Contra la seudodemocracia

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José Ramón Llanos

En pleno desarrollo del proceso electoral, la Fiscalía General de la nación; la Procuraduría, el Consejo Nacional Electoral, la cúspide de la policía, se desgañitan anunciando combate a la corrupción política expresada en la compra venta del voto y el chantaje de los empleadores para obligar a sus obreros y empleados a votar ellos y sus familias por los candidatos de sus simpatías y defensores de sus intereses. Sin embargo, si juzgamos por los resultados de esos supuestos combates, como dice la canción, se trata de “palabras, palabras, palabras, solo palabras, nada más”.

Esa inacción consciente, voluntaria, esa verborrea estéril, garantiza el funcionamiento de esta seudodemocracia que solo es garantista de los intereses de la burguesía, del capital financiero, personificado en Sarmiento Angulo y otros congéneres y en los capitalistas de la agroindustria. Cómo puede alegarse que las pesquisas no han podido encontrar indicios de esas actividades delictivas que deslegitiman la supuesta democracia colombiana, le sugerimos a la Fiscalía investigar algunas actividades en el Caribe nuestro.

La opinión púbica costeña sabe el rol politiquero que pone a jugar el equipo Junior en la subasta electoral de la región. A pesar de que estas actividades no hablan bien de los políticos beneficiados y sus supuestas normales actividades. En cambio si demeritan el juego democrático ya que no hay una decisión consciente del elector, sino un voto manipulado.  Pero no es una actividad sancionada por la ley.

En cambio hay otras actividades utilizadas por la Charocracia que no son muy legales. En el imaginario barrranquillero, en el decir popular, en radio bemba, se comenta cómo los candidatos que son apoyados por los Olímpicos, presionan a los empleados para que ellos y sus parientes les den el voto. Para bien de los Char y la democracia vale la pena que la Fiscalía investigue esas cuestiones que son comentadas por el pueblo.

Qué tal si se investigan las actividades contratistas de los hermanos de los senadores liberales, conservadores, de Cambio Radical y sus vínculos con el respaldo financiero de la compra venta de votos.

Como sabemos que nada de eso arrojará resultados ciertos, los ciudadanos conscientes, comprometidos con la lucha por implantar una real democracia en Colombia, por la inclusión social, por la defensa del medio ambiente, por la implementación del Acuerdo Final de paz y recuperación de la soberanía nacional, debemos elegir a los candidatos de la Unión Patriótica, de Fuerza Ciudadana, de la Fuerza Alternativa Revolucinaria del Común, Lista de la Decencia, Gustavo Petro, a la presidencia, Aida Avella al senado y Román Vega para la cámara por Bogotá

Consideramos que la elección de estos candidatos, garantiza el inicio de la marcha contra la seudodemocracia y los guerreristas.