Covid-19 y la brecha racial

0
2573
Foto de Omotayo Tajudeen en Pexels

El covid-19 amenaza el funcionamiento del sistema de salud, la economía y la sociedad en su conjunto. Pero también aumenta las brechas como la de género y la racial, en este caso

Renata Cabrales
@RenataRelata

Según un estudio publicado en Corewoman, género y covid-19, ¿Cuáles son las brechas de género que se están exacerbando con el covid-19? «Amenaza también con aumentar las brechas de género existentes antes de la crisis. Son varios los factores para que esto ocurra: una alta feminización del sector de la salud, así como otros sectores que se encuentran detenidos por las medidas de confinamiento; las brechas existentes al interior del hogar o la dificultad de realizar teletrabajo por la carga doméstica y del cuidado; o por las brechas preexistentes en el mercado laboral».

Así lo advierte también, la escritora y experta en feminismo afro, Yesenia Escobar:

«La forma como el coronavirus afecta a las mujeres afrodescendiente está ligado a la situación de racismo estructural, que no es un fenómeno solo de Colombia, sino que se presenta a nivel mundial. Podemos ver en Europa, por ejemplo, que la población que más se ha visto afectada a causa del coronavirus, ha sido la población más pobre, de inmigrantes… Muchos inmigrantes que están trabajando en USA y no están cobijados por el sistema de salud, son afro… ¿Qué pasa en USA? Que aquí el sistema de salud es privado y si la persona no tiene un seguro con una cobertura total, se expone a cualquier calamidad, si no recibe la protección necesaria o que, para poder acceder, se tiene que endeudar por pagar cifras onerosas en un hospital».

El aumento de la carga laboral

Como es de saber, una de las consecuencias del confinamiento ha sido el incremento del trabajo no remunerado de mujeres, e incluso niñas, en sus hogares. Los hogares con menores ingresos y con una mujer a la cabeza son los más vulnerables, pues se requiere de más labores de cuidado, al tener en casa a más personas dependientes.

Y como advierte Yesenia Escobar: «En cuanto a Colombia, por ejemplo, esta situación, esta brecha de desigualdad que se da en este contexto, para las mujeres afrocolombianas, quienes, en su mayoría, no son profesionales, son mujeres que trabajan el día a día, vendedoras ambulantes, vendedoras de pescado, de dulces, de cocada, chontaduro, frutas… y quienes no se rebuscan en el día a día, en cuanto al comercio, por decirlo así, son empleadas domésticas (servicios de primera línea). No son profesionales que tengan un trabajo fijo con ingreso asegurado, sino que dependen de las actividades que realizan a diario para tener un ingreso».

Trabajo doméstico y discriminación

La Asociación para los Derechos de las Mujeres y el Desarrollo (AWID) entrevistó a Andrea Londoño, coordinadora de la iniciativa Hablemos de Empleadas Domésticas, quien afirma: «A pesar de los avances recientes en materia legislativa, son múltiples los desafíos. Las trabajadoras domésticas, responsables del cuidado de miles de niños, adolescentes, enfermos y ancianos, y de las casas donde laboran, son además víctimas de maltrato, acoso y abuso laboral y sexual, y discriminación racial, por parte de sus empleadores. Estos delitos que quedan ocultos en el ámbito del lugar de trabajo de las empleadas, pero que les mina su autoestima y por ende su calidad de vida».

Refranes de tipo discriminatorio, como: “un blanco con bata blanca es un médico, y negro con bata blanca es en vendedor de paletas”, o “trabaja como como negro, para vivir como blanco, son normalizados y hacen alusión, precisamente, a la precariedad laboral a la que se ven sometidas las personas afrodescendientes, y lo peor, justifican el sometimiento y la discriminación a la que han estado sometidas históricamente.

Asimismo, Según la Encuesta Nacional de Uso del Tiempo (ENUT) del DANE, antes de la crisis de la pandemia, las mujeres dedicaban en promedio 7 horas y 14 minutos al día a actividades no remuneradas de trabajo doméstico, de cuidado u otros servicios para la comunidad –como lo son el suministro de alimentos a los miembros del hogar; el cuidado físico a miembros del hogar.

Las cifras indican, además, que el 96% de los empleados domésticos del país son mujeres, de las cuales apenas el 38% de ellas terminó la primaria.

La situación político social de territorios afro

De acuerdo a un informe del New York Times, «el precario acceso a la salud acentúa las brechas de melanina que continúan racializando la provisión de salud. En estos lugares, las instituciones están más empobrecidas y los cuerpos de la gente negra están más enfermos que en el resto del país. Sin lugar a duda, la crisis de la covid-19 solo puede profundizar la desigualdad racial».

En este orden de ideas, el covid-19 puede profundizar la desigualdad racial, pues el gobierno de Duque, visita las regiones vulnerables solo para hacer promesas que no va a cumplir o llevar dulces a los niños, caso Chocó, y de engaño en engaño le ha negado a la población afrocolombiana el derecho a una salud no racializada, y muchos derechos constitucionales.

Día de la afrocolombianidad

Es necesario recordar que antes de la crisis de la pandemia, los territorios afro en Colombia han sido invadidos, saqueados y violentados por actores armados en medio del conflicto. De esta forma, los cuerpos de las mujeres, como su territorio, también fueron violentados. Estas violencias sistemáticas han sido basadas en el racismo y el colonialismo. Cuando se habla de violencias hacia las mujeres afro, podemos hablar, además, de machismo y patriarcado.

Es por eso que en el Día de la Afrocolombianidad, el pasado 21 de mayo, la Asociación de Mujeres Afrodescendientes del Norte del Cauca (ASOM), la Asociación de Mujeres Afrodescendientes de Yolombó (Asomuafroyo), Mujeres Afrosantaneñas del Consejo Comunitario de la Zona Plana del municipio de Miranda -Comzoplan, el Palenque Mujer del Consejo Comunitario de El Barranco- Río Guengué y la organización Women’s Link Worldwide, presentaron ante la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad la Convivencia y la no Repetición -CEV, el informe “Gritos de mujeres negras por la libertad, la reparación y la memoria” en el que exponen de manera detallada cómo las economías legales e ilegales impuestas a través de la violencia, han cambiado radicalmente sus actividades productivas provocando la pérdida de sus derechos territoriales. Esto, según comunicado de prensa de Women’s Link Worldwide.

VOZ te necesita 

📢 Si te gustó este artículo y quieres apoyar al semanario VOZ, te contamos que ya está disponible la tienda virtual donde podrás suscribirte a la versión online del periódico. Ofrecemos el mejor análisis político, económico y cultural para pasar la cuarentena en casa.

#QuédateEnCasa y lee el semanario VOZ.

👇🏽👇🏽👇🏽

tienda.semanariovoz.com