Existe un vínculo entre la destrucción de los hábitats de especies animales y la producción de epidemias; el nuevo coronavirus tiene más que ver con las intervenciones de las grandes industrias alimentarias y mineras en los ecosistemas, que con el consumo de especies animales silvestres
María Alejandra Baquero Vargas
@MariaJuab
El covid-19, enfermedad causada por el virus Sars-CoV-2, ha ocasionado 161.402 muertes hasta el momento en el mundo. Una enfermedad que parece ser un fenómeno natural, a la cual se le han endilgado causas provenientes de extraños animales silvestres y culturas exóticas, es en realidad, producto de los grandes negocios de la agroindustria y de los actores económicos mundiales que potencian la transmisión de enfermedades infecciosas a través de la intervención y explotación a medios naturales.
Durante los últimos años se ha visto la multiplicación de enfermedades infecciosas, entre estas como el Sars (Síndrome Respiratorio Agudo Severo) que produjo varias muertes en China entre 2002 y 2003, el Mers-CoV (Coronavirus del Síndrome Respiratorio del Medio Oriente) que golpeó la Península Arábiga en 2012 y el actual Sars-CoV-2, parecen ser los grandes peligros para la salud del siglo XXI.1 Pero, ¿a qué se debe este aumento de enfermedades infecciosas?, ¿qué relación tiene la intervención a medios naturales y destrucción de ecosistemas por las grandes empresas de capitales, con el covid-19?
Dos falacias
No son de extrañar las razones a las que aduce el origen de la pandemia con la conexión de la vida silvestre, las enfermedades y las personas. Aún no se sabe qué especie transmitió la enfermedad Covid-19, algunos estudios lo relacionan con el pangolín u otro animal comercializado en el mercado de Wuhan.
Sin negar que el virus ha operado en lo que se llama “salto de especie” o zoonosis (que pasa de animales a humanos), estos argumentos conllevan a dos falacias: la primera se configura al percibir estas pandemias como “desastres naturales” o incluso “venganza de la naturaleza”, originadas en espacios extraños y desconocidos, que dejan a las sociedades humanas impotentes y condenadas al fatalismo; la segunda, es pensar que estas epidemias aparecen en culturas “exóticas” e incluso “atrasadas”, en las que sus estilos de vida facilitarían ese proceso de zoonosis.
Estas falacias dan lugar a dos contradicciones: entre el mundo salvaje y el espacio controlado (ciudades) y entre las tradiciones concebidas como atrasadas y el “avance occidental”2.
Industria y epidemias
La relación entre animales silvestres y las grandes epidemias, se argumenta bajo la premisa de que estos animales viven en selvas o bosques tropicales vírgenes, sin ningún tipo de intervención humana. Lo cierto es que, debido a la fragmentación del hábitat de animales silvestres, al uso de la tierra, la deforestación, la minería, la expansión agrícola, la urbanización, etc., existe un vínculo entre la destrucción del hábitat de especies animales y la producción de epidemias.
La causa estructural de la pandemia no es el consumo de animales silvestres, sino la devastación de los hábitats naturales producto de la intervención de las grandes empresas, como lo son las de la agricultura industrial, la minería y actividades extractivas, entre otras, las cuales producen la aceleración de mutaciones de los virus existentes en el entorno.3
En el caso de China, el pangolín y otras especies de animales llamadas “salvajes” han sido mercantilizadas desde 1988, integradas a las cadenas de valor agroalimentarias y consideradas como “recursos naturales”. Su explotación y comercialización ha llevado a que animales como el pangolín estén al borde de la extinción, pues la distinción entre naturaleza salvaje y doméstica aumenta su valor económico en el mercado global y agroalimentario.
En el mercado de Wuhan estos animales no son considerados exóticos, más bien son parte de la canasta alimenticia tradicional. Las cadenas de la agroindustria en China han desarrollado grandes granjas, que copan el mercado con productos como la res, el cerdo y el pollo, incentivan la caza y comercialización de especies silvestres.
Las enfermedades zoonóticas están relacionadas con cambios drásticos al ambiente. Actividades como la deforestación, la invasión de zonas naturales y tráfico de especies silvestres, afectan directamente al medio natural y con el tiempo la salud de los seres humanos. En 2016 el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente señaló el aumento de las epidemias zoonóticas, en las que el 75% de todas las enfermedades infecciosas emergentes en humanos son de origen animal.
Granja grande gripe grande
China no es el único lugar donde estas industrias agroalimentarias se desarrollan. En países como Guinea (de nuevo el panorama lejano y exótico se muestra) se marca el origen del virus del Ébola, donde hay una clara relación del virus con los grandes capitales de la economía especulativa, que intervienen en los ecosistemas existentes allí.
La intervención a los medios naturales por parte de estas compañías, generan cambios de tal magnitud, que pueden llegar a cambiar totalmente un territorio ante la explotación de sus recursos. En palabras del geógrafo David Harvey, se crea “un paisaje geográfico para facilitar sus actividades en un momento dado, solo para destruirlo y construir un paisaje totalmente diferente en un momento posterior».
La industria agroalimentaria se irá sumergiendo cada vez más en los bosques y selvas tropicales, creando inevitables cadenas de transmisión de nuevos virus provenientes de la intervención a estos ecosistemas. Este sistema se sostiene bajo la idea de que hay ciertos animales que son meros objetos para la explotación, sin importarle por qué medios se desarrolle: apropiación de tierras, deforestación, uso de agro tóxicos, etc.
La pandemia del covid-19 es parte de la crisis ambiental por su relación con la deforestación masiva y la explotación capitalista desmedida de los recursos naturales y del suelo, generando impactos en el cambio climático global y en los cambios o modificaciones de los sustratos microbiológicos de vida en la tierra. A medida que los métodos de cultivo intensivo se generalizan, las pandemias pueden multiplicarse.
3 https://rebelion.org/agroecologia-frente-a-las-pandemias-modernas/
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