
Alberto Maldonado Copello
Entre el 10 de octubre y el 21 de noviembre se realizan conversatorios semanales sobre la vida y la obra de Marx, en Bogotá, en el marco de la celebración de su nacimiento hace 200 años, por iniciativa de la Red Nacional de Estudios por la Paz y la Democracia (CEIS, Corpeis, Centro de pensamiento de la UP), en colaboración con la Red de Estudios Marxistas.
En toda la obra de Marx, pueden encontrarse algunos ejes: el interés y compromiso con la emancipación del ser humano, la necesidad de estudiar la historia con base en su fundamento material y la forma específica con la cual se extrae el producto excedente a los trabajadores dentro del capitalismo.
Un buen número de sus manuscritos fueron publicados después de su muerte, comenzando por los tomos II, III y IV de El Capital, pero también los Manuscritos Económico Filosóficos, la Ideología Alemana, los Grundrisse, entre los más relevantes.
En la Crítica de la Filosofía del Derecho, escrita en 1843, Marx abordó el tema de la emancipación humana e identificó al proletariado, como clase sufriente, como el sujeto de la transformación de la sociedad; igualmente, identificó la necesidad de comprender la base material de la sociedad para entender la política y el Estado. La lectura de un ensayo de Engels, “Esbozo de una crítica de la economía política” llamó su atención sobre la necesidad de estudiar la economía política.
En los Manuscritos Económico Filosóficos de 1844 con base en el estudio de los economistas clásicos, Marx examina en la primera parte el salario, la ganancia y la renta de la tierra, señala la gran contradicción de un sistema económico que genera una extraordinaria riqueza, pero al mismo tiempo miseria y pobreza para la gran mayoría de los trabajadores. Plantea como explicación de esta situación el trabajo alienado o enajenado, que se caracteriza por la enajenación del trabajador con respecto al producto, al proceso de trabajo, al ser genérico y a los demás seres humanos. Igualmente, en la tercera parte de los Manuscritos continúa su lectura crítica de Hegel.
Concepción materialista de la historia
Entre 1844 y 1848 avanza Marx, junto con Engels, en la formulación de su concepción materialista de la historia, escribiendo La Ideología Alemana (1845), la Miseria de la Filosofía (1846), El Manifiesto del Partido Comunista (1848). Básicamente Marx y Engels plantean que la comprensión de la sociedad implica entender la forma en que los seres humanos producen su vida material, lo cual es fundamento de su organización social y política, y de sus diferentes prácticas ideológicas. Por tanto, es necesario estudiar y comprender tanto el grado de desarrollo de las fuerzas productivas, como las relaciones sociales que establecen los hombres para la producción. Según la forma que adopten estas relaciones habrá distintos modos de producción, como el esclavista, el feudal, el capitalismo y el socialismo. En la Miseria de la Filosofía (en forma polémica) y en el Manifiesto del Partido Comunista (en forma de programa político), Marx hace una descripción general de las tendencias del capitalismo, mostrando claramente como cumple una misión histórica de desarrollo extraordinario de las fuerzas productivas, al tiempo que se fundamenta en la explotación de la clase trabajadora, la cual se ve sometida a duras condiciones de vida.
Crítica a la Economía Política
A partir de 1850 reinicia Marx el estudio de la economía política en Inglaterra. En 1847 había dado unas conferencias en la asociación obrera de Bruselas, las cuales sirvieron de base para la publicación de Trabajo Asalariado y Capital. En 1859 publica Marx la Contribución a la crítica de la economía política, primera versión de un avance de El Capital, específicamente los tres primeros capítulos sobre la mercancía, el valor y el dinero. En este libro, en el prólogo, Marx hace un recuento de su vida intelectual y un resumen de su concepción materialista de la historia. En esta época organiza también un conjunto amplio de manuscritos que luego serían publicados como los Grundrisse. En 1865 en un debate en la Asociación Internacional de Trabajadores prepara el texto que habría de publicarse hacia 1890 con el título de Salario, precio y ganancia.
En 1867 publica el primer tomo de El Capital donde Marx aborda una primera dimensión del capitalismo: el proceso directo de producción. En este tomo Marx explica los elementos fundamentales del capitalismo: la mercancía, el valor, el dinero, el proceso de cambio y la plusvalía. El capitalismo es un sistema de producción basado en la explotación de los trabajadores, semejante al esclavismo y al feudalismo, en el cual una clase pone a trabajar a los trabajadores a su servicio, pero por medio del intercambio en el mercado y contratos jurídicos. El motor y fundamento del capitalismo es la obtención de la mayor plusvalía, para lo cual los capitalistas apelan a distintos métodos, desde la reducción de la jornada de trabajo hasta el mejoramiento tecnológico. Como resultado de la búsqueda de plusvalía se impulsa un gran desarrollo de la capacidad productiva y se generan además fenómenos contradictorios como el aumento de la composición orgánica del capital y la generación de un ejército industrial de reserva permanente, la concentración y centralización del capital, la desaparición de pequeños y medianos capitalistas. Adicionalmente muestra Marx como la relación social capitalista es el resultado de largos procesos históricos de expropiación de los productores directos con respecto a sus medios de producción.
Marx no logró publicar en vida los tomos siguientes de El Capital. En 1885 Engels publicó el tomo II que aborda el proceso de circulación del capital y en 1894 el tomo III donde se examina el proceso en su conjunto y la forma en la cual opera prácticamente el capitalismo y se refleja en la conciencia de sus agentes. En 1905 Kautsky publicó el tomo IV, la Historia Crítica de la Teoría de la Plusvalía.
Su obra tenía como propósito fundamentar científicamente la acción política de la clase trabajadora.