dónde se va a esconder de esa enorme alegría… / Cuando llegue el momento / todo el sufrimiento, cobraré seguro, lo juro, / todo ese amor reprimido, ese grito mordido, este samba en lo oscuro.»

Hace cincuenta años, con veintisiete de edad, Chico Barqueo publicó Constructo, una obra mayúscula con otro mensaje de resistencia, una fina burla a la censura militar, un éxito inmediato que en treinta días vendió más de 140.000 copias. «Creo que fue el primer disco donde me sentí un profesional» dijo el autor. Cayó como un rayo de poesía en aquel Brasil que vivía destellos de alegría popular –estaba fresca la victoria de Pelé y sus amigos en México 70– en medio de un oscuro período económico, político y social.

Tres bloques

Construcción es un poema de denuncia social de alta complejidad semántica, conceptual y estructural envuelto en un ropaje de sencillez aparente. La tensión del relato se refuerza con un obsesivo acompañamiento orquestal. El juego armónico entre versos e instrumentos tiene un efecto dramático pocas veces alcanzado por una canción. La emoción se incrementa a base de palabras y conceptos que se intercambian en una danza que va ganando intensidad.

El poema se construye en tres bloques de versos que siempre terminan con una palabra esdrújula (Amó aquella vez como si fuese última…) Cuenta la rutina de un obrero –un «ruso» de la construcción– que se despide de su familia por las mañanas, fue a trabajar, «subió a la construcción como si fuese máquina, / alzó en el balcón cuatro paredes sólidas» y, tras de una pausa para almorzar cayó desde lo alto del edificio: «y flotó por el aire cual si fuese un pájaro / y terminó en el suelo como un bulto flácido / y agonizó en el medio del paseo público, / murió a contramano entorpeciendo el tránsito».

El primer bloque desarrolla la historia en diecisiete versos y el tercer bloque ya se ha reducido a solo siete que repiten las palabras de los bloques primero y segundo, pero enrocando las esdrújulas. Así, cada repetición de versos desbarata lo construido para levantarlo de manera diferente, «ladrillo con ladrillo en un diseño mágico». La historia se narra tres veces y tres veces cambia mágicamente el efecto del relato para desembocar en una línea surreal y definitiva: «Murió a contramano entorpeciendo el sábado».

Después de Construcción, Buarque compuso O que será, qué será y Cálice, entre muchas creaciones de música y literatura. Dos novelas recientes suyas son El hermano alemán y Esa gente. Es uno de los grandes de la canción popular brasileña junto a otros como Tom Jobim, João Gilberto y Caetano Veloso.

Al lado de varios famosos y de grandes organizaciones sociales del Brasil, Buarque presentó el año pasado una solicitud de juicio político contra el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro y participa en movilizaciones contra la amenaza fascista en su país.

Si el Premio Nobel de Literatura ya se le otorgó a un cantante, Bob Dylan, tenemos pleno derecho a reclamarlo para Chico Buarque, compositor, intérprete, escritor y dramaturgo. Y constructor de magias.

(Se utilizaron artículos de Diego Fischerman y Guillermo E. Pintos.)

Construcción

(Traducción de Daniel Viglietti)

Chico Buarque

Amó aquella vez como si fuese última
besó a su mujer como si fuese última
y a cada hijo suyo cual si fuese el único
y atravesó la calle con su paso tímido
subió a la construcción como si fuese máquina
alzó en el balcón cuatro paredes sólidas
ladrillo con ladrillo en un diseño mágico
sus ojos embotados de cemento y lágrimas.

Sentóse a descansar como si fuese sábado
comió su pan con queso cual si fuese un príncipe
bebió y sollozó como si fuese un náufrago
danzó y se rio como si oyese música
y tropezó en el cielo con su paso alcohólico
y flotó por el aire cual si fuese un pájaro
y terminó en el suelo como un bulto flácido
y agonizó en el medio del paseo público
murió a contramano entorpeciendo el tránsito.

Amó aquella vez como si fuese el último
besó a su mujer como si fuese única
y a cada hijo suyo cual si fuese el pródigo
y atravesó la calle con su paso alcohólico
subió a la construcción como si fuese sólida
alzó en el balcón cuatro paredes mágicas
ladrillo con ladrillo en un diseño lógico
sus ojos embotados de cemento y tránsito.

Sentóse a descansar como si fuese un príncipe
comió su pan con queso cual si fuese el máximo
bebió y sollozó como si fuese máquina
danzó y se rio como si fuese el próximo
y tropezó en el cielo cual si oyese música
y flotó por el aire cual si fuese sábado
y terminó en el suelo como un bulto tímido
agonizó en el medio del paseo náufrago
murió a contramano entorpeciendo el público.

Amó aquella vez como si fuese máquina
besó a su mujer como si fuese lógico
alzó en el balcón cuatro paredes flácidas
sentóse a descansar como si fuese un pájaro
y flotó en el aire cual si fuese un príncipe
y terminó en el suelo como un bulto alcohólico
murió a contramano entorpeciendo el sábado.