La literatura de Abdulrazak Gurnah es histórica, subalterna y autorretratista. En El Paraíso, una de sus obras más emblemáticas, relata el drama del protagonista que vive en carne propia la esclavitud en el África de la primera guerra mundial
Santiago Arenas Martínez
El africano Abdulrazak Gurnah, premio Nobel de literatura, de 72 años, se impuso como el favorito ante novelistas europeos y estadounidenses por su intransigencia con los efectos del colonialismo, y su compasión con el destino del refugiado en el abismo entre culturas y continentes. Se espera que la literatura poscolonial salte al boom tras el nombramiento del tanzano. Conozca tres de sus obras más importantes publicadas al español.
Gurnah, de origen árabe, nació el 20 de diciembre de 1948 en el archipiélago tanzano. En 1964 fue sorprendido por la revolución de Zanzíbar, según los historiadores locales, motivada por conflictos político-raciales entre los descendientes de árabes y africanos que, tras la reciente independencia de Reino Unido, estos últimos pasaron a representar una minoría política. Con el derrocamiento del sultán árabe, Jamshid bin Abdullah Al Said, y la persecución que esto supuso para los moros, decidió migrar como refugiado a Inglaterra a sus 18 años en 1968.
Su ejercicio profesional inició en los ochentas y aún con su reciente jubilación sigue orientando literatura inglesa y poscolonial. De 1980 a 1982 laboró como profesor en la Universidad Bayero, en la ciudad nigeriana de Kano, ese mismo año obtuvo su doctorado en el país británico, en la Universidad de Kent, Canterbury. La institución reconoce en las conferencias del escritor su capacidad de re-imaginar un sitio cosmopolita que precedió y sobrevivió al colonialismo, en lugar de otro capítulo en la molienda e inevitable consolidación del poder europeo.
Literatura histórica
Y aunque no hace mucho su nombre no figuraba entre la crítica literaria, su historia encarna en sus letras su abnegada entrega a la creación literaria dedicada a quienes padecen los traumas del colonialismo. Su literatura es histórica, subalterna y autorretratista. En El Paraíso, una de sus obras más emblemáticas, relata el drama del protagonista que vive en carne propia la esclavitud en el África de la primera guerra mundial.
La obra también cuenta el reclutamiento forzado al que fueron sometidas cientos de personas para ser enlistadas en las filas de los ejércitos en guerra. W. Benjamin en sus Tesis sobre Filosofía de la Historia, escribe en su tesis XII que “el sujeto del conocimiento histórico es, por supuesto, la clase oprimida que lucha”.
Gurnah centra allí su mirada histórica y literaria: en los rostros de los colonizados y sometidos que, aún después de su independencia, luchan contra los estragos que el colonialismo dejó a su paso. Sus hojas son espejo y lienzo de su vida, su pluma, reflejo y pincel de sus vivencias adaptadas a sus personajes. Toda su literatura ha sido escrita originalmente en inglés.
Deuda inmensa de Europa
Su nombramiento se dio tras la reciente renovación del comité Nobel, ahora orientado a literaturas no euro-centristas, y para este año, concretamente poscoloniales. Según declaraciones del comité, la apuesta es ampliar sus horizontes literarios, sin embargo, cabe preguntarse si su decisión obedece a un interés que pueda cambiar con el tiempo.
Más aún, si la elección de Abdulrazak es un “contentillo” a los escritores no europeos o estadounidenses. Recordemos que de 117 ganadores del premio desde 1901, 95 son europeos o norteamericanos, entre estos, 101 son hombres y tan solo 17 son mujeres. Lo cual, entretanto, refleja la brecha de género en la entrega del premio, cuestión que también debería ser analizada por el actual comité.
La elección del tanzano es una cuota a la inmensa deuda que Europa tiene pendiente con África por su empresa colonial. De acuerdo con la declaración de la Academia Sueca, su nombramiento se dio “por su penetración intransigente y compasiva de los efectos del colonialismo y el destino del refugiado en el abismo entre culturas y continentes”.
La crítica no se hizo esperar al señalar la supuesta perpetuación colonial en Gurnah por escribir sus obras en el idioma de Poe, en lugar de su idioma originario, el suajili. Pero más allá de esto es necesario problematizar los criterios de selección ¿Fue su escritura en inglés un factor determinante para su nombramiento?
Boom poscolonial
Más que las razones que lo motivaron a que sus obras fueran escritas en inglés, es claro que aún queda mucho por hacer para descolonizar la escritura de los escritores que, como Gurnah, padecen los efectos del colonialismo en la actualidad.
Sin embargo, este nombramiento sin duda trae efectos positivos para Abdulrazak, como también estimamos que los traerá para la literatura africana, pero, sobre todo, para la literatura de este género. Una de las implicaciones más inmediatas será la publicación de varias de sus obras al español hasta ahora descontinuadas, algunas de las ya anunciadas serán En la Orilla, El Precario Silencio y Paraíso. Así lo ha hecho saber Penguin Random House.
El debate de las literaturas poscoloniales se sitúa ahora con más fuerza en la academia y en boca de la crítica literaria. Es de esperar que más y nuevos trabajos críticos y literarios salgan a la luz en medio del boom poscolonial que ha suscitado este autor, por otra parte, también es de esperar que otros y nuevos autores africanos y de este género sean leídos y reconocidos a nivel mundial. Esta fue la invitación del premio Nobel, que también pidió a los países europeos mejores tratos a los refugiados que llegan a estos países.
Riqueza literaria
El valor de este reconocimiento se encuentra en múltiples sentidos. Las discusiones y los alcances del poscolonialismo literario, y en general académico, se verán ampliados, como es de esperar, desde otras miradas y contextos no necesariamente coloniales. Para fortuna de los africanos, Gurnah, es originario de allí, y aunque el país que lo acogió fue en otrora quien se impuso ante los suyos, no titubea en señalar los desastres del colonialismo; algo que no siempre ocurre con literatos o escritores refugiados que optan por un tono acrítico, dócil y servil a los intereses de los países dominantes.
Narrar desde una mirada poscolonial el colonialismo preexistente, sus mutaciones y nuevas formas, es y será una de las apuestas de las plumas africanas, habría que esperar si el Nobel sirve de inspiración para que las y los novelistas latinoamericanos hagan y sigan haciendo lo propio desde sus realidades y contextos.
Este reconocimiento debe servir para evidenciar la riqueza literaria de latitudes y perspectivas no euro centristas para, de este modo, comprender el movimiento literario mundial desde un enfoque multipolar.
Desde VOZ, invitamos a nuestros lectores a que conozcan y lean el compendio literario publicado al español del nobel Abdulrazak Gurnah: Paraíso. Muchnik Editores, Precario silencio. Muchnik Editores, y En la orilla. Editorial Poliedro.